Análisis de Sea of Thieves, la aventura pirata de Rare

Análisis de Sea of Thieves, la aventura pirata de Rare
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Rare ha vuelto, ¡al fin!, y los creadores de Banjo & Kazooie y Perfect Dark lo han hecho con una gran aventura de acción multijugador que nos propone convertirnos en auténticos piratas. En el análisis de Sea of Thieves profundizamos en las fortalezas de un videojuego divertido como pocos al que, sin embargo, le falta variedad y cantidad de contenidos jugables para alcanzar la gloria a la que aspira.

Furioso, el océano arremete contra el mascarón del barco. La tormenta no arrecia, ¡se vuelve más violenta!, y el navío sufre con la embestida de las olas; se lamenta con un sonoro crujido que te llega al alma. "Nos hundimos", te dices atemorizado. "¡Nos hundimos con todo el botín a bordo!", gritas desesperado. Pero nadie se rinde. La tripulación repara los desperfectos y achica el agua mientras los rayos caen sin cesar; mientras el oleaje sacude el barco de un lado para otro y la brújula... "¡maldita sea ella! ¿Por qué no funciona?" Y es entonces cuando lo ves. Perdido en el océano, con un timón al que le cuesta responder a tus órdenes, un rayo de luz cruza el horizonte; un cegador resplandor que aleja la lluvia, aplaca los vientos y a ti te hace respirar aliviado. Puede sonar a escena de película pero esta es una de tantas aventuras que ofrece Sea of Thieves, el ambicioso videojuego de acción multijugador en el que ha estado trabajando Rare durante los últimos años y que, ¡al fin!, podemos disfrutar en nuestras Xbox One y PC. ¿El resultado? Transmite sensaciones enfrentadas.

La base es extraordinaria. Lo nuevo de los creadores de la saga Banjo Kazooie es un juego divertido como pocos; una de esas obras que te animan a hacer el tonto sin mayor objeto que pasarlo bien, disfrutar de una experiencia por momentos memorable ¡en compañía de amigos!, que así todo resulta mejor. Y en este sentido Sea of Thieves es un videojuego admirable. Sorprende la facilidad con la que esta producción de Rare y Microsoft te permite vivir tus propias aventuras; crear por absurdos que resulten un sinfín de momentos inolvidables que te harán reír pero también, y esto es lo mejor, sufrir de forma desmesurada. No exagero. Cuando tienes la bodega hasta los topes de objetos de valor y vislumbras en el horizonte un barco ¡que no sabes si es amigo o enemigo!, padecerás cosa mala hasta vender hasta el último de tus tesoros. No siempre lo conseguirás, y es un drama, pero aun así, disfrutarás de la experiencia. Porque es tu propia aventura; la tuya y la de una tripulación pirata que amarás como a una familia. Es la mayor virtud de un videojuego que, desgraciadamente, no termina de mostrar su mejor cara dada su extremada simpleza en algunos aspectos y, sobre todo, la alarmante falta de variedad y contenidos de la que adolece.

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Una gran aventura que sabe a poco

Levar anclas, desplegar velas ¡y simplemente navegar! Surcar los mares en busca de aventuras. Hay pocas ideas más emocionantes que esta y, ciertamente, Sea of Thieves saca buen provecho de ella transportándonos a un colorido mundo pirata que de verdad disfrutas explorando... hasta que dejas de hacerlo al cabo de las horas. ¿La razón? No hay mucho que hacer, ¡o sí!, pero es un más de lo mismo que termina aburriendo. Nadie puede negar que seguir un mapa del tesoro, pelear contra hordas de esqueletos, o incluso salir a la caza de animales para venderlos al mejor postor son aventuras divertidas, que ansías vivir en primera persona, pero este videojuego de acción no profundiza lo más mínimo en ninguna de estas tareas. Sí, es cierto, cada vez es más difícil localizar los cofres del tesoro; lo que antes era una X en un mapa se convierte en desafiantes acertijos que obligan a agudizar el ingenio; y lo mismo se aplica a los esqueletos, que adquieren armas más poderosas y atacan en mayor número. ¡Pero no hay más!, y lo peor es que el combate es extremadamente simple y tosco.

