¿Y si Donkey Kong Country lo hiciera un estudio indie? El resultado podría ser algo parecido a lo que nos plantea la polaca 7Levels en un videojuego muy interesante, con un reto plataformero bastante acusado y una ejecución que a veces resulta brillante. Os descubrimos en nuestro análisis de Jet Kave Adventure otro plataformas a considerar para tu Nintendo Switch.
Los videojuegos de la saga Donkey Kong Country sentaron un precedente en la forma de crear plataformas. La precisión en los saltos, unida a un diseño de niveles formidable, con una estructura variada y un apartado audiovisual espectacular definieron una filosofía que primero defendió Rare y más tarde Retro Studios. Los resultados son de sobra conocidos: no existe un solo DKC que nos haya decepcionado hasta la fecha.
No han sido muchos los que se han atrevido a retomar la fórmula, pero me alegra ver que estudios pequeños como la polaca 7Levels se hayan animado. Sabían que lo tenían difícil, más que nada porque ellos mismos reconocen que aquellos juegos supusieron la cima de Super Nintendo, y sin ir más lejos DKC: Tropical Freeze lo definen como lo mejor actualmente en el subgénero. Pero ahí están… Cerca de una veintena de personas implicadas en crear de forma independiente una aventura plataformera que, sin llegar al grado de excelencia de la obra en que se inspira, proporciona momentos mágicos, algunos de auténtica lucidez.
El menor presupuesto propicia que veamos situaciones poco variadas, repetición de escenarios y un acabado que -aunque competente- queda algo lejos de los grandes referentes. Sin embargo, Jet Kave Adventure presenta un buen ritmo plataformero y un grado de desafío muy interesante. En ninguna de sus facetas encontrarás algo al nivel de los grandes, y no es justo compararlo… pero como seguidor de la estela de estos referentes, significa una bienvenida experiencia que se une al competido catálogo plataformero de Nintendo Switch.
Una de cavernícolas y dinosaurios
Un estudio indie lo tiene complicado para llamar la atención, pero una de las técnicas más usadas es apelar a lo ya conocido por los usuarios. Jet Kave Adventure nunca fue planteado con el objetivo de reinventar el género de las plataformas 2.5D. Por supuesto, propone su propia temática e incluso reglas, con un hombre prehistórico que se ve envuelto en una aventura en pos de salvar a su isla, amenazada por un misterioso invasor alienígena.
La narrativa se narra muy a lo Nintendo, sin largas secuencias. Ni tan siquiera hay diálogos. La acción comienza al instante, e incluso cuando te matan vuelves inmediatamente a los saltos. Esta inmediatez es una de las mejores cosas de un juego que no te llevará más de 6-8 horas, con un total de cuatro mundos y 36 niveles de dificultad creciente. No malos números para un periplo que contiene abundantes jefes, que aunque no se caractericen por complejas pautas de comportamiento (se limitan a repetir rutinas cada vez más rápido), suponen desafíos que me generaron cierta satisfacción al vencerlos.
Así, el juego se puede resumir en un devenir de situaciones que abarcan saltos ajustados en un alto porcentaje, con plataformas que se derrumban a nuestro paso, enemigos que nos persiguen en scroll lateral o partes de vuelo que incluyen el uso del ala delta. Lo típico del género, con claras referencias a los últimos Donkey Kong Country no sólo en cuestión de contenido, sino de forma. Y si no que se lo digan al cavernícola que manejamos, el cual se impulsa cual Diddy Kong con su jetpack.
Presenta un buen ritmo plataformero y un grado de desafío muy interesante
La mochila de propulsión supone uno de los elementos plataformeros más importantes de Jet Kave Adventure, al permitirnos flotar en el aire, pero también impulsarnos (slow-time incluido). Es la clave distintiva del videojuego, ya que este impulso se puede usar para atacar a enemigos, alcanzar plataformas lejanas y hasta esquivar ciertas ofensivas realizadas por los jefes de mundo. Combinada con el uso del garrote y los saltos, proporciona un flujo jugable destacado, capaz de establecer momentos de auténtico éxtasis en cuestión de ritmo.
