Zoink Games nos presenta su nuevo trabajo desarrollado exclusivamente para el periférico estrella de PS4: PSVR. Análisis de Ghost Giant, una aventura muy especial y cuidada que ha sido dotada de mucho encanto.
PSVR está en plena forma, o esa es la sensación que me da. De un tiempo a esta parte son varios los títulos que cada mes analizo para dicho periférico (a los que se suman el resto que comentan mis compañeros), algunos de ellos incluso destinados de manera exclusiva para dicho dispositivo de realidad virtual de PlayStation. El último en aparecer es este fenomenal trabajo de Zoink Games que lleva por nombre Ghost Giant, un título bastante representativo porque eso es precisamente el personaje al que controlamos.
Desde una perspectiva subjetiva (en la que únicamente visualizamos los “brazos” del personaje) debemos adoptar el papel de una especie de fantasma gigantesco de color azulado que, por lo visto, cobra vida gracias a la “energía” que desprende el co-protagonista de esta historia: Louis. Este pequeño gato parlanchín (habla por los codos el renacuajo) que, además, es el único ser capaz de vernos, se encuentra sumido en todo tipo de problemas… bastante mundanos, la verdad. Y como ya habréis imaginado, nuestra meta es ayudarle todo lo posible a lo largo de todo el juego.
Es decir, que durante los 12 cortos niveles (o escenas) debemos hacer todo lo posible para que Louis abandone el estado de tristeza en el que al comienzo de la aventura se encuentra para alcanzar la felicidad. Puede resultar algo ñoño dicho propósito (y, de hecho, sin duda lo es), pero por fortuna la historia que nos va contando esta obra resulta interesante y va involucrando a otros personajes de naturaleza animal (osos, caballos, etc.).
Ghost Giant, puzles en estático
La propuesta en la que se fundamenta el desarrollo de Ghost Giant es bastante tradicional. Estamos ante una aventura en la que debemos interactuar con los diferentes objetos y, en ocasiones, personajes (como el propio Louis) para dar con la clave de un buen número de rompecabezas bastante sencillotes. Y mientras lo hacemos, somos testigos de las distintas vicisitudes que van protagonizando tanto el gatito como otros tipos que van apareciendo en los diferentes escenarios que acogen dicha producción.
Vehículos, disfraces, llaves, distintos frutos y demás objetos deben ser manipulados por el gigantón de manera correcta para conseguir solventar las situaciones más variopintas que os podáis imaginar como cruzar un puente bloqueado por rocas, pintar carteles, etc. Como os he dicho el diseño de la inmensa mayoría de los puzles es muy simple, y se nota que es un título que ha sido recreado para que pueda ser disfrutado por cualquier jugador, incluso por los más pequeños. El resultado es una aventura entretenida mientras dura pero que resulta muy efímera (puede ser superada en unas tres horas) y, también, presenta un nivel de dificultad irrisorio: si estáis buscando un desafío, mirad en otro sitio porque aquí no vais a encontrarlo ni por asomo.
Es una aventura corta, pero muy entretenida mientras dura
Siguiendo con la mecánica de juego que propone esta producción, cada nivel o escena tiene un planteamiento fijo. O sea, que no podemos movernos en ningún momento y únicamente es posible contemplar los bellos escenarios desde dos o tres perspectivas diferentes. Por eso mismo la ausencia de movimiento (ya sea libre o mediante teletransportes) confiere a la experiencia de juego un carácter estático y tremendamente pausado que puede no terminar de convencer a ciertos usuarios. Pero, al mismo tiempo, precisamente por eso es prácticamente imposible experimentar mareos ni demás inconvenientes ligados a la realidad virtual que suelen echar para atrás a otro grupo de jugadores, así que una cosa por otra.
Por otro lado y como ya os he comentado antes, la interacción con los objetos se lleva a cabo únicamente con los brazos y manos del fantasma. Para representar el movimiento de ambas extremidades es necesario emplear dos mandos Move, uno para cada brazo, respondiendo de manera muy precisa a todos nuestros gestos, algo fundamental en esta clase de títulos.
En definitiva y teniendo en cuenta todo lo que os he explicado hasta ahora, Ghost Giant es una de esas propuestas que se disfrutan mucho (siempre que os guste su planteamiento) mientras perduran y, además, posee un apartado audiovisual soberbio. La manera en la que han sido recreados todos los escenarios, en plan maquetas pero con multitud de objetos y elementos móviles, es de lo más cautivador que se ha visto hasta ahora en PlayStation VR. Y a esto se suma la recreación tanto de Louis como del resto de personajes que se dejan ver a lo largo del título, mostrando todos ellos un aspecto caricaturesco muy conseguido así como unas animaciones y una expresividad formidables.
A este sobresaliente apartado gráfico se une una faceta sonora magnífica donde sobresale el extraordinario doblaje en inglés de todos los protagonistas (diálogos que han sido subtitulados a nuestro idioma) y unos efectos y melodías muy apropiados a cada situación.
Tan breve como cautivadora. Ambos calificativos son los que mejor describen a esta nueva obra de Zoink Games que, dentro de su estilo y teniendo en cuenta sus diversos defectos, es una de esas producciones que bien merecen ser disfrutadas por los usuarios de PSVR. Ghost Giant es un título cuidadísimo en todos sus aspectos, especialmente todo lo que tiene que ver con su acabado gráfico y sonoro, siendo una opción muy recomendable para aquellos que busquen una experiencia de juego pausada, muy relajada y para todos los públicos.
Comprar Ghost Giant- El control y la interacción con el mundo de Ghost Giant es excelente
- Es una auténtica preciosidad artística
- Buen doblaje en inglés (textos en español) y bonita historia
- Su duración es demasiado efímera
- Su mecánica de juego tan pausada y estática puede no convencer a ciertos usuarios
- El nivel de dificultad que muestra es bajísimo
