Este nuevo monitor de Philips demuestra que OLED no siempre es mejor, y además admite los 4K a 160 Hz o FullHD a 320 Hz. Análisis del Philips Evnia 27M2N3800A

En la actual fiebre por los paneles OLED, parece que hemos olvidado lo que un buen IPS puede ofrecer. Y no lo digo solo por el precio o la fiabilidad, sino porque en el día a día hay detalles muy prácticos que marcan la diferencia. Desde el primer momento que conecté este Philips Evnia 27M2N3800A a mi equipo, me llamó la atención lo bien que aguanta el brillo en escritorio, cómo los blancos se ven limpios y sin los matices azulados o rosados que muchas veces noto en este tipo de paneles con los que he trabajado y que triplican el precio. Adoro el OLED, pero para un uso mixto como el mío, en el que a veces juego y a veces trabajo, creo que un IPS puede dar un genial resultado en brillo sin limitaciones, en los blancos y por una fracción del precio.

La apuesta de Philips aquí es interesante. Este Evnia quiere ser útil en todo: tiene un modo dual que te permite alternar entre resolución 4K a 160 Hz y Full HD a 320 Hz con solo un botón. Es como tener dos monitores en uno. No es la primera vez que pruebo ya este modo dual, pero sí que llegue a esos 320Hz, que pueden ser muy interesantes para aquellos que no quieren excusas a la hora de conseguir la mejor precisión y tiempo de respuesta. Para los juegos más demandantes, el 4K a 160Hz me ha sido más que suficiente, ya que pocas veces consigo mejores fps que esta capacidad de refresco con mi RTX 5080, y además la fidelidad de imagen en el Evnia ha sido genial. Pero, como digo, mi perfil con un monitor no es solo el de jugador; paso mucho tiempo redactando textos, navegando, editando vídeo y me gusta poder enchufar el Mac también. Y es precisamente en este uso mixto en el que el Evnia me ha terminado de convencer, sobre todo en el rango de precio en el que se mueve.

El panel Fast IPS de 27 pulgadas mantiene el tipo en ambos casos, con un tiempo de respuesta de 1 ms que baja hasta 0,5 ms si activas el modo Smart MBR. Aquí hay que hacer una pequeña concesión: al usar Smart MBR para reducir las estelas en los movimientos rápidos, la pantalla pierde algo de brillo, pero en la práctica, cuando estás metido en una partida, no lo he notado como un problema real. El brillo máximo alcanza 450 nits y está certificado con HDR400. Y esto me encanta porque consigues un brillo en SDR que ya te digo que puede mostrar las vergüenzas de paneles OLED más avanzados, sobre todo navegando por el sistema operativo, en los que el famoso ABL limita la capacidad máxima del brillo del monitor por seguridad. Claro que no llega a los negros absolutos de un OLED, claro, pero estoy escribiendo este mismo texto sobre fondo negro y os puedo asegurar que es más que decente; en esto influye el tratamiento SmartContrast ayuda a mejorar las escenas con cambios rápidos de luz y, en general, la experiencia es muy consistente.

En cuanto a cobertura de color, también es muy bueno. El Evnia cubre un 130 % de sRGB, un 90 % de AdobeRGB y un 95 % de DCI-P3, lo que lo hace más que válido para edición de foto y vídeo a un nivel semi-profesional. He estado haciendo algunas calibraciones en distintos escenarios y la fidelidad en modo sRGB es más que correcta, con un Delta E <2 que da confianza incluso a los usuarios más exigentes. Además, tratándose de un 27 pulgadas, quizá no impresione tanto como un 32, pero la densidad de píxeles de 163 PPI se traduce en una nitidez excelente, tanto en juegos como en tareas de oficina.

Philips ha añadido además unas cuantas funciones orientadas al gaming. Stark ShadowBoost ilumina las zonas oscuras sin sobreexponer las áreas claras, algo que vas a agradecer con los juegos más oscuros. Luego tiene las típicas funciones que ya acostumbran a implementar todos los monitores y que a mí personalmente me parecen un gimmick e incluso un poco trampa, como el Smart Sniper que permite hacer zoom en áreas concretas o el Smart Crosshair, que cambia automáticamente el color de la mira según el fondo. Todo esto se puede configurar desde la aplicación Evnia Precision Center, que tiene perfiles específicos para cada género y permite guardar ajustes personalizados.

En conectividad, el monitor viene bien servido con dos puertos HDMI 2.1, un DisplayPort 1.4 y salida de auriculares. En mi caso, lo he conectado tanto al PC, el Mac como a la PlayStation 5 y he podido disfrutar de 4K a 120 Hz sin ningún problema. Eso sí, he echado muchísimo de menos una conexión USB-C con Power Delivery para enchufar rápidamente el portátil y las PC Handhelds. Los altavoces integrados de 2 W no son nada del otro mundo, pero sigo siendo de la opinión de que unos altavoces, por limitados que sean, ayudan en algunas pruebas. En cuanto a su ergonomía también me ha convencido porque el soporte permite ajustar la altura hasta 130 mm, inclinarlo entre -5 y 20 grados, girarlo ±30 grados e incluso colocarlo en vertical gracias al pivote de 90 grados. Eso sí, no soy nada fan de las peanas en forma de V y, aunque siendo un 27 pulgadas no es tan prominente, aquí tampoco ayuda a conseguir la mayor estabilidad, ya que tiende a cabecear un poco. Siempre puedes montarlo en un brazo VESA de 100x100 mm si lo prefieres.

Philips Evnia 27M2N3800A - Monitor para Juegos Ultra HD de 27 Pulgadas, 160 Hz, 0,5 ms MPRT, HDR400, compatibilidad con G-Sync (2 HDMI 2.1, 1 DisplayPort 1.4, concentrador USB), Color Negro y Gris

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Está claro que este Philips Evnia 27M2N3800A no busca competir en las gamas más avanzadas de los monitores actuales, pero precisamente creo que ese ese su punto fuerte, porque gracias a seguir apostando por el IPS (y yo ya os digo, por mucho OLED que me fascine siempre habrá también un IPS en mi escritorio) logra competir con un precio de solo 349 €. Me ha sorprendido lo bien que equilibra todas sus facetas. Es un monitor camaleónico que en el tiempo que lo he tenido me ha servido para todo. Y sí, claramente Philips busca ofrecer una experiencia gaming con ese modo dual, tanto para quienes buscan fluidez en títulos competitivos como para quienes quieren disfrutar de la espectacularidad de un juego a 4K. Sin embargo, no hay que subestimarlo como monitor para todo lo demás: también responde con nota en ofimática, contenido multimedia y tareas creativas. Es, en definitiva, un monitor versátil y equilibrado que puede sorprenderte más allá de lo que esperas en su rango de precio.

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