Analizamos las claves de la next-gen de Microsoft: potencia, retrocompatibilidad, conectividad...
Microsoft dejó para el final de su conferencia la información relativa a Xbox Project Scarlett, su consola de nueva generación que aparecerá hacia finales del 2020. Aunque aún no hemos visto la máquina, sí que tenemos importante documentación para empezar a comprender cuáles son las principales intenciones de la marca Xbox de cara a los próximos años: retrocompatibilidad, inmediatez de juego, potencia, streaming…
Repasamos las principales claves que hay que tener en cuenta, realizando también un pequeño repaso a lo que propone su gran rival: Sony y su PlayStation 5.
Apuesta por la retrocompatibilidad
La marca Xbox ha apostado muy fuerte por la retrocompatibilidad en sus consolas. Dicha preocupación queda manifestada en Xbox Project Scarlett con la promesa de que va a ser "la consola más compatible que jamás han tenido". En concreto, Phil Spencer habló de que Scarlett va a ser retrocompatible con Xbox One y anteriores generaciones, y no sólo en lo referente a videojuegos, sino también a accesorios. Esto pone en común cuatro generaciones de contenidos y confirma que tendremos disponibles juegos desde la primera Xbox, incluyendo aquellos que ya habíamos adquirido en Xbox Live. Por cierto, Scarlett tendrá soporte para videojuegos físicos.
Reducción de tiempos de carga
Sony ya adelantó hace unos meses con las características de PlayStation 5 que esta nueva generación iba a girar sobre la oportunidad de hacer desaparecer los tiempos de carga. Microsoft lo confirma en este E3, señalando la importancia de los discos duros SSD dentro de la ecuación next-gen. Apuestan por el uso de este elemento de hardware como si fuese una RAM Virtual, con un rendimiento, según aseguran, "40 veces superior a la de la actual generación de consolas".
Potencia
Microsoft posee una estrecha colaboración con AMD, que se traduce en la incorporación de los chips AMD Ryzen Zen 2 (CPU) y Navi Radeon RDNA (GPU), este último con tecnología Ray Tracing. ¿En qué se traduce esto? Según Phil Spencer, se llegará a los 120 frames por segundo, con tasa de refresco variable que se traducirá en una "ultra-reducida" latencia y una resolución de hasta 8K. Además, será una máquina cuatro veces más poderosa que Xbox One X y poseerá memoria GDDR6.
Juego por streaming
Microsoft cuenta con una amplia experiencia en el sector online, y en Xbox Project Scarlett ya se ha confirmado que estará involucrado el mismo equipo responsable de Xbox Live. Uno de los grandes objetivos es que no sólo juguemos en la consola, sino que la propia consola se convierta en un servidor para que sigamos jugando donde queramos: ordenadores, móviles, tablets… Esto lo pondrá en marcha Xbox One con la tecnología Console Streaming (que han definido como "tu servidor xCloud personal y gratuito"). Conoceremos más detalles en el futuro. El servicio estará disponible este mismo octubre.
Mejores gráficos, mejor experiencia
Junto a la nueva información suministrada sobre Xbox Project Scarlett, los responsables de Microsoft también hablaron sobre Halo Infinite como videojuego de lanzamiento para la máquina, una gran apuesta para demostrar su potencia, pero también la menor latencia y mejorada fluidez de control. En este sentido, será una buena prueba para ver cosas como el uso de la tecnología de trazado de rayos, que promete convertirse en una de las claves de los videojuegos next-gen. Por supuesto, también será interesante comprobar cómo el nuevo hardware puede conseguir que los juegos originales de Xbox One brillen aún más gracias a la retrocompatibilidad. ¡Queda mucho por ver!
En comparación con PlayStation 5
Sony confirmó unas características muy similares a las de Xbox Project Scarlett: CPU AMD Ryzen de tercera generación, GPU Navi de Radeon con soporte Ray Tracing, gráficos 8K, unidad SSD para hacer desaparecer los tiempos de carga, soporte físico, retrocompatibilidad con PS4… A pesar de que algunos insiders dijeron que Scarlett será más avanzada, parece que si tenemos que buscar diferencias, las tendremos más bien en los exclusivos, calidad de servicios de suscripción y precio (que será un factor decisivo). La atención al usuario primará más que cualquier característica de hardware, porque ambas se presentan muy similares en dicho aspecto.