Análisis de Biomutant. Un action RPG de mundo abierto que podía llegar más lejos

Análisis de Biomutant. Un action RPG de mundo abierto que podía llegar más lejos
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Con el paso del tiempo Biomutant se ha convertido en uno de los videojuegos más esperados de 2021. Su gran mundo abierto, su acción RPG y una estética muy llamativa han despertado la curiosidad de miles de jugadores en todo el mundo. ¿Está a la altura de las expectativas? En este análisis profundizamos en sus virtudes y defectos. Un juego interesante, con un potencial enorme, pero definitivamente decepcionante.

Parece mentira pero tras todos estos años de largo silencio, de rumores, dudas e incluso el temor a una posible cancelación, aquí estamos, al final del camino, a solo unas horas de que podáis perderos en el colorido y extraño mundo posapocalíptico de Biomutant. Si solo de pensarlo os emocionáis, os entiendo, ¡yo estaba igual! Pero hoy las sensaciones son distintas; positivas, pero no tanto como habría deseado. Porque no, este no es un juego perfecto. Tiene fallos, no es nada original en el diseño de sus misiones y por mucho que sorprenda la escala de su mundo abierto, la cantidad de misiones y las cientos de armas que puedes fabricar con total libertad, no deja de ser un juego creado por un equipo cercano a las 20 personas. Y se nota. Pero a su vez todo ese cariño, pasión y la determinación que ha guiado a Experiment 101 para realizar esta heroica gesta, para dar vida al juego de sus sueños sin importar cuán difícil fuera, hacen de este action RPG un videojuego especial. Con sus fallos, insisto, con sus limitaciones, pero un juego con el que puedes pasarlo muy bien.

Este encanto especial, esa "alma" de la que tanto han hablado sus creadores, es el principal culpable de que después de cerca de 40 horas de aventura, de ir de aquí para allá luchando, explorando y descubriendo nuevo botín, aún siga con ganas de visitar hasta el último rincón del universo al que nos transporta Biomutant. Y lo haré, porque por increíble que parezca aún hay regiones por las que apenas he pasado, en las que aún se ocultan tesoros, y si algo hace bien el juego de Experiment 101 es avivar tu espíritu aventurero. Es imposible no pensar en el genial The Legend of Zelda: Breath of the Wild mientras recorres los inmensos parajes naturales de Biomutant, y como en el juego de Nintendo, sentirás la necesidad de explorarlo todo; de visitar cada casa en ruinas, cada búnker, cada aldea o montaña que te cruzas en tu camino. No es una experiencia tan sublime y sorprendente, los desafíos que propone apenas varían durante toda la partida, y como en las distancias largas Biomutant no es especialmente vistoso, la exploración no se siente tan natural, tan espontánea. Pero en cierto modo, funciona.

La exploración, el combate y los puzles se sienten demasiado simples

Con Biomutant me he sentido un poco reviviendo la filosofía del "un turno más y termino" propia de los juegos de estrategia, pero en el marco de una aventura de acción RPG. Las horas pasaban, se hacía tarde, y yo no dejaba de repetirme: "acabo esta misión y lo dejo". Pero seguía jugando, explorando, aumentando mi arsenal de armas porque siempre encontraba una nueva excusa por la que mantenerme un rato más en la lucha. Y creo que es uno de los mejores halagos que puedo dedicar al juego de Experiment 101. Me ha decepcionado en muchos aspectos, sí, pero también me ha brindado horas de diversión que no cambio por nada del mundo. ¿Ha estado a la altura de las expectativas? No es tan genial como deseaba, tiene mucho margen de mejora, pero como verás en este análisis, también tiene algo que decir a los fans de la acción RPG y los mundos abiertos.

