A todos nos sorprendió que la presentación de los iPhone 15, la nueva generación como reemplazo anual del modelo anterior, los de Cupertino se subieran a la moto del videojuego mainstream, aquel "vende-millones", y anunciase la llegada de Resident Evil 4 Remake o Death Stranding a sus sistemas. Si bien, al final del día no es sino una estrategia de marketing para sacar pecho de los procesadores Bionic A17, esto nos abrió una duda: Apple y videojuegos, ¿es una relación que puede funcionar? El camino ya se ha comenzado a recorrer, y quizá la respuesta pase por parecerse más a Valve.
Jugar a videojuegos en un MacBook, a pesar de contar con un rendimiento sobresaliente en todos los aspectos y un hardware potente, es una tarea casi imposible. Si entramos en Steam y echamos un ojo a los juegos disponibles, tenemos casi 100.000 al alcance de un clic, con un pago por medio para algunos de los juegos, pero solo 18.000 funcionan en MacOS.
Sigue siendo un número alto. Quiero decir, rozar los 29 mil juegos no es malo de base, pero al margen de Baldur's Gate 3 o Lies of P, juegos que podrían sacar jugo del mercado reciente, los demás no venden la ingente cantidad que podrían haber vendido en su momento. En Steam puedes jugar a Garry's Mod con total tranquilidad en tu flamante Mac; ¿quizá una partidita a BioShock Infinite? Puedes, pero ¿qué posibilidades hay de robar un trocito del mercado o llamar la atención de los jugadores? Poca o nula.
Apple ya ha hecho movimientos para ser una gigante del videojuego
El panorama con la compañía es compleja porque en sí, Apple goza de un lugar privilegiado: es su propia compañía multiplataforma. Tiene MacOS e iOS como sus sistemas. Un parque de móviles y tablets enorme que no sabe sacar jugo de las posibilidades de distribución que tienen los de Cupertino. Incluso su plataforma, Apple Arcade, demuestra ganas por, no meter la patita, lanzarse de cabeza al videojuego como plataforma importante, lejos de ser de nicho o una opción de segunda.
El acercamiento con Capcom o Kojima Productions, pero más con estos primeros, demuestran el poder de su hardware, pero también las posibilidades de la compañía si se pusieran en serio con los juegos mainstream del mercado. Con los nipones, por ejemplo, Apple se aseguró de que éstos creasen una interfaz especial y personalizable para que el juego sea disfrutable en dispositivos con pantalla táctil. Incluso en términos estrictamente visuales, los modelos más acotados en hardware hacen uso de concesiones visuales como un suavizado TAA mucho menos marcado, o texturas de baja resolución.
Además, la propia Apple lanzó el pasado junio una tanda de herramientas para facilitar el port de los juegos al ecosistema Mac. Estos incluían desde compiladores para traducir la API DirectX12 a Metal, disponible dentro del paraguas de los de Cupertino y con facilidad de uso. "Nunca ha habido un mejor momento para llevar tu juego a millones de nuevos jugadores", mencionó Aiswariya Sreenivassan, ingeniero de Apple en la WWDC 2023. Los pasos se han dado, falta completar el camino y Apple debe cambiar de mentalidad.
Apple necesita ser más Valve
¿Por qué ha triunfado Steam Deck? No es un mal hardware, ni mucho menos. Incluso en su versión LCD, la que ahora mismo guardo en el cajón bajo la mesa donde escribo esto, hablamos de un cacharro que me ha dado horas de juego como el que más. Pero no por eso ha triunfado, sino porque Valve, lejos de lanzar su dispositivo como un anzuelo a la espera de que alguien lo coja, ha querido posicionarse del lado de los jugadores y los desarrolladores.
Hablamos de ideas como el sistema de verificación de Steam Deck, claro y directo, incluso atacando a la vista con una diferenciación de colores, para tender puentes entre los jugadores y su hardware; o su apoyo al sistema Linux para potenciar la compatibilidad de juegos con Proton y, por ende, ampliar su abanico de juegos compatibles. No hablamos de funciones como las reseñas o promociones como las ofertas de temporada, sino una relación constante donde prima la máxima de para que la gente quiera jugar en tu plataforma, tienes que beneficiar a aquellos que quieran jugar en ella.
Apple puede y tiene los recursos, no solo monetarios, sino de volumen de dispositivos en el mercado y herramientas para ello. La idea de tener tantísimas posibilidades y no darle salida no es como se triunfa. Tener un paraguas de opciones y esperar sentado a que vengan los desarrolladores y jugadores es, definitivamente, asumir que jamás se podrá mejorar.
Está claro que la visión de Apple es convertir a Mac, iPhone y posiblemente incluso iPad en plataformas destacadas para los juegos, pero para lograrlo, la empresa debe apartarse de sus viejas actitudes y obstáculos preimpuestos.
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