Que las inquietudes de la Generación Z han cambiado la forma en la que vemos el mercado laboral es algo que la industria, especialmente la tecnológica, lleva años alertando. Para este CEO que soñaba con crear una empresa a lo Google que atrajese a los jóvenes de la Generación Z, esa lección ha llegado por las malas mediante la renuncia silenciosa de una de sus empleadas.
Tal y como recoge en Business Insider, para muchos Millenials en grandes puestos de dirección la idea de crear un ambiente diversificado y divertido, con oficinas modernas y abiertas enfocadas al entretenimiento y la comodidad de sus empleados, era más que suficiente para captar la atención de la Generación Z. Sin embargo, cuando una joven empezó a trabajar con él, apenas duró una semana y no hubo nada que su cultura empresarial pudiera hacer para evitarlo.
La renuncia silenciosa de la Generación Z
Asegura que tras varias reuniones de Zoom, y pese a que tanto su currículum educativo como experiencia estaban alineados con el trabajo, aquella relación era como cubrir un agujero redondo con un cubo. Pese a que había empezado como becaria con la posibilidad de quedarse en la empresa cuatro meses después, la joven de la Generación Z hizo una renuncia silenciosa una semana después de empezar y abandonó la compañía cuatro meses después.
Aunque el término a menudo se confunde con el abandono del trabajo, la renuncia silenciosa hace referencia a limitarse a lo que marca el contrato laboral a nivel de horas y tareas, lo que desde la Generación Z se ha aupado como una decisión lógica en la que establecer límites que salvaguarden su salud mental y bienestar en el trabajo, y desde los puestos directivos se postula como una demostrada falta de ambición y colaboración para crecer en la compañía.
Enfocando a la joven trabajadora hacia campañas en redes sociales, el CEO reconoce que durante sus primeras entrevistas ella reconoció su intención de explorar otras opciones dentro de la empresa para comprobar dónde podía resultar más útil mientras acumulaba aprendizaje y experiencia. El error, según él mismo apunta, fue creer que los jóvenes de la Generación Z se atan a lo que han estudiado o trabajado anteriormente tal y como se ha hecho hasta ahora.
Lo que le demostró lo ocurrido, en cambio, es que esa está lejos de ser su forma de ver el mundo laboral, y que parte de su trabajo como jefe consistía en saber motivar lo suficiente más allá de ofrecer desayunos o entretenimiento en la oficina: "Aunque no fuese capaz de retener a mi primer becario, sí retengo todas las lecciones que ella me enseñó. Siempre le estaré agradecido por ello".
Imagen | Qwertrex en Midjourney
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