La esencia RPG de Biomutant

Un action RPG de mundo abierto que podía llegar más lejos

Cuando me contaron que Biomutant nació como un juego estilo Diablo antes de transformarse en un gran mundo abierto con tiroteos y combates en la línea de Devil May Cry, Ratchet & Clank o Batman Arkham Asylum sentí una inmensa curiosidad por descubrir esas raíces RPG, por comprobar cuánto de ello se conserva en la versión final del juego, y os diré que no tardaréis mucho en descubrirlo. No me refiero solo a la creación del héroe, con seis razas entre las que elegir y cinco clases de personaje. Hablo más bien de las sensaciones, de la satisfacción que se apodera de ti cada vez que descubres una nueva arma y la usas contra los enemigos. Hay tantas por encontrar y tantos recursos con los que crear de la nada katanas con motosierras, hachas flamígeras o pistolas que escupen simultáneamente veneno y bombas, que cuesta no emocionarse cuando empuñas de primeras una de estas mortíferas herramientas de muerte. A esto contribuye también la curiosa estética de Biomutant, pues en general usas basura y trastos como principal materia prima, lo que en pocas palabras significa que la escobilla del váter, un cepillo de dientes mohoso o la pata de una silla pueden ser la empuñadura perfecta de un machete legendario. Pero, ¿y la esencia RPG?

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Sobre el papel hay mucho que hacer en Biomutant pero a la hora de la verdad, la acción es siempre la misma.
Sobre el papel hay mucho que hacer en Biomutant pero a la hora de la verdad, la acción es siempre la misma.

La habilidad es fundamental en los combates de Biomutant. De nada sirve tener la mejor arma del juego si luego no esquivas en el momento preciso, si no contraatacas o sacas partido de las habilidades especiales y los combos del protagonista. Pero los números están ahí, las estadísticas importan, así que por muy bueno que seas tampoco harás mucho si no te acompaña el equipo de batalla. La esencia RPG está presente desde el mismo nacimiento del héroe. Eliges tu raza, lo que ya determina ciertos rasgos de tu físico, y luego escoges tu clase con opciones volcadas en el combate a distancia, los poderes mentales, o las que apuestan por la lucha cuerpo a cuerpo. Una decisión que no es para nada limitante. Puede que tu impulso inicial sea centrarte en los puñetazos y la resistencia al daño y, progresivamente, vayas adaptando tu estilo de combate al uso de armas ligeras, pistolas y poderes psíquicos. Lo bueno de Biomutant es que te da total libertad para que juegues como te dé la gana sin limitar tus opciones.

No hay armas exclusivas de una clase de personaje concreta, ni tampoco poderes especiales a los que no puedas llegar invirtiendo puntos de experiencia. Así que siempre puedes reinventarte y cambiar por completo tu estilo de lucha. Yo opté por dejar de lado la defensa, apenas invertí un par de puntos en fuerza, y me volqué por completo en potenciar los golpes críticos. ¿El resultado? Ágil, letal, pero también increíblemente frágil; un par de golpes y estaba muerto. Pero justo aquí entra en juego tu destreza. Si dominas las esquivas y los contraataques, tu mayor debilidad no tiene porqué ser tu perdición, lo que nos deja con un sistema de combate divertido y versátil que se disfruta mucho más cuanto más creativo eres. Puedes llevar a cabo auténticas locuras, provocar el caos de formas muy dispares con acrobacias propias de un maestro de kung fu. Y aunque suena genial, y en cierto modo lo es, la triste realidad es que las batallas de Biomutant se sienten desaprovechadas.

Virtudes y defectos de Biomutant

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Aunque he disfrutado explorando cada rincón del colorido mundo en ruinas que recrea Biomutant, y me lo he pasado en grande peleando contra hordas de enemigos a cada cual más pintoresco, en ningún momento me ha abandonado la sensación de que algo falla; de que algo le falta para alcanzar la grandeza de los mejores en la acción RPG. Sus cimientos son robustos, el potencial está ahí, pero en raras ocasiones muestra su mejor cara. Uno de sus mayores pecados es caer en la monotonía: las misiones son siempre iguales, apenas hay cambios, y ni tan siquiera los puzles contribuyen a romper esta sensación… pues ellos mismos caen en el mismo error. Son extremadamente simples, nada que ver con los santuarios y mazmorras de Zelda: Breath of the Wild o Immortals Fenyx Rising, lo que no sería un problema si al menos plantearan un desafío a la altura y no fueran todos iguales.

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Los puzles son muy sencillos y la mayoría basados en rotar objetos.
Los puzles son muy sencillos y la mayoría basados en rotar objetos.

