Todo el mundo sabe que la competencia en la industria de los videojuegos es necesaria, pero eso no quiere decir que una compañía no quiera sacar del mercado a su principal rival. En esta caso Microsoft estaba dispuesta a mucho con tal de fortalecerse en el mercado de las suscripciones, y valoró seriamente la adquisición de SEGA y otras grandes empresas.
Sin embargo, lo que pretendían hacer con Sony iba más allá. Un email interno de 2019 de Microsoft revela que querían impulsar Xbox Game Pass a cualquier precio, incluso si dejaba "a PlayStation fuera del negocio". Resulta que Matt Booty, jefe de Xbox Game Studios, intentó convencer a Tim Stuart, director financiero de Xbox, para luchar contra Sony en el aspecto de los servicios de suscripción.
Desvelado en el juicio de la FTC contra Microsoft
"Nosotros (Microsoft) estamos en una posición muy única para poder ir a gastar hasta dejar a Sony fuera del negocio", señala en relación a gastar entre 2.000 o 3.000 millones con el objetivo de adelantarse a la competencia en atraer contenido. "En este momento, es prácticamente imposible que alguien ponga en marcha un nuevo servicio de streaming a gran escala", comenta Booty vía The Verge.
El mandamás de Xbox Game Studios opinó también sobre la competencia de Microsoft en ese momento: "En juegos, a Google le faltan de 3 a 4 años para poder tener un estudio en funcionamiento. Amazon no ha demostrado capacidad para ejecutar contenidos de juegos. El contenido es la única baza que tenemos, en términos de un catálogo que funciona en los dispositivos actuales y la capacidad de crear nuevos. Sony es realmente el único que podría competir con Game Pass y nos lleva 2 años de ventaja y 10 millones de suscriptores".
Microsoft no quiso sacar los juegos propios de lanzamiento en Game Pass
Una de las opciones que valoraba Microsoft en Xbox Game Pass era no lanzar los juegos propios el día de su lanzamiento, pero Matt Booty estaba en contra de esa idea. "Será difícil convencer a la gente de que cosas como Mixer o xCloud tienen muchas posibilidades de sobrevivir al escrutinio", comentó en 2019, cuyo correo se ha mostrado en el juicio contra la FTC.
En aquel entonces, los de Redmond pretendían gastar entre 2.000 y 3.000 millones, pero a mediados de 2020 Microsoft compró Bethesda por 7.500 millones y está intentando cerrar la fusión de Activision Blizzard por la cual pagarían un total de 68.700 millones de dólares. De todos modos, tampoco podemos olvidar que se valoró la compra de otras grandes empresas como SEGA, Bungie (propiedad de Sony ahora) e IO Interactive, entre otras más.
Microsoft también sondeó la posible adquisición de otros estudios algo más pequeños, pero muy talentosos. En la lista de abajo encontramos a equipos como Ember Lab, creadores de Kena: Bridge of Spirits, Fatshark, desarrolladores de Warhammer Vermintide 2 y Darktide, Hazelight Studios (It Takes Two, A Way Out), Hello Games, que hicieron No Man's Sky, Moon Studios, los creadores de los juegos de Ori, Mundfish (Atomic Herart), Striking Distance Studios (The Callisto Protocol) y Team Cherry, los que están desarrollando Hollow Knight Silksong.
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