Su creador se llamaba Royal H. Burpee, y el famoso ejercicio que ha abrazado el mundo del crossfit, las rutinas HIIT y los personajes de dudosa reputación, en realidad es parte de su tesis doctoral. En realidad los burpees se crearon para poder evaluar de forma rápida el nivel de forma física de una persona, así que la idea detrás del ejercicio era medir la frecuencia cardíaca en reposo del sujeto y compararla con el tiempo que se tardaba en volver a la normalidad tras realizarlo.
De hecho, el secreto detrás de los burpees estaba precisamente en algo que se ha perdido con el paso del tiempo. Una plancha que actuaba como protagonista en una rápida sucesión en la que pasar de estar de pie a cuclillas, de ahí a la plancha, de ahí a cuclillas otra vez, y luego de vuelta a la posición erguida. Esos eran los burpees originales. Ni tenían saltos ni tenían flexiones, y fueron creados por un mileurista.
Burpees sin salto creados por un mileurista
Al crear el ejercicio y publicarlo en su tesis doctoral de Fisiología Aplicada en 1939, Royal H. Burpee trabajaba como candidato a doctor en la Universidad de Columbia, y es precisamente gracias a ese punto desde donde hemos podido acceder a los datos para intentar descubrir cuál era su sueldo aproximado. Lamentablemente no tenemos la cifra exacta, pero hay razones suficientes para creer que el creador de los burpees estaba cerca de ser lo que hoy en día se conoce como mileurista.
Según la RAE el término hace referencia a alguien que percibe un sueldo mensual que se sitúa en torno a mil euros y generalmente se considera por debajo de sus expectativas profesionales. Así que vamos a intentar analizar la situación de Royal H. Burpee y la de la época para descubrir si entraría dentro de esa categoría.
Teniendo en cuenta que el salario medio en Estados Unidos en 1939 era de 1.368 dólares, que actualmente la media de ingresos como candidato a un doctorado en la Universidad de Columbia es inferior a la media estatal, y que tuvo que buscarse un segundo trabajo para poder mantener sus estudios…
Sí, es probable que en aquella época el inventor de los burpees se considerase "mileurista". Especialmente teniendo en cuenta que hasta tuvo que acudir a su pareja para poder transcribir la tesis a máquina y que esta acabó hasta las narices de los malditos burpees.
Sin embargo, aquello no le impidió dar forma a un ejercicio que se ha convertido en un fenómeno global que hoy practican millones de personas en sus rutinas diarias, especialmente quienes buscan opciones versátiles e intensas para practicar en cualquier momento y lugar. Eso sí, es más que probable que, lamentablemente para su recuerdo, no esté muy orgulloso de cómo se ha pervertido su idea inicial.
Cómo la Segunda Guerra Mundial cambió los burpees
Pese a que el ejercicio creado por Royal H. Burpee era distinto, y fue creado con la intención de realizarse sólo cuatro burpees para poder medir la respuesta cardíaca, la llegada de la Segunda Guerra Mundial lo cambió por completo.
Como el ejército de Estados Unidos necesitaba medir de alguna forma el estado físico de sus nuevos reclutas, crearon un programa de desafíos entre los que, además de otros ejercicios, también estaban los burpees.
El test demandaba hacer el mayor número de burpees en 20 segundos, y sólo quienes conseguían realizar 12 o más en ese tiempo se consideraban buenos reclutas. Tal y como recogía su propia nieta en una entrevista, la idea no entusiasmaba a Royal H. Burpee.
"El ejército modificó su ejercicio original a una versión más rigurosa, y en la segunda edición de su libro, él recomendó que la versión original (realizar 4 ejercicios estándar) se utilizara para todos aquellos cuya salud cardiovascular es desconocida. Él estaba particularmente preocupado por las personas no aptas que intentaban hacerlo, ya que temía que carecieran de la fuerza central necesaria".
Con el paso de los años el reto fue creciendo y variando, no sólo llegando hasta pedirse realizar el mayor número de burpees en un minuto en el ejército allá por 1946, sino también modificando los movimientos para añadir acciones como la flexión en vez de la plancha, o el salto posterior a la posición erguida. El resto de la historia de los burpees, su relación con el mileurismo, y la necesidad de dar o no un salto, por suerte o por desgracia, ya la conocéis.
Imagen | Geoff9999 en Midjourney
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