Unity, el gran motor gráfico, competidor de Unreal Engine y una opción la mar de interesante para los desarrollos independientes, gratis o de bajo presupuesto, anunció ayer la bomba: aplicaría una tarifa de hasta 20 céntimos a los estudios por descarga. Una locura supina que incendió las redes sociales y que antes de que el incendio llegue a sus oficinas, la propia compañía ha querido salir a aclarar el desaguisado y recoger mínimamente el cable. Sin embargo, el cabreo es cada vez más extendido.
Como comentábamos, la compañía estadounidense había fijado una serie de tarifas para los estudios de desarrollo que trabajasen con Unity y que deberían pagar en base al tipo de suscripción que contratasen. Desde 10 céntimos si accedes al plan más caro, hasta los 20 céntimos para el plan gratuito o de bajo coste. Ante el descalabro de la noticia, Marc Whitten, ejecutivo de Unity, se ha reunido con el medio anglosajón Axios para arrojar luz sobre este plan "a lo Netflix" y sus requisitos en un intento de calmar las aguas.
¿De verdad Unity cobrará por instalación? Sí, pero con matices
Lejos de ser una broma, esta denominada "Tarifa de tiempo de ejecución" sigue adelante dentro del estudio, pero Whitten ha aclarado que ese "pago por instalación" solo afecta a la primera instalación del juego. Así pues, un estudio no tendrá que pagar porque un mismo jugador instale dos veces un juego. Como hemos dicho, se aplica a la primera instalación.
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Eso sí, una de cal y otra de arena. Si bien esa primera instalación de un juego es estanca, es decir, se fija en el calendario y no se aplican cargos extras, si se instala dicho juego en un segundo dispositivo, sí que se aplicará un nuevo cargo. Por ejemplo, si has instalado un título X en tu PC y decides hacer lo propio en tu Steam Deck o ROG Ally, Unity lo contará como dos instalaciones, aunque sean de un mismo usuario, y exigirá al estudio el pago pertinente.
Por otro lado, las demos también entran dentro de esta exigencia de pagos, no los early access. Unity ha confirmado que las demostraciones de juegos, a no ser que dicha instalación incluya el juego completo como en el caso de los accesos anticipados, se acogerán a los mismos requisitos.
En caso de los juegos de Game Pass, un importantísimo campo de batalla y una relevante fuente de ingresos para los estudios de desarrollo, se verán afectados en parte. Pongamos la situación del desarrollador Aggro Crab, una de las voces más críticas con la situación. Si un estudio ha lanzado su juego en Game Pass, no se le cobrará a la compañía sino a Microsoft, o Sony en caso de PlayStation Plus.
Una bola de demolición que afecta a gran parte de la industria
Genshin Impact o Escape From Tarkov son dos de los muchos juegos que están edificados sobre el motor de juego Unity. Una herramienta súper atractiva para los pequeños equipos de desarrollo que se han visto desde la tarde de ayer desamparados y con un futuro incierto. Según recoge Axios, Marc Whitten esperaba que esta aclaración disipase los temores de los estudios, pero la línea de debate en RRSS está lejos de ser apacible.
"No es divertido recibir un montón de comentarios enojados en un día en particular. Y creo que necesitábamos aclarar algunos de estos detalles", añade Unity en medio de la bola de demolición que ellos mismos han lanzado. Sea como sea, la compañía estadounidense tiene un último dato, más bien promesa: "alrededor del 10% de los desarrolladores de Unity terminarán teniendo que pagar alguna tarifa". Veremos si esto relaja los ánimos.
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