La nueva cacería de Aragamis arranca con la llegada de God Eater 3, la esperada nueva entrega de la conocida franquicia de Bandai Namco. Analizamos todo lo que nos ofrece el juego de Marvelous.
Sin ser la franquicia más querida o famosa, ni por asomo, de todas las que posee Bandai Namco, God Eater goza de una base de fieles seguidores que disfrutan con la llegada de cada nueva entrega. Aquí tenemos God Eater 3, la tercera edición de esta aventura de acción con un fuerte componente cooperativo, una odisea que ha sido diseñada tanto para PS4 como también para PC.
Una entrega que desde ya os adelanto que, a pesar de ser la primera diseñada exclusivamente para sistemas domésticos, es bastante continuista. Una decisión muy comprensible tomada por el estudio neófito en estas lides, Marvelous, pero que trae consigo ciertos defectos heredados de pasadas ediciones. Aun así, God Eater es un título muy disfrutable a poco que os gusten este tipo de producciones centradas en la caza indiscriminada de monstruos de grandes dimensiones.
La trama que nos ofrece el juego resulta bastante predecible y, por qué no decirlo, un tanto “light”. Eso sí, a partir de cierto punto se animan algo las cosas… pero tampoco demasiado. En un mundo devastado por los Aragamis, unas bestias que campan a sus anchas por todo el planeta, nosotros asumimos el papel de unos prisioneros muy especiales. Sí, porque somos forzados a convertirnos en God Eaters, es decir, en cazadores de dichos monstruos. Y no es unos cualquiera, qué va, dado que al realizar el proceso correspondiente descubrimos que somos una nueva variante denominada Adaptive God Eaters la cual resulta difícil de “obtener”.
Cazadores, mejor en compañía
Ya desde el comienzo del videojuego es posible recrear y personalizar a nuestro protagonista en multitud de áreas distintas ya habituales en otras producciones (nombre, sexo, aspecto, etc.). Una característica que con el paso del tiempo y la sucesión de misiones es posible llegar a customizar más todavía, dado que van entrando en juego otros elementos como las armas principales y secundarias, el equipo y demás.
La mecánica de juego que sigue God Eater 3 es muy simple. De nosotros depende escoger la misión que deseemos (ya sea principal o secundaria) desde el terminal de turno y dejar de lado la prisión en la que nos hallamos para salir en busca de los Aragamis correspondientes. Un esquema muy encorsetado heredado de pasadas entregas que puede hacerse bastante monótono con el paso del tiempo… al igual que sucede con el planteamiento de las tareas a realizar, muy similares unas de otras.
Por fortuna las cacerías que nos depara la aventura sí que resultan bastante gratificantes o, por lo menos, a mí así me lo han parecido. Y aquí es preciso señalar que es posible llevarlas a cabo tanto en modo offlline (donde solemos ir acompañados de aliados controlados por la CPU) como, lo más recomendable, decantarnos por el modo cooperativo online de God Eater 3 que puede albergar hasta a cuatro God Eaters a la vez en la modalidad principal, o incluso ocho en el modo Asalto.
El cooperativo online puede albergar hasta a cuatro God Eaters a la vez en la modalidad principal y hasta ocho en el modo Asalto
Una vez metidos en faena, lo cierto es que God Eater 3 se trata de una aventura que nos ofrece unos enfrentamientos más directos y mucho menos tácticos de los experimentados en otros juegos similares (Monster Hunter o Toukiden son los primeros que se me vienen a la cabeza). Aquellos usuarios que disfrutaran con las anteriores entregas de la saga se sentirán como en casa dado que el esquema básico de juego es muy similar, unos enfrentamientos donde las llamadas God Arcs o Armas Celestiales acaparan un protagonismo absoluto.
Existe una buena suma de estas armas tan especiales: espadas, mazas, lanzas, martillos, espadones, etc. Cada una presenta sus atributos correspondientes y, también, poseen la capacidad ya no sólo de transformarse y pasar de ser usadas como armas blancas a lanzar balas de varios tipos diferentes: ¡pueden incluso devorar a los Aragamis!
