Poco importa que seas o no aficionado a la estrategia por turnos. Lo nuevo de los creadores de Castle Crashers y BattleBlock Theatre es tan divertido, tan absurdamente caótico, que resulta casi imposible no pasarlo en grande con este loco videojuego de The Behemoth. Con un desternillante sentido del humor y un adictivo multijugador, en el análisis de Pit People te hablamos del que es uno de los grandes lanzamientos de PC y Xbox One para 2018.
"¡Vas a morir!" Vocifera un grupo de asaltantes; ¡los comeniños se llaman! Y tú... ríes. Los recibes con una sonora carcajada. Es imposible no hacerlo cuando, entre sus armas, encuentras lápices de colores, tomates putrefactos, un idiota ensartado en un palo -¡tal cual!-, fajos de billetes o cualquier herramienta absurda que se os ocurra. Por no mencionar sus pintas. ¿Quién amenaza de muerte portando un retrete en la cabeza? Así ¡es imposible tomárselos en serio!, pero es la gracia de Pit People, el nuevo trabajo de los creadores de BattleBlock Theatre o Castle Crashers, que vuelven a recurrir al humor absurdo para dar vida a un desternillante videojuego de estrategia por turnos, al estilo XCOM, que sabe cómo divertir seas o no aficionado al género. Es una de las grandes fortalezas de un título que rara vez deja de sorprender, que rara vez deja de emocionar con su alocada acción y disparatadas batallas campales.
Cuando se desata la guerra ¡es un no parar! Un auténtico caos con el que es difícil no pasarlo bien, con el que parece imposible no sonreír, pero no por ello Pit People descuida las opciones tácticas propias del género. A primera vista su acción parece simple, más cuando ni tan siquiera tienes control sobre los objetivos a los que atacarán tus tropas; tú decides su posición en el tablero ¡y ellos harán el resto! Lo que no siempre es lo más sensato y, por ende, puede generar cierta frustración en momentos puntuales de la partida. Sin embargo, y a pesar de ello, hay mucha estrategia en este nuevo trabajo de The Behemoth que sorprende, de forma increíble, con las sinergias que puedes crear combinando las habilidades especiales de las tropas bajo tu mando, a las que además puedes equipar con un amplísimo y loco arsenal de armas de fuego, espadas, arcos y otras herramientas de muerte, ¡por absurdas que parezcan!, para que nada ni nadie os detenga en el campo de batalla. ¿Lo mejor? Hacer experimentos; probar nuevas e hilarantes tácticas de combate porque es así, haciendo locuras, como de verdad se disfruta de este nuevo trabajo de los autores de Alien Hominid.
Gameplay
Absurda genialidad
Lo decía antes. Es increíble cómo Pit People, con tan poco, consigue sorprenderte una y otra vez con su disparatada acción por turnos. Cada vez que te topas con un nuevo tipo de enemigo; cuando te encuentras por primera vez con una Humaraña, capaces de tejer telas de araña y portar sobre su espalda a otros soldados, o luchas contra un ejército de zombis ¡que resucitan pocos turnos después de morir!, o te plantas cara a cara frente a un gigantesco cíclope capaz de lanzarte por los aires de un golpe, todo sabe a nuevo en este alocado juego de estrategia. ¡Y es genial! porque afrontas la lucha con respeto, con cierto temor ante un enemigo desconocido, más si has activado la opción de Muerte Permanente, temiendo por la vida de unas tropas a las que posiblemente ya no vuelvas a ver con vida a poco que cometas un error. Es fácil hacerlo.
La acción de Pit People es frenética, rápida y ágil, pero también tocará pensar bien cada movimiento
A diferencia de otros títulos del estilo en Pit People mueves a todas tus tropas de un plumazo, en un único turno, logrando así que su acción sea frenética, rápida y ágil, pero también sesuda en el sentido de que debes mover a los héroes con sumo cuidado, buscando siempre una posición que no les deje vendidos ante los ataques de los rivales. ¿Portas escudo? Nada mejor para protegerte a ti y a los tuyos de las flechas; mientras que un soldado con casco resistirá como nadie los envites de los enemigos con espadas y otras armas afiladas. ¡Pero ojo!, que si atacan con mazas u otras armas romas de un porrazo te harán ver las estrellas. Y esto es solo el principio en un videojuego que es más profundo de lo que parece a simple vista, pues incluso hay que tener en cuenta el fuego amigo para evitar que los tuyos estallen en mil pedazos o mueran electrocutados.
La debilidad a ciertos elementos de la naturaleza, la capacidad de sortear obstáculos, el poder de engendrar criaturas monstruosas si cumples ciertas condiciones... hay mucho que tener en cuenta a la hora de crear el pequeño ejército que luchará en tu nombre, pudiendo optar por una configuración estándar, con un poco de todo, o bien apostar por escuadrones imposibles de esos que descoloquen a cualquier rival. Todo vale en un videojuego que ofrece gran libertad de acción para que des rienda suelta a tu imaginación y demuestre también que nadie te gana en ingenio. ¿Un ejército de robots, inmunes al veneno, acompañados de setas tóxicas? Es una de tantas combinaciones posibles en un juego que, eso sí, me hubiese gustado diera control sobre más unidades de forma simultánea, pues solo permite crear escuadrones de seis soldados, que pueden ser menos si se apuesta por tropas de mayor tamaño.