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Surcar los mares a bordo de un galeón, en compañía de tres amigos más, es una experiencia apasionante

No hay emoción en las peleas; es un intercambio de golpes, algún que otro disparo y un par de movimientos de bloqueo y esquiva con los que no terminas de sentirte cómodo. Lo más grave es la nula variedad de enemigos. Son todos iguales, o casi todos, porque hay un par de esqueletos a los que hay que "preparar" antes de poder dañar. No es suficiente. Y no lo es porque hay toda una vía de misiones centradas en estas batallas ¡que no cambian!, que siempre plantean los mismos objetivos. Poco mejora cuando peleas contra otros jugadores. Obviamente hay más emoción, nunca sabes con qué triquiñuela te pueden salir, pero realmente hay pocas opciones con las que sorprender. Entiendo en parte las razones por las que Rare ha optado por un sistema de combate así, sin habilidades especiales ni ninguna progresión real, porque de este modo cualquier jugador, entre cuando entre a la acción, tendrá las mismas posibilidades de éxito; pero realmente creo que había alternativas mejores.

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Hay tres facciones con sus respectivas misiones y elogios, que son logros que nos recompensarán con un buen puñado de oro y objetos estéticos especiales.
Hay tres facciones con sus respectivas misiones y elogios, que son logros que nos recompensarán con un buen puñado de oro y objetos estéticos especiales.


Talento no falta en un estudio mítico como Rare cuyo legado es historia viva de la industria del ocio electrónico, como demostró recientemente el fantástico Rare Replay de Xbox One, pero cuesta no decepcionarse con unas peleas que al final resultan extremadamente anodinas; un mero trámite para acumular monedas de oro y poco más. Qué lástima. Y lo digo con pesar pues Sea of Thieves rara vez deja de demostrar que es un videojuego con un potencial enorme; con ese algo especial que te atrapa y te hace disfrutar de su acción como pocos títulos consiguen. Surcar los mares a bordo de un galeón, en compañía de tres amigos más, es una experiencia apasionante: aprovechar la fuerza del viento, enzarzarse en una emocionante batalla naval disparando los cañones, ¡lanzándote al abordaje!, o simplemente escapar de una tormenta como relataba al inicio del análisis son algunos de esos momentos que te dejan maravillado; que asombran por la facilidad con la que te meten de lleno en la acción.

Los creadores de Perfect Dark y Donkey Kong Country han tenido en cuenta hasta el más mínimo detalle para que realmente te sientas un marino, y es genial, porque nada se deja al azar. ¿Quieres disparar los cañones? Tendrás que coger las balas y cargarlos previamente. ¿Una brecha en el casco? Corre y usa tablones de madera si no quieres morir ahogado. Son los pequeños detalles los que marcan la diferencia y en este sentido, Sea of Thieves va sobrado de ellos. Si es que por poder puedes apagar los candiles que marcan la posición del navío para evitar ser detectado en la oscuridad y, claro, aprovechar ese mismo detalle para sorprender a los rivales en la noche, o usar el vómito de una borrachera, en el interior de un cubo, para cegar a un enemigo antes de que tus aliados le asesten el golpe de gracia. Lo decía antes. Lo nuevo de Rare te permite crear un sinfín de grandes historias con una facilidad pasmosa, y es la mejor baza de un juego que necesita urgentemente de nuevos contenidos, de más misiones, para alcanzar la gloria que ya roza con la punta de los dedos.

Análisis de Sea of Thieves, la aventura pirata de Rare


Adivina adivinanza… ¿dónde está el tesoro?  Brújula en mano, controlando la hora del día, resolver enigmas es una de las mejores bazas de Sea of Thieves.
Adivina adivinanza… ¿dónde está el tesoro? Brújula en mano, controlando la hora del día, resolver enigmas es una de las mejores bazas de Sea of Thieves.


