La guerra no cambia nunca, solo lo hacen las formas en las que se presenta. Probablemente esta sea la frase que mejor describa el planteamiento de Iron Harvest 1920+, un título con un marcado estilo dieselpunk que cambia los carros de combate por enormes mechas. La estrategia en tiempo real tiene un nuevo representante con partidas cargas de acción, frenetismo y buen gusto.
Cuando te encargan realizar el análisis de un RTS lo que menos esperas es acabar atrapado por su historia. Su perspectiva isométrica y la apuesta más centrada en la gestión y la táctica durante las partidas es algo que elimina de la mente de casi cualquier jugador que se enfrenta a un título de estas característica el factor de una narrativa poderosa, al menos de primeras. Iron Harvest 1920+ demuestra sobradamente que esto no son más que prejuicios. El uso que hace de la ficción con bases realistas, sustituyendo los nombres de los grandes imperios que se enfrentaron en la primera guerra mundial por otros extremadamente parecidos, no ha conseguido otra cosa más que hacerme sentir aún más cercano a su relato. Su cuidada estética, con diseños realmente cuidados en sus personajes y enormes máquinas de guerra, es el acompañamiento perfecto a su relato en tres actos que te adentra de lleno en el mundo que KING Art Games ha preparado para la ocasión.
El origen modesto de este título, que necesitó de una exitosa campaña en Kickstarter para poder dar sus primeros pasos, es algo que no te debe de preocupar. Su acabado es magnífico, especialmente en su modo de un solo jugador centrado en la campaña, la cual se encuentra dividida en tres facciones: sajona, rusoviética y polania. Tomando el control de cada una de ellas, el jugador se ve inmerso en conflictos personales, con personajes específicos que llevan desde sus historias particulares el peso de un relato mayor y que solo se comprende habiendo conocido completamente el desarrollo de las tres historias. Cierto es que no estamos ante un relato del todo novedoso, pero sí que es lo suficientemente interesante para mantener la intriga y tu interés durante todo el juego.
El programa ofrece un repertorio de misiones variadísimo
Además, estos personajes que protagonizan cada una de las campañas son plenamente manejables en el campo de batalla. Al fin y al cabo son los héroes y leyendas de esta historia, y como tales tienen sus propias características y habilidades especiales que los tornan en valiosos recursos durante el juego y, especialmente, para el juego. Su presencia en el transcurso las misiones hace que la narrativa no esté únicamente centrada en las cinemáticas entre estas, de manera que los acontecimientos que tienen lugar en tiempo real cobran una especial relevancia en la narración.
Asimismo, el programa ofrece un repertorio de misiones variadísimo. Los objetivos y formas de jugar durante la campaña proponen constantemente algo nuevo para que no te aburras y que la fórmula no se agote. Cada objetivo varía del anterior y las misiones son altamente dinámicas y cambiantes: los objetivos principales y secundarios mutan con la acción y te mantienen pegado a la pantalla apretando los dientes por sobrevivir. Los combates se libran en más de un flanco, teniendo que dejar unidades repartidas en puntos clave que requieren de tu atención en el momento que son atacadas. Los enemigos golpean con dureza y apenas dan tiempo a que te relajes o gastes más segundos de los necesarios para armar tu ejército. Si optas por realizar no solo los objetivos principales sino, además, acabar con los secundarios y cumplir con los desafíos de cada misión, estas te pueden llevar entre 1 y 2 horas cada una.