Perderse en este extraño mundo postapocalíptico es un placer. Como os decía, te lo pasas muy bien explorando cada cueva, bosque o lugar mínimamente llamativo que se cruza en tu camino. Pero con las horas la exploración se vuelve rutinaria, y siento que es lo peor que le puede pasar a un videojuego que apuesta, precisamente, por convertirte en un aventurero con libre albedrío. Da igual que andes en la guerra de tribus, que te dediques a ayudar a los que lo necesitan, o que simplemente busques nuevo equipo para hacerte más fuerte. Biomutant apenas se sale de las reglas que establece en sus primeras horas de juego y esto termina pasándole factura. Más bien, te deja con esa extraña sensación de que podría haber sido mucho mejor de lo que es realmente. Hablo por ejemplo del plataformeo, que apenas tiene presencia en la exploración; o de los rompecabezas, que como os explicaba, son tan simples que tampoco es que cambien mucho la historia.

Es admirable que un equipo tan pequeño haya sido capaz de construir un mundo abierto de 64 kilómetros cuadrados tan detallado e interesante como el de Biomutant, pero al final, siento que Experiment 101 ha querido abarcar más de la cuenta y por eso, aunque hace muchas cosas y las hace relativamente bien, en ninguna de ellas profundiza lo suficiente como para destacar. Hay una guerra de tribus, y aunque es interesante y tiene un desenlace satisfactorio en el que tus actos importan, no va más allá de encargarte las mismas misiones de siempre en escenarios no muy distintos. También hay un gran mecha con el que explorar una zona de riesgo, pero ponerse a los mandos de esta mole metálica no es muy diferente de lo que haces cuando luchas a pie. Y así con todas y cada una de las partes que dan vida a Biomutant. Lo que me lleva a hablaros del combate.

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La habilidad es fundamental en los combates de Biomutant

La acción es frenética a más no poder, no tienes ni un segundo de respiro. Esquivas, golpeas, bloqueas, disparas… y vuelta a empezar. Todo ello rodeado de enemigos que atacan al unísono, embistiendo como locos, lanzando explosivos o usando poderes especiales sin cesar. Un caótico espectáculo de luz y color con el que es fácil pasarlo en bien, porque además, como os decía, Biomutant resulta más divertido cuanto más creativo eres usando las artes marciales. Sí, claro, puedes limitarte a disparar y rodar durante horas (otro fallo), pero una vez descubres la mejor forma de combinar tus habilidades únicas con las armas la acción cobra una nueva dimensión.

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Además de las monturas puedes recurrir a vehículos para enfrentarte a los devoramundos. Ojalá hubiera aprovechado más estas ideas.
Además de las monturas puedes recurrir a vehículos para enfrentarte a los devoramundos. Ojalá hubiera aprovechado más estas ideas.

Cada tipo de arma tiene sus propios combos (su ejecución suele ser idéntica) con efectos muy dispares, y luego cuentas con un amplio abanico de poderes psíquicos y mutantes que son el condimento final para la lucha. Y es ahí donde Biomutant muestra su mejor cara porque te permite alternar entre unas y otras armas con suma rapidez para que puedas adaptarte sin interrupciones a las condiciones cambiantes del combate. Puede que ante un enemigo acorazado tu mejor opción sea usar el puño de hierro, mientras que en otras, con rivales rápidos y escurridizos, resulte más efectivo atraerlos con el gancho y pegarles un tiro con la escopeta. Hay muchas opciones entre las que elegir, hasta el punto que puedes convertirte en una suerte de hechicero levitando sobre el campo de batalla, lanzando rayos, bolas de fuego, veneno y radiación. Una locura que muestra el enorme potencial de unas peleas de artes marciales que, tristemente, también acaban cayendo en la monotonía.

