Buscas convertirte en héroe y acabas muriendo. Una y otra vez. La desgracia parece ligada a ti en esta loca aventura de acción y plataformas que se ha convertido en uno de los videojuegos indie del momento. En el análisis de Reventure te contamos por qué te lo vas a pasar tan bien sufriendo en este divertido juego de estilo retro.
Salva a la princesa; ¡sé un héroe y derrota al Señor Oscuro! Suena típico, sí, pero la gracia de Reventure, lo que hace de este un videojuego tan especial, es que no va de salvar a damas en apuros ni de convertirse en paladines de la justicia. Morir de la forma más absurda posible. Ahí radica el encanto de un título que ha conquistado a miles de personas en Steam convirtiéndose en uno de los fenómenos del verano. Muere, muere, ¡muere!… y sigue tu aventura como si nada. Suena ridículo, ¡lo es!, pero también es francamente divertido poner a prueba la paciencia del protagonista de este loco juego de estilo retro enfrentándolo a desafíos que en su mayoría acaban con trágico desenlace. Qué diablos. Los cien finales son justo eso; sufrir humillantes derrotas que lejos de desanimarnos, nos invitan a seguir explorando su loco universo de fantasía.
Todo vale con tal de ver morir al pobre Tim, aunque solo sea una vez más, al estilo del mítico "un turno más y termino" propio de la saga Civilization. Y lo mejor es que aun esperando su triste final Reventure consigue sorprender con desenlaces aún más grotescos y endemoniados de lo que podrías imaginar. Que no te eche para atrás su apartado visual; que no te engañe la simpleza de su acción. Hay pocas aventuras más originales que este videojuego nacido de manos del equipo español Pixelatto. Hay acción y plataformeo, sí, pero su esencia es más la de un enrevesado juego de puzles en el que toda acción tiene consecuencias. ¿Optaste por las bombas en lugar del escudo? ¿Preferiste el gancho? ¿O tal vez tu elección fue correr sin nada encima? Hasta la más simple de tus decisiones determinará el curso de la aventura, abriendo y cerrando rutas en ese extraño y pixelado mundo de fantasía en el que tiene lugar la acción. Así que hay juego para rato.
En Reventure todo mata… y divierte
Nada hay más emocionante que embarcarse en una nueva aventura. Estás destinado a cambiar el curso de la historia, ¡a salvar el mundo!, así que sales de tu hogar con paso firme decidido a derrotar a todo enemigo que se ponga por delante… hasta que tropiezas con una piedra y mueres. Se acabó tu gran aventura. Así de estúpida y divertida es la historia de Reventure, un videojuego que enlaza con mucho ingenio las mil y una desgracias de nuestro desdichado héroe reflejando con mucho humor las consecuencias de nuestros actos. ¿Te dio por matar al rey? Acabarás muerto, o en prisión, pero cuando vuelvas a la vida comprobarás que hay referencias a ese difunto monarca.
Reventure se apoya en el absurdo, en el "no serán capaces de ello" para sorprender al jugador con breves y desternillantes relatos con los que cuesta no soltar una carcajada. Algunos desenlaces son tan inesperados, tan bestias, que solo puedes reír y seguir adelante; probar fortuna con un camino distinto para, claro, ver de qué otras formas puede morir el héroe. Las partidas son rápidas, algunas de pocos segundos, lo que ayuda a que comenzar el viaje y repetir ciertas acciones no se vuelva especialmente tediosa. Además, cumpliendo tareas específicas, puedes lograr que por ejemplo la espada legendaria se convierta en una reliquia familiar y por tanto, que no sea necesario ir a buscarla a una cueva. Es una de las mejores virtudes de Reventure.
Enlaza con mucho ingenio y humor las mil y una desgracias de nuestro desdichado héroe
Aunque la historia es bastante secundaria resulta sorprendente comprobar cómo todas las desventuras sufridas por el protagonista se entrelazan entre sí; cómo aún perdiendo la vida de forma atroz aplastado por un ascensor el juego se las ingenia para darte una excusa y poner de nuevo al héroe en pantalla. A veces convertido en zombi, otras como una masa de carne informe, o directamente como un familiar del propio Tim. ¡Será por opciones! Y es lo mejor. Reventure coge clichés propios de series tan emblemáticas como la saga The Legend of Zelda, héroe de verde incluido, y los retuerce y ridiculiza de tal modo que como jugador no te queda otra más que sonreír.