Mechas y soldados
Si algo destacada en Iron Harvest 1920+ son sus enormes máquinas de guerra. Cada uno de los imperios tiene las suyas propias con espectaculares y trabajados diseños. En combate cada una de ellas es un mundo. Las hay con un gran blindaje, pero una potencia de fuego que de nada sirve ante otras creaciones similares, aunque que resultan extremadamente efectivas contra infantería. Al desarrollar los talleres accedes a máquinas más grandes y poderosas con potencia de fuego anti blindado u otras que asisten como transporte de tropas o búnkeres portátiles. Su impresionante presencia en el campo de batalla puede inducirte a la idea de que son indestructibles y que si basas tu táctica en su creación y desarrollo asegurarás la victoria. Nada más lejos de la realidad. La infantería también es importante en Iron Harvest 1920+. Existe una buena variedad de soldados de a pie como fusileros, morteros, granaderos, lanzallamas o unidades blindadas al estilo de un Big Daddy de Bioshock. Todos son importantes. Los enormes mechas suelen tener un punto débil en su blindaje trasero y depende de ti como jugador aplicar las tácticas de combate más adecuadas a cada circunstancia.
Las coberturas son esenciales para sobrevivir en el título. Me ha encantado esa necesidad permanente de guarecerte detrás de un muro, una roca o en el interior de una casa para contar con ventaja en los tiroteos. Si no lo haces estás perdido y el título consigue con esto que el jugador no sea un ente pasivo durante los combates. Además, para acrecentar esta sensación, todas las unidades en combate cuentan con alguna habilidad específica. En el caso de mecánicos y médicos es la de curar y reparar estructuras. Su uso es imprescindible para llegar con éxito al final de algunas de las expediciones que propone el juego. Sin embargo, en el caso de los mechas estamos hablando de pericias que tienen como resultado los momentos más impresionantes del juego, con enormes salvas de misiles que dan lugar a espectaculares explosiones y que dan con las, hasta ese momento, seguras coberturas al traste ya que, en Iron Harvest 1920+ se ha puesto un especial cuidado en que todas las estructuras sean destruibles.
Cambiando sobre el terreno
Las unidades enemigas a las que vences van a dejar siempre algo en el campo de batalla que te puede servir. En el caso de las máquinas de guerra podemos saquear los recursos que dejan en forma de hierro y petróleo. No obstante, lo más relevante en esta materia es la posibilidad de cambiar la clase de nuestros soldados sobre la marcha, adaptándolos a las necesidades del momento o a las carencias que posibles bajas causen en nuestro pelotón. Si derrotas a una unidad de lanzallamas su arma quedará en el campo de batalla durante un tiempo, pudiendo aprovecharla para equipar a tus tropas. Saber ver estas oportunidades es vital en Iron Harvest 1920+, ya que ese dinamismo que mencionaba anteriormente da lugar a enfrentamientos que requieren de una gran adaptabilidad. Sin duda este es todo un acierto, un factor más que vuelca toda la estrategia y gestión del título hacia la acción centrada en el combate.
Sobre el terreno podemos encontrar algunos recursos y botiquines con los que curarnos de forma instantánea. Son buenas ayudas que hacen que la exploración cobre sentido dentro del juego. Además, los escenarios presentan oportunidades en forma de cañones de artillería abandonados que tanto tú como el rival podéis utilizar en labores ya sean ofensivas o defensivas. Probablemente pasen algo más inadvertidas durante la campaña, pero en el modo multijugador son puntos de gran interés solo por detrás de las minas de hierro y petróleo. El mejorarlas, no perderlas y arrebatar al enemigo las suyas. Así, en un equilibrio perfecto, vas creando un ejército cada vez más poderoso luchando por cada palmo, por cada unidad, por cada recurso. Hasta la victoria final. Es apasionante.
El programa no se libra de algunos aspectos que pueden mejorar. A las grandes máquinas de guerra les puede costar en ocasiones encontrar el camino y se pueden quedar atascadas en lugares estrechos. Además, no son muy selectivas a la hora de pasar por encima de un edificio, destruyendo incluso aquellos en los que se pueden encontrar unidades aliadas. El sistema de coberturas puede resultar algo lioso si se intenta manejar a todo el escuadrón al mismo tiempo. Sin embargo, el juego es muy intuitivo en sus controles y los accesos rápidos tanto desde el teclado como a través de la interfaz han sido pulidos y pensados para ser accesibles a todos los jugadores.