Los combates gozan de un ritmo trepidante y lejos de resultar engorrosas y extenderse en el tiempo, resultan muy dinámicas y excitantes. ¿Son perfectas? Por desgracia no, dado que por una parte la cámara no se muestra lo fiable que debería y, por otro lado, yo he notado cierto lag en la respuesta del control del protagonista, nada grave (hablo de milisegundos probablemente) pero que debería ser solventada mediante el parche correspondiente para que la jugabilidad ganara más todavía en fluidez.
Los God Eaters gozan de un set de movimientos, acciones y ataques muy extenso, siendo posible adaptar el estilo de combate a las bestias que nos toque hacer frente en cada momento. Sin duda, estos combates centran toda la atención de la aventura y resultan muy entretenidos en general.
Más allá de las cacerías, God Eater 3 también nos permite interactuar con otros personajes (conversaciones que tienen lugar en inglés o japonés con textos en español), mercadear para adquirir nuevos ítems, explorar los fondos en busca de materiales útiles… y poco más, la verdad. No es la aventura más variada del mundo, eso está claro, aunque este hecho está más ligado al género en sí que al diseño de este juego. Pero a pesar de eso, una vez te sumerges en el mundo de los God Eaters entretiene mucho eso de salir a cazar Aragamis, bestias que por cierto destacan por su variedad.
Sin embargo, uno de los principales inconvenientes o defectos que se le puede echar en cara a esta obra tiene que ver con su irregular apartado gráfico. Sí, dado que a pesar de que no es ningún desastre, desde luego el ya anticuado motor gráfico Yebis3 no ha permitido a los desarrolladores plasmar unos personajes y escenarios dotados de gran nivel de detalle… más bien lo contrario.
En el balance positivo es preciso situar la línea estética que ostentan los personajes principales (bien perfilados) como, también, los distintos Aragamis, cuyo aspecto en ocasiones es realmente intimidante. La ambientación de corte apocalíptico tampoco está mal recreada, aunque he echado en falta una mayor variedad de entornos. Sin embargo todo lo demás deja bastante que desear, desde las texturas que recubren las vestimentas de los personajes (que en ciertas ocasiones se muestran hasta algo pixeladas) a la iluminación general y efectos especiales, defectos que restan espectacularidad a las batallas. No es un título malo desde el punto de vista gráfico ni arrastra errores técnicos trascendentes: simplemente, no destaca en absoluto en lo visual.
Afortunadamente el sonido mejora radicalmente las prestaciones ofrecidas por el acabado visual. De entrada es posible disfrutar de un gran doblaje en japonés y otro no tan logrado pero que tampoco está mal en inglés (con subtítulos en español como ya os comenté antes en el análisis). Un trabajo que ha sido bien acompañado por una colección de efectos muy nutrida y una banda sonora que, sin ser magistral, sí que nos regala una buena cuantía de temas bien compuestos que acompañan la acción sin resultar en ningún momento cansinos.
Es indiscutible que God Eater 3 puede dispensar unos ratos realmente entretenidos peleando y dando su merecido a los Aragamis de turno. Y más si jugamos en compañía de otros aliados online, siendo precisamente dicha opción donde reside el principal reclamo de esta producción de Bandai Namco. Eso sí, no esperéis encontraros con demasiadas sorpresas ni cambios en relación a lo establecido en la última entrega ni, menos aún, disfrutar de un acabado gráfico deslumbrante porque se trata de una producción bastante humilde en este sentido. Pero, lo dicho, divierte lo suyo si te gustan este tipo de ofertas de juego.
Comprar God Eater 3- El modo cooperativo resulta muy entretenido.
- Las God Arcs son tan abundantes como letales en combate.
- Notable faceta sonora, destacando el doblaje en japonés (con subtítulos en español).
- Multitud de misiones que llevar a cabo.
- El apartado técnico está lastrado por su anticuado motor gráfico.
- El control es algo "perezoso"” y muestra algo de lag.
- Las novedades de peso que incorpora son muy leves.
