Análisis de Madden NFL 22. Un videojuego de fútbol americano que pide a gritos más novedades

Análisis de Madden NFL 22. Un videojuego de fútbol americano que pide a gritos más novedades
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EA Sports lleva Madden NFL a la nueva generación de PS5 y Xbox Series pero su simulador deportivo sigue lejos del nivel de calidad deseado. Con mejoras gráficas y algunas novedades en sus modos de juego, en el análisis de Madden NFL 22 verás que el juego de EA Tiburon es capaz de decepcionar incluso a los más pesimistas.

Cuando vimos los tráilers de Madden NFL 22, por un segundo pensamos que las cosas empezarían a cambiar para bien dentro del emparrillado virtual. No en vano, la comunidad había pedido durante años que el modo franquicia recibiera el trato que merecía por parte de EA Tiburon y parecía que el deseo se cumplía, augurando el inicio de una era de prosperidad para el fútbol americano en videojuegos. Cuál fue nuestra sorpresa cuando, tras invertir horas en el juego, caímos en la cuenta de que Madden NFL 22 no sólo era más de lo mismo, sino que, de algún modo, logra caer incluso más bajo.

Pero vayamos por partes. ¿Es el nuevo modo franquicia una decepción? No, de hecho, es quizá la rendición más entretenida y ágil que ha ofrecido la serie en mucho tiempo. Los pilares de la innovación en este frente pasan por dos características: la planificación semanal de los partidos y la progresión del cuerpo técnico del equipo. Preparar el plan de juego semanal no es nuevo, pero antes era una tarea engorrosa porque Madden empleaba lenguaje de fútbol americano casi académico para describir las tácticas, pero también porque confería muchísima importancia a las sesiones de entrenamiento, previas al partido siguiente. Era realista, pero resultaba repetitivo y lento.

Madden NFL 22 agiliza las cosas. La nueva interfaz establece claramente cuáles son las fortalezas y debilidades del próximo oponente y simplifica la táctica al punto donde uno sólo escoge entre concentrarse en jugadas de carrera o pases cortos a la ofensiva, o en neutralizar pases largos y escapadas del mariscal de campo rival a la defensiva, por poner algunos ejemplos. La práctica libre sigue estando disponible, pero ya no es una obligación y con tiempo de sobra, ahora uno puede concentrarse en asuntos un poco más entretenidos, como ofrecer conferencias de prensa (a lo FIFA) o en el nuevo sistema de progresión de entrenadores.

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No es la primera vez que un juego de fútbol americano permite gestionar al staff de entrenadores, pero el hecho es que está de regreso en Madden NFL 22 y la implementación es adecuada. Antes de cada partido puedes imponer ciertas metas a tu entrenador en jefe, coordinador defensivo y coordinador ofensivo, tales como obtener 15 primeros y diez, no entregar el balón al oponente o no permitir conversiones de cuarta oportunidad. El repertorio de opciones es amplio y si superas los desafíos, te llevas puntos de staff que permiten desarrollar un árbol de habilidades particular para cada miembro de tu equipo técnico, así como tu departamento de personal, mismo que se encarga de los fichajes. El árbol de habilidades de entrenadores se podría beneficiar de variedad y algo más de libertad de personalización, pero en términos generales, es un agregado entretenido y positivo.

Entre el nuevo sistema simplificado de preparación de partidos, los nuevos elementos cinemáticos, la omisión de las prácticas y la gestión del staff, la temporada es más variada, ágil y disfrutable. Por supuesto, hay imperfecciones pero si tuviéramos que elegir un solo acierto en Madden NFL 22, ese sin duda sería el nuevo Modo Franquicia, y se supone que va a recibir un nuevo mecanismo de fichaje de jugadores universitarios (scouting) en algunas semanas -que no llegue con el estreno es menos que óptimo, pero bueno, es algo interesante para recibir más adelante-.

FOTF y The Yard: Un mismo rostro de aburrimiento

Los mismos problemas de jugabilidad que hay en el modo regular de Madden, existen en The Yard.
Los mismos problemas de jugabilidad que hay en el modo regular de Madden, existen en The Yard.

Madden lleva algunos años experimentando con formas de refrescar la saga que no involucren pulir su punto más flaco: la jugabilidad. Así fue como en 2018 introdujo el modo historia Face of the Franchise -el equivalente de El Camino en FIFA, y en 2020 debutó The Yard, el equivalente de Volta en esta franquicia. Pues bien, en ese afán por encontrar el hilo negro, este año EA Tiburon tomó la decisión de unificar la progresión de ambos. Es decir, creas a tu avatar y le asignas una de varias clases diferentes, dependiendo de la posición que juegue y, conforme pases tiempo en cualquiera de los mencionados formatos podrás ganar puntos de habilidad para invertir en la progresión de esa clase, sin importar si estás en Face of the Franchise o The Yard, mientras, en paralelo, también ganas Reputación y Créditos para comprar elementos cosméticos. La idea no es del todo mala, el problema es que ninguno de los dos modos evolucionó. Al contrario. Ahora son más monótonos que antes, así que ni siquiera dan ganas de jugarlos.