Al acabar la campaña, Iron Harvest mantiene al jugador dentro del juego
En los momentos que tengamos que gestionar nuestra base tan solo contaremos con 4 estructuras a las que atender como barracones, cuartel general, taller o puestos de avanzada como búnkeres o refugios de artillería, por lo que la gestión se enfoca primordialmente en la creación de unidades dentro del campo de batalla y no tanto en complejos árboles de desarrollo de tecnología. Un sacrificio de la profundidad para encarar la acción más directa, algo que se convierte en todo un acierto dentro de la experiencia.
Mucha vida después de la campaña
Al acabar la campaña, Iron Harvest mantiene al jugador dentro del juego gracias a sus misiones. En ellas puedes generar mapas en los que enfrentarte a la inteligencia artificial en partidas de hasta seis jugadores. Con distintos modos como escaramuzas, recolectar el mayor número de recursos posibles, defender una fortaleza o perder la menor cantidad de unidades posibles. Esta forma de jugar no logra diferenciarse tanto de la propuesta de algunas de las misiones que ves durante la campaña, pero sí que es una buena manera de repetir y explorar nuevas tácticas u opciones en el campo de batalla.
El modo competitivo llegará a Iron Harvest a mediados de este mes de septiembre y promete ser apasionante. Una de las mejores cosas que tiene el juego es su modo multijugador con partidas vibrantes que elevan exponencialmente el disfrute al enfrentarnos a otros comandantes que nos ponen las cosas realmente difíciles. Actualmente se pueden personalizar partidas para jugar con amigos o acceder a partidas rápidas a través del matchmaking.
KING Art Games ha planteado este Iron Harvest 1920+ cómo un juego como servicio. En los próximos días se incorporarán al título elementos como el cooperativo para la campaña, nuevos mapas, el modo ranked o el glosario del juego que actualmente no es accesible y que es de gran interés para conocer todos los detalles de la trama y sus personajes.
En el apartado técnico el programa rinde a 60 fps estables con una resolución 1080p. Esta tasa puede caer entre los 40 y 50 si optamos por jugarlo en 4K pero en ningún caso lastra la experiencia. Algunas de sus animaciones de movimiento podrían ser mejorables y se le pueden ver las costuras si acercamos demasiado la cámara, pero queda como algo meramente anecdótico en un juego de este estilo. Su apartado artístico y ambientación dieselpunk inspirada en la obra del ilustrador Jakub Rozalski es sencillamente soberbio. No se queda atrás la magnífica banda sonora compuesta para la ocasión en la que destacan las marchas militares del ejército rusoviético que hacen que se te erice el vello. El título llega con textos en castellano y un gran repertorio de voces en inglés.
Iron Harvest 1920+ es una experiencia sorprendente, divertido y trepidante. Su acción directa y fijar su punto de mira en satisfacer al jugador es su mayor acierto. Las horas se pasan volando construyendo y manejando a sus preciosas máquinas de guerra. Solo falta ver cómo funciona el juego en la escena competitiva, pero su trasfondo, y el planteamiento de KING Art Games de seguir dotándolo de contenido, son buenos puntos de partida. Las horas vuelan a los mandos y sigo teniendo ganas de más. Si te gusta el género, Iron Harvest es un título muy recomendable.
Comprar Iron Harvest 1920+- Buena historia en una versión alternativa de comienzos del siglo XX.
- Las partidas de la campaña variadas y dinámicas, nunca agotan.
- Poder cambiar la clase de nuestras unidades en el momento es un gran elemento táctico.
- Los mechas y las estructuras destruibles son un auténtico espectáculo en pantalla.
- Las misiones fuera de la campaña no aportan nada nuevo.
- Las unidades más grandes se pueden quedar atascadas en algunos momentos.
- El modo competitivo no está aún disponible, aunque lo hará pronto