A este respecto, es positivo que el diseño de niveles esté fuertemente apoyado en el uso del jetpack, aunque el truco vale para tres o cuatro niveles… Luego, por desgracia, el planteamiento pierde intensidad y se vuelve algo repetitivo. No es sencillo. Hacer un buen plataformas implica ir de menos a más, introduciendo mecánicas novedosas que cambien el ritmo del juego, pero sin romperlo. Este juego no lo hace, sino que se establece en un espacio de confort que lo lleva a la monotonía a largo plazo.
No hay una alta variedad de situaciones, salvo tres o cuatro ocasiones en que cambiamos los golpes y los saltos por una carrera de obstáculos en scroll vertical y algunas partes en ala delta que vienen a ser muy parecidas -incluso en control- a esas secuencias de Tropical Freeze en que íbamos sobre barriles a reacción. Es un ejercicio interesante el de comparar ambos juegos, porque estas que he citado no son las únicas similitudes: hay bastantes más.
Por ejemplo, el sistema de mejoras es muy parecido. Debemos recoger conchas en los escenarios para incrementar el contador de vida, la capacidad del jetpack, el alcance del garrote… Hacer esto forma parte de la rejugabilidad, ya que hasta una segunda vuelta muy probablemente no podrás hacerte con todo. Pero más interesante aún es que una vez completadas las fases, se te abren los desafíos de batir tiempos o de completarlas sin recibir daños. Adicionalmente, cada nivel contiene un coleccionable. No hay más opciones para expandir la duración, ya que no tiene cooperativo.
Es un juego gráficamente modesto aunque notable
El juego se puede superar con relativa facilidad en unas 6-8 horas, pero los completistas pueden multiplicar por dos esta cifra. No es mal dato si consideramos que es un producto que aparece a precio reducido (unos 20 euros), con un espíritu indie que se aprecia en su acabado general. No es que sea malo, ni regular, pero hay animaciones que no terminan de ser todo lo suaves que se desearía. Los mejores juegos cuidan los detalles, y a Jet Kave Adventure se le notan un poco las costuras, con un control brusco y a veces impreciso, especialmente en las secuencias de vuelo.
Que nadie espere grandilocuencias audiovisuales. Es un juego gráficamente modesto aunque notable, con un diseño de enemigos a veces algo clónico y una temática neolítica-alienígena en lo visual, la cual se traduce en diseños no siempre inspirados. Nuestros enemigos son insectos, plantas y dinosaurios extrañamente transformados que sin embargo cumplen muy bien su función de estorbar nuestro avance. Los jefes no es que despunten tampoco, pero resultan adecuados para las intenciones que se persiguen: ponernos las cosas complicadas.
No hay grandes alardes en el motor gráfico, aunque el juego resulta colorido en la mayor parte de ocasiones, con algún que otro efecto de iluminación que alegra la escena. Y esa es la clave: la alegría, manifestada en una banda sonora de tono siempre positivo. No destaca sobre el resto, sino que acompaña a una aventura plataformera correcta, que sin un gran presupuesto ha conseguido algo complicado: rememorar algunos de los videojuegos más grandes del género. Con un poco más de inventiva, dedicación y personal, no dudo que en el futuro podamos ver cosas prometedoras por parte de este estudio.
Jet Kave Adventure siempre tuvo clara su intención: emular a grandes del género como Donkey Kong Country. Cuando tienes una cima tan alta, y más siendo un estudio indie, corres el peligro de quedarte a mitad de camino, pero aún así hay que ser justos y decir que estamos ante un plataformas interesante, con un ajustado nivel de reto, una acertada duración, cierta rejugabilidad y unos valores de producción adecuados al tipo de juego que es. Nintendo Switch posee grandes referentes dentro de este campo, y lo nuevo de 7Levels no destaca sobre ellos, pero como alternativa y especialmente si te gustan este tipo de propuestas, la recomendación es que lo pruebes. Tiene bastantes cosas que demostrar.
- Recupera elementos jugables de Donkey Kong Country, normalmente con acierto
- El uso del jet pack está bastante bien aprovechado
- Buena duración dentro del género plataformas, con dosis de rejugabilidad
- Aunque con algunos altibajos, hay un buen trabajo en el apartado audiovisual
- Poca renovación de mecánicas y escasa variedad en el diseño de niveles
- El control puede resultar algo brusco e impreciso en algunas secciones