Coges las bombas, el gancho, la flauta del tiempo, espada y escudo… ¡hasta un pedrusco gigante!, y al final pasa lo que pasa; el héroe no puede con tanto peso y muere. Es tan absurdo pero a la vez tan ingenioso que acabas cayendo rendido a los encantos de Reventure. Lo decía antes. Es una aventura con algo de acción, pues hay combates contra algunos enemigos, y también mucho plataformeo, ya que tendrás que sortear abismos y trampas con saltos u objetos especiales. Sin embargo el juego de Pixelatto que recibió el premio al mejor indie en Gamelab 2019 se siente más como una aventura de puzles. Avanzar en sí mismo es un enrevesado rompecabezas que te obliga a tener en cuenta un gran puñado de posibilidades. Casi que recomendaría jugar con papel y lápiz al lado para anotar pistas pues cada paso que das, y cada muerte que sufres, te anima a pensar nuevas formas de proceder. ¿Cómo puedo lograr llegar tan solo un poquito más lejos? ¿De qué modo sobrevivo al ataque de este enemigo? ¿Y ahora qué?
Es original y muy divertido
No os dejéis llevar por las primeras impresiones; que no os engañe el pobre apartado visual del que hace gala Reventure. El diseño del mundo de juego es digno de elogio. Todas las áreas están conectadas de forma inteligente, permitiendo que alcances un mismo destino por vías distintas. Y es que no solo se tiene en cuenta el tipo de objetos que portas encima; si puedes abrir brecha con una bomba o si por el contrario puedes usar la pala para excavar un túnel. En Reventure también importa la cantidad pues cuantos más objetos cargue el héroe, más difícil resultará saltar y por ende no podrá alcanzar ciertas plataformas. Lo decía antes: cada decisión tiene consecuencias.
La acción de Reventure es bastante simple, sí, pues saltas, golpeas y poco más, pero el juego de Pixelatto tampoco necesita de mucho más para divertir como pocos consiguen. Es una experiencia original, ¡un auténtico disparate!, que además ofrece una interesantísima visión crítica del género de las aventuras. No duda en retorcer todas esas reglas que creemos son inamovibles para sorprendernos una y otra vez con desenlaces que rompen con la lógica del jugador. ¿De verdad acaba así la historia? ¿Es un final bueno o malo? Y así, durante las cerca de 12 horas que puede llevaros desbloquear todos los finales y resolver los grandes misterios que oculta un videojuego que merece la pena probar.
Cierto es que la acción se vuelve algo repetitiva una vez completas las primeras horas de juego pues al final repites las mismas acciones una y otra vez. Hay varaciones; muchas rutas que seguir y sobre todo gran libertad de acción, pero dado que los retos que propone son en su mayoría muy similares entre sí, por mucho humor que haya de por medio Reventure se siente algo limitado en su acción. Visualmente hablando tampoco es un videojuego que destaque lo más mínimo. En general es un juego feo pero también os digo que una vez te metes en acción los gráficos pasan a un segundo plano. Te lo pasas tan bien descubriendo nuevos desenlaces que te olvidas de la estética. Sus autores optaron por esta estética frente a unos gráficos más detallados para crear más contenidos, para sorprender con nuevos desenlaces, y siendo este su gran atractivo, es lógico.
¿Merece la pena jugar a Reventure? Por supuesto que sí. Es un videojuego original, muy divertido, que te puede mantener horas pegado al ordenador mientras descubres y disfrutas de las muchas desgracias a las que se ve sometido el héroe. A pesar de las apariencias es un título ingenioso, sorprendente, que usa el humor para atraparte como pocos juegos consiguen. Ya son miles los jugadores que lo han comprobado por ellos mismos, ¿te dejarás tu también seducir por esta loca aventura de acción y plataformas?
Reventure parece la típica aventura de acción y plataformas de estilo retro pero nada más lejos de la realidad. Es un videojuego sorprendentemente divertido que destaca por su inteligente diseño de niveles, su gran libertad de acción y esos cien locos desenlaces que ansiarás descubrir solo por ver sufrir al héroe. Con la esencia de un juego de puzles, te verás una y otra vez probando nuevas estrategias para descubrir los muchos secretos que esconde uno de los juegos indie más originales de los últimos años.
- Una aventura muy original que sabe sorprender y divertir con sus cien finales
- Gran sentido del humor y una historia bien hilada que tiene en cuenta nuestros actos
- Tiene el alma de un juego de puzles. Tendrás que pensar para llegar un poco más lejos
- Pobre apartado gráfico. No es un videojuego especialmente bonito
- La acción, por ser simple, se vuelve algo repetitiva a las pocas horas
