Cómo Borderlands se convirtió en la clave para prevenir enfermedades intestinales resolviendo secuencias de ADN

Cómo Borderlands se convirtió en la clave para prevenir enfermedades intestinales resolviendo secuencias de ADN

  • Gracias a él se mejoró en un 70% la precisión de bloques de alineación de ADN

  • La ciencia consiguió en mediodía lo que por otras vías habían tardado 10 años

1 comentario Facebook Twitter Flipboard E-mail
Borderlands3

A principios de 2020, apenas unos meses después de su lanzamiento, Borderlands 3 introdujo una actualización atípica. Lejos de añadir nuevos personajes o escenarios, lo único que sumó a la experiencia del juego de Gearbox fue una simple máquina recreativa. Una suerte de minijuego a lo Candy Crush que estaba lejos de convertirse en una excusa para seguir vendiendo copias del juego, pero un añadido que se transformaría en una revolución para la ciencia.

El minijuego se llamaba Borderlands Science y, de forma gratuita y con premios ingame que servían para nuestra aventura en Borderlands 3, supuso un hito sin precedentes en otro objetivo más allá de entretener a sus jugadores. En apenas medio día, consiguió que la ciencia completase cinco veces más secuencias de ADN microbial de lo que habían alcanzado en 10 años.

Donde no llega la ciencia, lo hacen los jugadores de Borderlands

Allá por 2015, en el marco de la GDC -una importantísima feria sobre desarrollo de videojuegos celebrada en San Francisco-, se producía un encuentro de lo más inusual. A un lado de la mesa estaba Randy Pitchford, fundador de Gearbox y la saga Borderlands. Al otro, un equipo de científicos de la Universidad McGill que habían llegado hasta allí con la intención de realizar una propuesta.

Borderlands 3

La idea era introducir un minijuego en Borderlands que, sirviéndose de la colaboración de los jugadores, ayudase de forma abierta y desinteresada al mundo de la ciencia con un problema que la informática y el análisis de datos automatizado no podía resolver: la alineación de secuencias de hebras de ADN microbiano sobre las que se apoyan el funcionamiento de nuestras dietas, la actividad intestinal, y las enfermedades relacionadas con ambas.

Pese a que parezca increíble, sólo el 43% de los microbios que pululan por nuestro cuerpo son de origen humano. El resto, más de la mitad que afectan de una u otra forma a nuestra salud y nuestro día a día, llegan al cuerpo por otras vías. Controlar, segmentar y monitorizar esos microbios resulta esencial para la ciencia, pero está lejos de ser una tarea fácil.

El problema está en que las cadenas de ADN de esos microbios pueden resultar muy similares entre sí, por lo que los análisis de datos automatizados mediante la ciencia computacional terminan derivando en peligrosas cadenas de errores capaces de echar por tierra todo el esfuerzo puesto en su estudio. Si las máquinas no podían conseguirlo, la única forma de solucionarlo era acudir a la gente.

Armas de colores y microbios intestinales

Es justo ahí cuando entra en juego Borderlands Science. La idea parte de recoger todas esas secuencias de ADN corruptas por un análisis inicial, convertirlas en una suerte de juego de puzles al estilo match-3, e invitar a que sean los jugadores los que encuentren y corrijan los errores producidos por ese automatismo.

Una vez completado el desafío, los datos vuelven a extraerse para adaptarlos no sólo a nuevos niveles cada vez más complejos, sino también al propio sistema que aprovecha la información para caer en menos errores la próxima vez que se enfrente al reto de secuenciar el ADN.

Borderlands Science
"Combinadas con algoritmos clásicos, las técnicas de computación en masa pueden utilizarse con éxito para ayudar a mejorar la precisión de la alineación de secuencias múltiples. Nuestros resultados muestran que las soluciones enviadas contribuyeron a mejorar la precisión de hasta el 70% de los bloques de alineación... Esto sugiere que los enfoques de ciencia ciudadana pueden utilizarse para aprovechar los miles de petaflops de cerebro humano que se utilizan cada día al jugar".

Aunque el experimento fue la prueba perfecta de hasta qué punto este tipo de sistemas pueden convertirse en toda una revolución para la ciencia, en realidad alcanzar ese nivel de colaboración con las compañías de videojuegos es una tarea más compleja de lo que debería.

Tal y como recogía uno de los integrantes del proyecto, "el intercambio de datos con la industria es muy complicado y depende mucho de las conexiones que tengas. Sería interesante si pudiéramos convencer a las compañías de videojuegos de que esto sería una buena iniciativa de responsabilidad social corporativa que más de ellas podrían y deberían hacer, y podrían hacerlo fácilmente. Pero, de nuevo, ahora mismo, creo que es un camino muy frágil y precario".

En 3DJuegos | ¡Borderlands 4 es real! El looter shooter por excelencia vuelve a la carga con tráiler y ventana de lanzamiento

En 3DJuegos | Tenía miedo de ver Borderlands por sus críticas, pero no es el desastre absoluto que pintan. La película no te cambiará la vida, pero entretiene. Crítica sin spoilers