La batalla entre ángeles y demonios es antigua como la narración misma, pero eso no impide a los guionistas seguir aprovechando los vaivenes entre seres celestiales para construir buenos relatos. No es el caso del videojuego Devil's Hunt, que peca de torpeza y simpleza en cada uno de sus apartados. Te lo contamos en su análisis.
Layopi Games es otro estudio de videojuegos afincado en la abarrotada Varsovia. Como hicieron sus vecinos de CD Projekt con la franquicia The Witcher, han tomado una novela de un autor polaco para trasladar su narración al territorio del videojuego. Es, desgraciadamente, el único paralelismo que existe entre los creadores de los juegos del brujo y los autores de Devil's Hunt. No puedo comparar Rownowaga, la novela de Pawel Lesniak en la que se basan para crear el videojuego analizado, con ningún libro de Andrzej Sapkowski, pero si las aventuras de Geralt de Rivia despiertan tu curiosidad por los relatos del brujo, el juego que hoy analizamos logra todo lo contrario.
Se ve a la legua que la producción de Layopi Games es humilde, y que con los cimientos que tiene, más presupuesto y desarrolladores se podría haber realizado un híbrido entre hack and slash y beat'em up en tercera persona competente, pero la realidad que nos ocupa a sus mandos es muy distinta. Puede que su pusilánime protagonista, Desmond, sea uno de los grandes problemas de Devil's Hunt, pero tras su “héroe” hay decisiones de diseño cuestionables capaces de eclipsar su malísima realización y su decepcionante guion, suficiente para echar atrás a cualquier usuario interesado en hacerse con el juego de acción polaco.
Siendo Desmond un personaje difícil de digerir y con el que resulta imposible empatizar, no ayuda la forma en la que los desarrolladores narran la historia para entender las drásticas decisiones que toma en el título. Combinado con un trato de las escenas cinematográficas pésimo capaz de convertir en humor involuntario los momentos más dramáticos, el carnaval de deficiencias que es Devil’s Hunt lo relega a convertirse en un producto completamente decepcionante.
Suicidio gratuito
Desmond ha sido condenado al infierno tras suicidarse. El joven millonario gastaba su tiempo en vida trabajando para su padre en una megacorporación en horas bajas y luchando en combates clandestinos en clubes de mala muerte. Toparse con su prometida y su mejor amigo en la cama (en una escena, por cierto, delirante) le llevará, sin cuestionárselo demasiado pocos minutos después, a conducir su lujoso deportivo hasta un precipicio y dejarse caer. Sus habilidades de combate no pasarán por alto para Lucifer, que lo recluta para convertirse en su nueva Parca. Deberá cumplir los encargos de su nuevo jefe y adentrarse, sin saberlo, en un feudo entre ángeles y demonios en el que tendrá un papel tan crucial como inesperado. ¿Te parece tópico? Aún puede sorprenderte.
Devil's Hunt no inventa la rueda en lo narrativo, pero tampoco en la acción en tercera persona: ataque rápido y ataque fuerte, una esquiva, un parry y un árbol de habilidades que se bifurca en tres tipos las técnicas a las que iremos accediendo según avancemos en la trama del título. Los enemigos atacan en grupos y no siempre es cómodo encararlos cuando se amontonan en los angostos escenarios en los que se desarrollan las batallas. Peca el sistema de simple y de unas animaciones del todo ineficaces ausentes de toda contundencia que no hacen más que exhibir el bajo presupuesto de la obra. Por ejemplo, uno de los primeros ataques a los que accederás consiste en lanzar tres llamaradas a los enemigos; su movimiento se limita al zarandeo de los brazos como si intentase quitarse, torpemente, una avispa de encima.
Puede que su pusilánime protagonista, Desmond, sea uno de los grandes problemas de Devil's Hunt
No todos son malos movimientos, pero llama la atención que haya algunos tan sumamente pobres y no se haya hecho nada por adecentarlos, porque llamarían la atención de cualquier seguidor del género por su ínfima factura. Las batallas de Devil's Hunt no siempre se limitan a ponerte a prueba con enemigos desarrollados para sacar lo mejor de ti a los mandos, muchas veces se basan en quitarte herramientas que tienes para enfrentarte a una dificultad basada en salvar las deficiencias con las que te encuentras, no en hacerte aprender y mejorar para sobrevivir y avanzar en su insípida trama. Los poderes demoníacos te potencian e infringen ingentes cantidades de daño a los enemigos, lo clásico, pero es una pena que con las herramientas que hay resulte más práctico aporrear el golpe flojo y tirar poderes al azar que ser creativo.
