Siguiendo una tendencia que ya lleva tiempo poniendo en jaque a la industria alimentaria de Japón, el cambio en las costumbres de la Generación Z está llevando a los jóvenes de occidente a abrazar una de las mejores revoluciones que se han sacado bajo la manga. Según un estudio reciente, el porcentaje de jóvenes de la Generación Z que optan por la sobriedad o las bebidas con un índice bajo de alcohol ha alcanzado un hito histórico.
En una encuesta realizada por la Universidad de Oxford y Heineken entre 11.842 adultos de países como Reino Unido, Japón, Brasil, Estados Unidos y España, el 34% de la Generación Z reconoce haber recibido buenas críticas entre su grupo social por haber elegido consumir bebidas sin alcohol en sus acontecimientos sociales. A diferencia de lo ocurrido con anteriores generaciones, no sólo están abiertos a ese hábito de consumo, también lo categorizan como la opción más "cool". Bajo la premisa del Dry January, el movimiento aconseja abandonar las bebidas alcohólicas en favor del 0.0.
La Generación Z cambia la fiesta por el Dry January
El resultado no sólo es consecuencia de un giro hacia cómo los jóvenes han convertido la importancia por la salud en una prioridad en su vida social y privada, también la necesidad de explotar más sus aficiones como una herramienta para conocer gente nueva y cultivar amistades. Tal y como ocurría en Japón y sus cerveceras, la cultura del bar está virando hacia otras alternativas.
Una de las más singulares se destaca en el auge de opciones como el Chaotic Good Cafe de Manhattan, que de un tiempo a esta parte se ha convertido en un centro neurálgico entre los jóvenes de la Generación Z en el que se reúnen para jugar a juegos de mesa o disfrutar de partidas RPG, acompañados de un buen café y disfrutando del ambiente cozy que ofrecen lugares como estos.
Es una revolución social que poco a poco va abandonando bares y discotecas, de la mano de un descenso significativo de la venta de bebidas alcohólicas, en favor de otros nuevos espacios que apuestan por la diversión desde una perspectiva más sobria y calmada en el que, además, el estigma de optar por otro tipo de bebidas sea cada vez menor.
Lo que antaño era salir de fiesta y beberse hasta el agua de los floreros, ha saltado a opciones más calmadas en las que mantener una conversación con amigos como en el caso de los RPG, resucitando también tendencias casi abandonadas como los clubs de lectura y otras alternativas.
Imagen | Puckglobal en Midjourney
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