Asaltar fortalezas con los amigos es divertido, claro, pero no suficiente; como tampoco lo es la lucha contra el Kraken, que sinceramente me ha decepcionado muchísimo. Esperaba algo más épico, algo más colosal, pero al final es un más de lo mismo. Sea of Thieves es un videojuego de contrastes; tan pronto te apasiona como aburre con lo inane de muchas de sus tareas. Y lo peor es la nula sensación de progresión. No hay niveles, ni habilidades que desbloquear, ni nuevas armas que comprar, solo elementos cosméticos, ¡que no son muchos!, y además carísimos. La promesa de Rare es dotar a Sea of Thieves de nuevos contenidos gratuitos durante años, y seguramente con ellos la experiencia de juego mejore de forma apabullante. Nuevos tipos de enemigos, más criaturas míticas a las que enfrentarse con un mejor sistema de combate, misiones más variadas y montones de objetos con los que personalizar a nuestro pirata y su navío... en definitiva, todo aquello que ahora mismo echas en falta.

Morir no tiene mayor consecuencia que esperar unos instantes en un navío fantasma. Rare barajó la opción de castigar a los aficionados, pero finalmente desestimó la medida.
Morir no tiene mayor consecuencia que esperar unos instantes en un navío fantasma. Rare barajó la opción de castigar a los aficionados, pero finalmente desestimó la medida.


Durante las travesías puedes dar con misiones aleatorias; naufragios en mitad de la nada con grandes tesoros por descubrir, o mensajes en botellas con mapas y acertijos que te guiarán a objetos de gran valor o, incluso, en cualquier isla por la que te muevas, cofres malditos, arcones dorados o incluso materias primas con las que comerciar en el mercado. Esa sensación de descubrimiento es una maravilla; el grito de "¡he encontrado un cofre!" te hará dar saltos de alegría, del mismo modo que sufrirás lo indecible cuando, con la bodega hasta los topes, alguien avise del avistamiento de un galeón. Es por todas estas historias por las que tanto me gusta Sea of Thieves… y es por todos estos relatos, tan propios de las aventuras de piratas, por los que me apena tantísimo que el videojuego no esté a la altura de las expectativas. No al menos ahora, pues tengo claro que con el paso del tiempo, cuando los mares se pueblen de nuevas misiones y más enemigos contra los que pelear, el videojuego se acercará más y más a esa gran obra maestra que aspiraba ser. No será fácil.

Las misiones en Sea of Thieves no siguen una historia concreta; en el videojuego de Rare la historia la creas tú en compañía de otros jugadores.
Las misiones en Sea of Thieves no siguen una historia concreta; en el videojuego de Rare la historia la creas tú en compañía de otros jugadores.


Algunas decisiones de diseño entorpecen la acción o, por lo menos, hacen de ella una experiencia más tediosa. Me refiero, por ejemplo, a la imposibilidad de salir al mar con más de una misión activa. Es un rollo pues hay tareas como cazar gallinas que requieren que vayas de isla en isla, sin rumbo fijo, en busca de estos animales. ¿Por qué no hacerlo mientras buscas un tesoro o peleas contra esqueletos? La acción sería mucho más dinámica. Y aunque el miedo a otros jugadores, a que te roben el botín, es una de las mejores bazas de Sea of Thieves, el comportamiento de algunos usuarios está volviendo la experiencia un tanto frustrante. Esperan agazapados en los puertos para robar el botín a los incautos, y vale, son piratas y es lo suyo, pero tal vez, estas zonas deberían ser un santuario. Quien salga a la mar que se atenga a las consecuencias pero... ¿en casa también? Hay mecánicas divertidas para lidiar con los jugadores tóxicos, pero el problema de los asaltos puede asustar y frustrar a más de uno. Sería una pena abandonar por ello.