A la hora de la verdad, es cierto, tampoco necesitas mucho más para pasártelo en grande con un videojuego cuyo diseño de misiones es, en general, excelente. The Behemoth sabe cómo sorprender una y otra vez con desafíos más y más locos que, en algunos casos, ponen patas arriba la propia acción de Pit People. ¿Un combate contra un monstruo digno de H.P. Lovecraft? ¿Sigilo en un juego de estrategia por turnos? Esto y mucho más os espera en esta loca aventura que además resulta fascinante en lo argumental, con una historia tan absurda y surrealista, que de tonta, es genial. Cuesta no reírse con la idiotez extrema de unos protagonistas que se enfrentarán a enemigos aún si cabe más estúpidos, deleitándonos de forma constante con diálogos que desprenden humor a raudales y situaciones que son, en su mayoría, pura comedia. Y lo mejor es que todos estos chistes se integran de forma natural en la acción, creando un sinfín de momentos para el recuerdo que demuestran una vez más que, a la hora de hacer reír, los autores de Castle Crashers no tienen rival.
Las misiones secundarias de Pit People presentan un diseño y guión tanto o más divertido que las propias misiones principales
Cuando ves en acción a Sofía, una conquistadora en busca de reclutas para glorificar a la reina de España, o disfrutas de las hilarantes conversaciones del narrador, un gigantesco oso espacial que actúa como Dios, haciendo y deshaciendo a su antojo, te das cuenta de lo genial que es Pit People. Este es un videojuego sencillo, directo, ideal para usuarios que nunca se han atrevido con títulos del estilo XCOM, pero a su vez también es un juego de estrategia profundo, con amplias opciones tácticas, ideal para que los más veteranos saquen provecho de sus características más llamativas. Una de ellas tiene que ver con el reclutamiento de nuevas tropas, a las que hay que dar caza en el transcurso de las batallas, lanzándole una red al último guerrero en pie, lo que obviamente obliga a actuar con cabeza para evitar matar a aquel que ansías reclutar.
Pit People también sorprende por la ingente cantidad de contenidos jugables que ofrece. Vale, sí, no hay muchas misiones principales, así que puedes acabar la aventura en cuestión de cuatro horas; pero si te embarcas en la difícil tarea de completar las misiones secundarias, que las hay a decenas, y además buscas todos los objetos cosméticos y armas, la duración del juego crece de forma exponencial. ¿Una tarea aburrida? Para nada, pues muchas de las tareas secundarias presentan un diseño y guión tanto o más divertido que el de las propias misiones principales, lo que dice mucho en favor del equipo responsable de esta aventura de estrategia por turnos, que además incluye una divertida vertiente multijugador cooperativo y competitivo, permitiéndonos enfrentar la lucha en compañía de un amigo o, bien, enfrentar a otros jugadores en el Foso que encontramos en la ciudad, el centro neurálgico del juego.
Hilarante en lo argumental, Pit People también resulta sorprendentemente divertido en lo estético, con un loco diseño artístico fiel al estilo The Behemoth que destaca por el colorido y estrafalario apariencia de los muchos personajes que pululan por este caótico mundo en guerra. Que los sanadores sean pastelitos que se consumen a sí mismo para ayudar a los suyos, que haya unicornios con problemas de sobrepeso lanzando cuernos explosivos, o que puedas travestir sin tapujos a un troll, denota el enorme talento creativo de un estudio que se mueve como pez en el agua en el mundo de lo absurdo. Incluso pasear por la ciudad, con todas las casas moviéndose al ritmo de una genial banda sonora, sorprendentemente variada y pegadiza, supone un divertimento digno de alabanzas. Sin olvidarme del narrador, brillantemente doblado por Will Stamper (hizo lo propio en BattleBlock Theatre), que realiza un trabajo inconmensurable, especialmente cuando discute con los protagonistas, que responden a sus improperios con un lenguaje inventado y que, ¡cómo no!, suena tan raro que es difícil no reír también con ello.
Por todo esto Pit People es una obra tan recomendable. Su acción es divertida, variada y adictiva, ideal tanto para novatos como para veteranos, lo que supone un gran logro para un videojuego al que, gracias a su sentido del humor, querrás volver tarde o temprano para seguir echando alguna que otra partida.
Un caótico festival de muerte y destrucción. No hay mejor forma de describir Pit People, un videojuego increíblemente divertido que sorprende por su disparatado sentido del humor y sus emocionantes combates por turnos. Con un gran diseño de misiones y amplias opciones de personalización para que podamos crear al ejército más absurdo habido y por haber, lo nuevo de los creadores de Castle Crashers es una obra que no te puedes perder, seas o no aficionados a los juegos de estrategia por turnos.
- Su sentido del humor. Es difícil no reírse con la historia que narra
- Gran diseño de misiones. El videojuego sabe cómo sorprender constantemente
- Acción por turnos con amplias opciones tácticas. Libertad para crear tu ejército
- No poder escoger a qué enemigos atacar puede provocar situaciones frustrantes
- Habría estado genial poder controlar a más tropas de forma simultánea
- La aventura principal se puede acabar demasiado pronto