Se echan en falta más combos, pero sobre todo, una mayor variedad de enemigos que de verdad te obliguen a adoptar distintas estrategias de combate. Los hay a montones, no dejan de aparecer nuevas variantes de soldados durante la aventura, pero tu forma de actuar apenas varía en todo ese tiempo. Así que actúas de forma mecánica yendo a lo rápido para seguir tu viaje. Sin olvidar una pobre IA que no ayuda lo más mínimo. Cuando mejor me lo he pasado es cuando más locuras he hecho pero, claro, esto es momentáneo. Si no me fuerzan a ser creativo llega un punto en el que te cansas. Y es lo que he sentido en algunos momentos con Biomutant. Así que cuando te enfrentas a un enemigo poderoso que rompe con la rutina, que te obliga a esquivar, a bloquear y atacar con cabeza, más echas en falta estos ingredientes.

Elige tu camino en Biomutant

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Hay decenas de personajes con los que hablar y montones de historias curiosas que escuchar

Hasta ahora no he mencionado nada relacionado con la historia, lo que no significa que no sea importante. Al contrario. Hay decenas de personajes con los que hablar y montones de historias curiosas que escuchar relacionadas con este mundo al borde del colapso. Nuestra misión principal es alcanzar el gran árbol de la vida derrotando a los cuatro devoramundos que están comiéndose sus raíces, no necesariamente para salvarlo porque como todo RPG que se precie, en Biomutant tomarás decisiones que cambiarán el curso de la historia. Y una de ellas es apostar por el fin de la vida.

Entre medias te verás inmerso también en una guerra tribal con seis facciones con sus propias motivaciones y un arma única que puedes sumar a tu arsenal. Lo interesante en este punto es la libertad que tienes para resolver el conflicto, pudiendo incluso evitar algunas peleas si has potenciado tu carisma. ¿Cómo afectan tus elecciones? No esperéis cambios muy profundos pero los personajes con los que interactúas sí te tratarán de forma diferente según a quién apoyas en la guerra tribal o según tu karma, que puede ser luminoso y oscuro, lo que también determina qué habilidades especiales puedes usar. En cuanto a la historia en sí, me gusta el aire filosófico que desprenden las conversaciones con los supervivientes, que saben que el fin del mundo está cerca y lo llevan de la mejor forma posible. Los hay que hablan del pasado con nostalgia y los que de verdad ansían que todo salte por los aires.

En Biomutant hay cientos de accesorios y objetos que puedes usar para fabricar tus propias armas o mejorar las ya existentes. Para ello necesitas materias primas que encuentras por el escenario o desguazando objetos que ya no necesitas. Además, en los bancos de trabajo puedes mejorar la calidad de los objetos para aumentar su poder, aunque nunca llegarán a ser tan buenas como las armas legendarias. Estas solo se encuentran cumpliendo misiones especiales, pero merece la pena.
Fabricando el arma perfecta - En Biomutant hay cientos de accesorios y objetos que puedes usar para fabricar tus propias armas o mejorar las ya existentes. Para ello necesitas materias primas que encuentras por el escenario o desguazando objetos que ya no necesitas. Además, en los bancos de trabajo puedes mejorar la calidad de los objetos para aumentar su poder, aunque nunca llegarán a ser tan buenas como las armas legendarias. Estas solo se encuentran cumpliendo misiones especiales, pero merece la pena.

No son diálogos que vayan a cambiar tu vida -a veces se vuelven pesados- pero a mi me han gustado con ese tono casi de cuento infantil que casa con la estética de Biomutant, que además apuesta por una forma curiosa de narrar la historia: el pequeño autómata que te acompaña ejerce de traductor con un doblaje al castellano algo plano, monótono, reproduciendo lo que se supone que te han dicho los habitantes de este mundo. Esto, al rato, provoca que las conversaciones se alarguen innecesariamente. Volviendo a la acción, puedes ir a por el devoramundos que quieras, o cumplir todas las misiones secundarias que te plazca sin pensar en el árbol de la vida. Lo que me gusta es que vayas donde vayas siempre surgen nuevas misiones que te invitan a explorar nuevas regiones del mapa, algunas de las cuales son una trampa mortal por las condiciones ambientales, lo que a su vez, te embarca en nuevas misiones para conseguir el equipo necesario para sobrevivir en ellas. Y luego están los jefes finales, bastante grandes, muy espectaculares, aunque no todas estas batallas están al mismo nivel.