Una parca de palo
Al contrario que en otros referentes del género, no encontrarás un solo motivo para repetir las seis horas que dura Devil's Hunt para disfrutar de su rejugabilidad. Una vez acabado el viaje y la batalla contra los demonios y ángeles de Desmond, lo único que te quedará es reiniciarla para jugar en un nivel superior, pero resultará complicado dar con algún motivo que te lleve a tomar semejante decisión. Sin destacar en nada el apartado relacionado con la mera lucha, lo mismo podemos decir de sus rompecabezas y exploración: puzles insípidos por un lado y recortes de prensa que ayudan a ampliar su olvidable universo desperdigados por el lineal escenario.
Devil's Hunt tiene, además, algunos problemas gráficos. Ni jugándolo en un buen equipo evitarás la desaparición de algunas texturas o elementos del escenario o bajadas de frame-rate durante las batallas. Si destacábamos el pobre trabajo que se había realizado en los movimientos durante las peleas, lo mismo podría decir de las escenas cinematográficas; la expresión inanimada de los rostros de los héroes y villanos es acompañada de una interpretación robótica en cada una de las escenas, salpicados con una colección de movimientos repetitivos y una fotografía anticuadísima. Tiene algunas construcciones infernales curiosas para explorar, pero nada suficientemente destacable como para que lo recuerdes una vez termines el juego.
Lo mismo podría decir en lo sonoro, con interpretaciones sobreactuadas para todos los personajes y una música que parece negarse a enriquecer o aportar bada. Todo supura bajo presupuesto en el peor de los sentidos y una incómoda sensación de quiero y no puedo, sin ser capaz de aportar nada en lo jugable, visual o sonoro a un género que con buenas ideas es muy agradecido, como tantos otros títulos han demostrado en los últimos tiempos. La sensación que tienes a los mandos del software es la de una aventura pasillera en la que luchar con enemigos, resolver pobres rompecabezas y avanzar en su insulsa trama, con un universo confuso que no parece respetar, siquiera, sus propias reglas.
Ineficaz del todo
Hay una escena en la que Desmond acuchilla sin piedad a un objetivo. Lejos de ser una acción pasiva, los desarrolladores consideraron que hacer partícipe al usuario podía ser una buena idea, pero la mecánica se limita a aporrear el botón de acción para acabar con su vida desde un punto de vista cuestionable. La escena pretende ser cruda y descarnada, pero la realidad es que acaba provocando todo lo contrario; los defectos gráficos te sacan la partida, los efectos de sangre son de tercera división y la cara impasible del protagonista te hace preguntarte si realmente le importa un comino lo que está haciendo. La sensación, desgraciadamente, es similar durante toda la experiencia.
Los ingredientes daban para crear algo más interesante que lo que ha sido Devil's Hunt
La batalla entre ángeles y demonios es una temática muy repetida, cierto, pero los ingredientes de Layopi Games daban para crear algo más interesante de lo que se ha terminado recibiendo. No destacar en nada y flojear en cualquiera de los apartados a los que se enfrenta acaba siendo un castigo para el jugador que invierte horas en un juego encorsetado en su simpleza y su nula capacidad de ser creativo con las herramientas que otorga al usuario. El estreno en PC no ha sido satisfactorio, y nada parece indicar que vaya a mejorar en el lanzamiento en consolas en una fecha aún por determinar en 2019.
Podría parecer que la idea de un multimillonario boxeador clandestino que es reclutado por el mismísimo Lucifer para convertirse en su Parca podría ser una historia que diera algo de sí, pero el resultado final de Devil’s Hunt es una narración banal y tópica sobre ángeles y demonios con giros, héroes y villanos muy previsibles. Pésimos modelados, pobres animaciones y unas mecánicas jugables que no sabe aprovechar las buenas ideas que tiene en algunas de las técnicas desbloqueables. Que tampoco sea capaz de destacar en lo sonoro o visual lo acerca más al infierno que al cielo. Una oportunidad desaprovechada.
- Tiene buenas ideas en algunos ataques especiales
- Con unos retoques tendría un buen sistema de batalla
- Plantea un universo interesante, pero se acaba desmoronando rápido
- Desmond es uno de los peores protagonistas de la generación
- Su historia es tópica, aburrida y predecible
- Pasillero y repetitivo, es incapaz de aportar algo al género
- Nada inspirado en lo visual y sonoro