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Con el tiempo, lo nuevo de Rare se convertirá en ese gran videojuego que todo fan del estudio espera

Si algo deja claro Sea of Thieves es que, más importante que las misiones en sí, es el viaje en el que te embarcas. La diversión está en todas esas pequeñas historias que se crean nada más poner pie en este colorido y espectacular mundo de piratas que cuenta con una de las mejores y más espectaculares recreaciones del agua que se ha visto en videojuego alguno. Resulta increíble navegar en compañía de otros durante un bello atardecer; o enredarse en una brutal tormenta y ver cómo el barco se eleva y eleva con las olas ¡hasta que cae!, provocando cierta sensación de vértigo. Rare, que siempre ha sido un estudio puntero en lo técnico, ha creado un mundo virtual en el que da gusto perderse y que, de forma constante, te deja pasmado con esos pequeños detalles dignos de alabanza. A destacar la buena optimización que atesora el videojuego tanto en PC como en Xbox One, con una versión para Xbox One X que alcanza una resolución 4K nativa y 30 fps, mostrando gráficos parejos a los de los ordenadores más potentes, aunque usuarios de Windows 10 han estado experimentando problemas gráficos y, en general, los servidores todavía no están exentos de los problemas de latencia.

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Y qué decir del apartado sonoro. Simplemente espectacular. El crujir de la madera sobre las olas, el rugir de los mares, la contundencia de los disparos, el siseante paso de una bala de cañón sobre tu cabeza, el estruendo de los truenos en la lejanía… y tantos y tantos sonidos que te meten de lleno en el mundo de Sea of Thieves. Pero es la música, la divertida y épica banda sonora, la que termina por encumbrar a lo más alto al videojuego. Ponerse a tocar el acordeón en mitad de una batalla naval es una de esas idioteces que el juego de Rare te anima a hacer de forma constante; o beber y beber grog hasta no ser capaces de andar derechos y, entonces, ponerse a tocar música. ¡Qué horror!, pero qué divertido. Y no me quiero olvidar de las melodías que amenizan la acción; esa música propia de grandes aventuras que empieza a sonar más y más fuerte conforme gana velocidad el barco, y fijas el rumbo a un destino mejor. Ese lugar al que, con trabajo y nuevos contenidos, deseo que llegue lo antes posible. Porque si algo tengo claro es que, con el tiempo, lo nuevo de los creadores de Kameo y Viva Piñata se convertirá en ese gran videojuego que todo fan del estudio británico espera desde hace tantísimos años.

Interesante

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Análisis de Sea of Thieves, la aventura pirata de Rare

Sea of Thieves

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

La emoción por vivir grandes aventuras es el motor que impulsa la acción de Sea of Thieves, un videojuego con un gran potencial que sin embargo, ahora mismo, no termina de explotar como debiera. El videojuego de Rare es una de esas obras con las que es fácil pasarlo bien; las locuras que puedes hacer en compañía de otros jugadores alegran el día a cualquiera y, al timón del barco, la sensación de libertad es extraordinaria. Ahora mismo es un buen videojuego que peca de falta de contenidos y un sistema de combate en exceso simple pero, con el tiempo, con los añadidos que llegarán de forma gratuita durante los próximos años, Sea of Thieves puede convertirse en un imprescindible. ¡Ojalá lo sea pronto!

Comprar Sea of Thieves
  • Es un videojuego que, en compañía de amigos, se disfruta mucho
  • Navegar; viajar junto a tu tripulación. Es una experiencia increíble
  • Espectacular recreación del agua y bello apartado audiovisual
  • Las batallas navales son fantásticas y emocionantes.
  • Escasa variedad de misiones y un sistema de combate demasiado simple
  • El juego en solitario, aunque es posible, no es especialmente divertido
  • Imposibilidad de tener más de una misión activa; puede resultar tedioso
Jugadores: 1-4
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: Incalculable
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