La pena es la reiteración de objetivos, que siempre es lo mismo, pero algo tiene Biomutant que a pesar de todo he disfrutado del viaje de principio a fin. La sensación de dejarse llevar sin un rumbo fijo, la emoción de encontrar un arma legendaria oculta tras varias pistas, la lucha contra un enemigo colosal… hay muchas razones para perderse en el colorido mundo abierto de Biomutant, que además desprende un encanto especial con ese estilo artístico tan único y peculiar. Como os decía no es especialmente bonito en las distancias largas pero cuando bajas al detalle, te gana con el diseño de sus enemigos, con la luz, el color y el caos de sus batallas, con los efectos especiales y las explosiones. Sus batallas parecen sacadas de un cómic con todas esas onomatopeyas invadiendo la pantalla, y ciertamente, las animaciones del protagonista son una pasada, con movimientos acrobáticos y poses kung fu que te harán recurrir al modo foto una, otra y otra vez.

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Apenas me he topado con bugs en las cerca de 40 horas de aventura

A la espera de una versión nativa de Biomutant en Xbox Series X|S y PS5, yo he disfrutado de su acción rolera en Xbox Series X gracias a la retrocompatibilidad y la experiencia ha sido de lo más positiva. Primero, porque apenas me he topado con bugs en las cerca de 40 horas de aventura. Ya avisaron que tras más de 11.000 bugs revisados, aún podría haber más, pero en mi caso, solo he tenido problemas con algún cuelgue esporádico al reiniciar la partida tras caer en combate. Por todo lo demás, el juego funciona fluido sin apenas ralentizaciones a 4K y 60 fps, que en PS5 son reescalados. A destacar, eso sí, algún que otro problema con la cámara durante las batallas, pues en ocasiones se cruza con obstáculos que entorpecen la visión. Nada grave, pero sí a veces molesto.

Como apunte final, a lo largo de esta reseña he recordado en varias ocasiones que este es un proyecto titánico llevado a cabo por un equipo muy pequeño porque creo que es importante tenerlo en cuenta a la hora de valorar Biomutant. Cuando ves su gigantesco mundo abierto, la brutal cantidad de misiones y objetos que puedes recoger, puedes llegar a pensar que es un triple A como cualquier otro, ¡pero no es así! Por eso es comprensible que las cinemáticas no sean gran cosa, que a veces entren con brusquedad, que la música se repita más de la cuenta o que no sea el juego más puntero del momento. De ahí que sea tan meritorio lo que ha logrado Experiment 101. No es tan genial como me hubiera gustado, tiene demasiadas imperfecciones, pero es un juego con un encanto único que si conectas con él, se hace querer. Tiene un gran potencial y sólidas bases sobre las que construye un gran mundo abierto que disfrutarás explorando.

Bueno, pero repetitivo

Sin sello
Un action RPG de mundo abierto que podía llegar más lejos

Biomutant

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Tenía muchas esperanzas puestas en Biomutant y aunque me lo ha hecho pasar muy bien explorando su mundo abierto, es difícil no sentirse decepcionado con algunos aspectos del juego. Su combate es tremendamente divertido, tiene un potencial increíble, pero se echan en falta más combos y enemigos que te obliguen a adoptar estrategias diferentes. Ocurre más de lo mismo con la exploración. Es muy divertido dejarse llevar y perderse por el mundo posapocalíptico de Biomutant, pero hay una total falta de variedad en el diseño de las misiones, que repiten el mismo esquema una y otra vez. Y al final le pasa factura. No es un mal juego, ¡al contrario!, es un buen action RPG. El problema es que no es tan genial como pudo haber sido.

Comprar Biomutant
5 Cosas que debes saber:
  • Su mundo abierto es de 64km2 y puedes explorarlo libremente, siguiendo tu propio camino
  • Los combos están asociados a las armas, no a tu clase de personaje, y puedes usar todas
  • Su mayor problema es la falta de variedad en las misiones: apenas hay cambios
  • Las batallas son frenéticas y divertidas, pero se echan en falta opciones y más variedad
  • Hay varios finales, con algunas decisiones que sorprenden, y un modo Nueva Partida +
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: 20-25 horas (misiones principales)
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