Por desgracia, el mercado de los videojuegos es una de las tantas víctimas de la especulación. Los que disfrutan coleccionando títulos retro lo sabrán de sobra: para obtener experiencias de antaño, a veces es obligatorio desembolsar cifras totalmente exageradas. Y esto es lo que pasó con la colorida aventura Circus Lido entre finales del siglo pasado y principios del actual; un caso que fue especialmente destacado en la industria por cómo pinchó su propia burbuja de precios desorbitados en cuestión de días. Y todo por una decisión bastante cuestionable.
Antes de continuar, vale la pena recordar algunas de las características que definieron el desarrollo y lanzamiento de Circus Lido. Porque hablamos de una simpática pero poco memorable aventura ideada por el equipo de Uni Post que llegó al mercado allá por 1991 tras un periodo de promoción prácticamente nulo. Lo más destacado de este título, no obstante, es que se estableció como una de las experiencias que nutrían el catálogo de PC Engine; videoconsola lanzada inicialmente en Japón que intentó competir contra Nintendo y SEGA a principios de la década de los 90. Dicho de otra manera, la escasa publicidad del juego y su exclusividad con PC Engine hicieron que los coleccionistas anhelaran una copia de la peripecia. Y si a esto le sumamos una distribución aparentemente insuficiente en cuanto a unidades, la especulación no tardó en salir a escena.
Una aventura que destacó, pero no por sus mecánicas
El hecho de que Circus Lido fuera una obra deseada por los coleccionistas de la época no tenía nada que ver con lo memorable de su experiencia o las vicisitudes de su desarrollo. A fin de cuentas, y como se observa en el gameplay publicado por The VideoGames Museum en YouTube, se trataba de una aventura protagonizada por un camaleón llamado Leon que debía progresar a lo largo de diferentes niveles capturando bichos y entregándolos a unas plantas carnívoras. Como puedes imaginar por las características fisiológicas de este animal, el protagonista del juego podía usar su lengua para atrapar insectos y escupirlos de vuelta (lo que, a su vez, permitía provocar choques entre criaturas para que quedaran atontadas temporalmente).
Cualquier intento de adquisición de Circus Lido se convertía en una búsqueda exhaustiva por tiendas que, generalmente, no habían recibido ni una copia del juego.
Pero, tal y como recuerdan desde Video Game Den, lo que realmente llamó la atención a la comunidad de jugadores fue la irrisoria cantidad de unidades de Circus Lido que se distribuyeron en tiendas. Aunque el título gozó de una pequeña promoción en revistas japonesas, cualquier intento de adquisición se convertía en una búsqueda exhaustiva por locales especializados que, generalmente, no habían recibido ni una copia del juego de PC Engine.
Así que, como es tristemente habitual en estos casos, Circus Lido no tardó en sufrir la especulación que tantas veces hemos visto en el sector de los videojuegos. Debido a la escasa cantidad de unidades existentes en el mercado, algunos usuarios decidieron acaparar copias del juego para venderlas posteriormente a precios que llegaban hasta los 3.500 euros. De este modo, los que estaban verdaderamente interesados en su valor como producto de PC Engine se veían en la obligación de pasar por el aro si querían completar su colección con la aventura del camaleón.
Una cuestionable decisión de distribución
Sin embargo, toda esta situación cambió a principios de los 2000. En cuestión de días, Amazon Japón empezó a promocionar muchas unidades de Circus Lido con el precio original que se ofrecía en tiendas; un fenómeno sorprendente para la comunidad coleccionista que, a su vez, provocó un declive significativo en todas las unidades del juego que se estaban ofreciendo por costes fuera de lo normal. Evidentemente, los apasionados del sector no tardaron en aplaudir este giro de los acontecimientos y aprovecharon el momento para adquirir Circus Lido sin invertir todos sus ahorros en ello.
Ahora bien, ¿qué había pasado exactamente?¿De dónde salieron esas unidades adicionales de Circus Lido? Según parece, todo se debe a una cuestionable decisión de distribución de Uni Post. En lugar de poner el título en las estanterías de las tiendas de videojuegos, la compañía había decidido colocar la peripecia del camaleón exclusivamente en las librerías. De este modo, el problema no era que Uni Post hubiera fabricado pocas unidades de Circus Lido, sino que las había repartido por los locales equivocados. Con el tiempo, las copias no vendidas terminaron apareciendo en el inmenso catálogo de Amazon Japón, lo que fue ampliamente celebrado por los fans del coleccionismo de videojuegos.
Como puedes imaginar, este particular acontecimiento hizo que los especuladores abandonaran su afán de vender Circus Lido por cantidades ridículamente elevadas. Lo que, una vez más, evidencia el frágil suelo en el que se asienta el mundo de la especulación de videojuegos. ¿Recuerdas los 3.500 euros que alcanzaron algunas copias de Circus Lido en su momento más crítico? Tras la distribución sorpresa a través de Amazon Japón, estas cifras cayeron hasta los 50 euros.
Vía | Jeux vidéo
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