Vuelven las ratas, el sigilo y el drama en la ansiada secuela de A Plague Tale, y tras jugar cerca de cuatro horas, hay motivos de sobra para estar ilusionados con un videojuego de acción y aventuras que se ve escandalosamente bien.
Cuando ponen en tus manos una ballesta equipada con virotes de fuego y además tienes el poder de controlar a una legión de ratas sedientas de sangre, lo normal es sentirse tan poderoso que nada ni nadie te asuste. Pero lo genial de A Plague Tale: Requiem es que aún a pesar de darte más opciones para escapar y protegerte de la muerte, en ningún caso desaparece la angustiosa sensación de fragilidad que tan bien funcionó en el juego original. He guiado a las ratas para que devoren cruelmente a soldados a los que también he incinerado sin compasión alguna y sin embargo, nunca he dejado de caminar con miedo a la muerte. Amicia y Hugo se han vuelto más fuertes en la secuela del notable A Plague Tale: Innocence, pero no dejan de ser niños enfrentados a un ejército todopoderoso, por lo que el sigilo sigue siendo su mejor opción. Y creo que es algo que Asobo Studios ha entendido muy bien en esta nueva aventura que he tenido el placer de probar a pocas semanas de su lanzamiento. Pero hay otros muchos detalles que me han encantado tras pasar cuatro horas con Requiem, empezando por la mayor libertad de acción.
Los escenarios que he explorado situados en una parte ya avanzada de la historia no solo son más grandes que los del original sino que también ofrecen más alternativas a la hora de sortear sus obstáculos. En este sentido me ha recordado a una de las sagas de mi infancia, la mítica serie Thief, porque puedes hacer esa clase de "perrerías" que tanto nos gustan a los fans del videojuego. Me refiero, por ejemplo, a apagar el farol de un soldado para que las ratas se lo coman en un segundo; o prender fuego a parte del escenario carbonizando a los enemigos; o guiar los pasos de las ratas con nuevos ingredientes alquímicos para apartarlas del camino… o para que se coman a otros soldados. Otra cosa no, pero comer comen como nadie. A lo que voy es que no hay una única vía de escape para alcanzar tu objetivo, e incluso hay margen para la improvisación. Un plan que sale mal puede llevarte por una ruta muy distinta a la que tenías planeada, pero tal vez, más efectiva. Y esos detalles están genial.
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Lo que no cambia es esa sensación de fragilidad de la que os hablaba antes porque incluso cuando te acompaña un soldado capaz de matar a cualquier enemigo, tú actúas con cierto miedo a la muerte. Y esa es la clave. Puedes ordenarle que cargue contra cualquier rival pero a cambio sabes que el ruido de la lucha va a atraer la atención de muchos otros soldados. Y claro, escapar será -posiblemente- más difícil. Sin olvidar que el pobre Arnaud se verá superado y acabará muriendo. Fin de la partida. Aún así, si prefieres una aproximación más sanguinaria el juego pone las herramientas a tu disposición para que seas bastante creativo matando a cuantos te rodean. También es divertido si lo juegas así; pero no olvides que el sigilo es tu mejor aliado incluso en este escenario más violento.
Lo que me ilusiona de A Plague Tale: Requiem
Una de las cosas que más me impresionaron del primer A Plague Tale fueron sus escenarios, con algunas estampas absolutamente espectaculares que te dejaban sin aliento. Y visto lo visto no parece que Requiem vaya a perder esa capacidad de asombro. De entrada me ha sorprendido la variedad de paisajes por los que me he movido en apenas cuatro horas, recorriendo hermosas praderas floridas, frondosos bosques mediterráneos, zonas áridas y hasta una playa a orillas del Mediterraneo instantes antes de que una tormenta descargue su furia sobre nosotros. Si eres un apasionado del modo foto en videojuegos te volverás loco sacando instantáneas allá donde vayas. Pero más allá de la espectacularidad y realismo de los paisajes, lo mejor que puedo decir de estos escenarios es que dan mucho juego a la hora de explorarlos y ocultarse en ellos.
El sigilo cobra mayor protagonismo acercándose mucho más a la experiencia que tendríamos en cualquier aventura de infiltración
La sensación que tengo con esta secuela es que el sigilo cobra mayor protagonismo acercándose mucho más a la experiencia que tendríamos en cualquier aventura de infiltración, con escenarios abiertos en los que hay enemigos por doquier y montones de zonas en las que esconderse. Hay tantos que viene genial la nueva habilidad de Hugo para detectar enemigos incluso a través de las paredes. Con esta y otras nuevas herramientas de "combate" de Amicia, además de escenarios más interactivos, escapar furtivamente de la atenta mirada de los enemigos es una experiencia si cabe más divertida. La pega es que, al menos en esta demo, la inteligencia artificial de los soldados no siempre mostraba su mejor cara, con algunas situaciones en las que se les puede engañar fácilmente. En otras, sin embargo, cuando generamos mucho ruido o descubren un cadáver, los enemigos colindantes entran en un modo alerta que les lleva a rastrear todo a su alrededor creando situaciones de infiltración de las que te ponen el corazón en un puño.
Más allá de moverse entre las sombras como ninjas, A Plague Tale también destacó en su momento por los puzles. ¿Qué os puedo contar al respecto? Pues que me habría gustado ver alguno más, aunque apunta buenas maneras. Como los escenarios son más grandes, parece que la solución al rompecabezas no siempre va a estar a la vista, lo que implica a veces sortear un mar de ratas usando el fuego a nuestro favor. Nada nuevo, al menos de momento, pero es innegable que Asobo sabe cómo crear situaciones de juego dramáticas en las que parece que el fin está cerca y no hay escapatoria posible. En este sentido, me ha sorprendido tanto el ritmo de la acción como lo bien que se intercalan los puzles con la narrativa y el sigilo. Es solo un atisbo de lo que esconde el juego, ¡pero qué bien pinta!
En lo puramente estético el juego no defrauda. Se ve escandalosamente bien, los escenarios son super bonitos, la plaga de ratas impresiona más que nunca, y también el fantástico diseño y modelado de los protagonistas y enemigos, especialmente en las cinemáticas, que están rodadas con un gusto exquisito. Además esta secuela llega con otra gran noticia bajo el brazo porque se ha confirmado que A Plague Tale: Requiem tendrá voces en español, aunque en esta demostración el juego todavía estaba en inglés. Pero como veis, estoy bastante ilusionado con lo que he visto.
Han sido solo cuatro horas de juego pero han sido tan intensas y divertidas que estoy como loco esperando el día de lanzamiento para descubrir todos los secretos que oculta una aventura que lo tiene todo para convertirse en uno de los grandes juegos de 2022. El regreso de Hugo y Amicia promete estar a la altura.