Si tuviéramos que elegir un solo acierto en Madden NFL 22, sería el nuevo Modo Franquicia

Face of the Franchise solía ser una experiencia cinemática poco original, tanto dentro como fuera del emparrillado, donde se contaba una historia moderadamente entretenida, si bien bastante predecible y trillada, con decisiones intrascendentes. Pues bien, este año, la poca calidad narrativa que había se fue a la basura y aunque el ingrediente cinematográfico permanece, este se tornó exageradamente repetitivo con una realización bastante pobre. Es verdad que ahora se pasa más rápido de la NCAA a la NFL, y hay nuevas posiciones disponibles como la de linebacker, pero el bucle de juego es aburridísimo. Poco ayuda el hecho de no poder modificar la dificultad de los partidos colegiales, convirtiéndolos en molienda, más que en algo entretenido de ver y jugar. Una vez en la NFL, el tiempo entre partidos se va participando en numerosas "actividades" que no son otra cosa más que interludios cinemáticos muy acartonados, que a menudo carecen de actuaciones de voz, padecen de gráficos anticuados y terminan por fastidiar. Para colmo, la cuota de sesiones de entrenamiento de la que finalmente se libró el modo franquicia terminó aquí, donde para mejorar, de cara a ciertos partidos o para apoyar a compañeros desanimados, a menudo tienes que acudir al campo de prácticas -un campo de prácticas que, por cierto, no ha cambiado en años-. Y para rematar, las mecánicas sobre el emparrillado son exactamente las mismas que aquellas en un partido común y corriente, sólo que limitado a un solo jugador de los 22, lo cual es comprensible, pero no imaginativo o divertido.

La presentación televisiva cambió ligeramente, pero se vuelve repetitiva rápidamente.
La presentación televisiva cambió ligeramente, pero se vuelve repetitiva rápidamente.

La alternativa entonces es The Yard, un modo 6 Vs. 6 en canchas "de fantasía", donde lo único relativamente distinto es que los jugadores ejecutan algunas animaciones "especiales" y portan uniformes estrafalarios. Como dijimos el año pasado, si The Yard realmente quiere ser diferente, debe traer de vuelta la experiencia de NFL Street, donde las estrellas del fútbol americano jugaban en el asfalto o en la playa, usando ropa de calle y corriendo por las paredes, pero como eso no es "seguro", tenemos, otra vez, una modalidad que se distingue más por los colores que por la diversión sobre la cancha. Y, como otros elementos del juego, hay nuevos problemas, en este caso, la I.A., misma que suele ejecutar maniobras que sacan a sus jugadores de la cancha, de forma inexplicable y de manera repetida.

Ni siquiera Madden Ultimate Team presenta muchas novedades

Además de la progresión unificada, este año The Yard introdujo una campaña, pero esa campaña consiste simplemente en una interminable sucesión de escenarios con objetivos especiales, que debes cumplir para desbloquear nuevas arenas o jefes a los que después puedes reclutar para tu propio equipo. De nuevo, hay una que otra idea interesante ahí, pero el modo es tan simple y reiterativo, que no vemos motivos reales para que alguien se entretenga mucho aquí, ni en solitario ni en línea. Lo único que cambia entre un partido y otro es la ambientación de la cancha, ya sea esta una plaza en Florencia o una Plataforma Petrolera, pero a EA Tiburon jamás se le ha dado bien la dirección de arte, y esta no es la excepción; parecen escenografías de teatro, y fuera de eso, cada partido es exactamente igual al anterior.

Cuesta creer que las cinemáticas de Face of the Franchise pertenecen a la novena generación de consolas.
Cuesta creer que las cinemáticas de Face of the Franchise pertenecen a la novena generación de consolas.

Ya que hablamos de modalidades alternativas, Superstar KO -que probablemente es el añadido más divertido que se le ha hecho a la serie últimamente- está de regreso. Para quien no lo conoce, este es un modo de muerte súbita donde seleccionas a un equipo diferente cada vez, le asignas un estilo y juegas contra otra persona, en línea, en un estadio de fantasía. Tú tienes el balón una vez, tu oponente tiene el balón una vez y el primero cuya serie termine con las manos vacías, pierde. No tiene mucha ciencia y es un modo veloz para cuando hay poco tiempo. Este año, la única novedad es la suma de equipos de la NFL, además de las escuadras de ficción que ya existían. El problema es que en vez de ajustarse al mismo modelo de partidas rápidas, Superstar KO con equipos reales es más bien un juego amistoso completo, ¿por qué? Ni idea. Suponemos que le quieren ahorrar a algunos jugadores la desdicha de dejar un registro negativo en las partidas H2H tradicionales, pero como quiera que sea, carece de sentido.

Para ilustrar hasta qué punto este ha sido un año inconsistente y problemático en Madden, baste decir que ni siquiera Madden Ultimate Team presenta muchas novedades. En otras épocas, todo podía salir mal, pero MUT no se quedaba sin evolucionar. En Madden NFL 22, honestamente, lo único nuevo que notamos fue la introducción de los típicos sets nuevos y temáticos que celebran el inicio de un nuevo ciclo, y cuyo concepto este año es Superstars o Súperestrellas, cuyos desafíos recompensan con jugadores de nivel 74 o superior. Por lo demás, estamos ante la misma experiencia, basada en la adictiva satisfacción de reforzar un equipo personalizado, a base de molienda o, preferiblemente, de micropagos. Como alternativa, está una especie de campeonato, llamado Championship Series, cuya recompensa es de casi 2 millones de dólares. Si alguien compite a nivel profesional, adelante, aquí hay una oportunidad, paro para la gran mayoría es un agregado intrascendente. En este y otros muchos sentidos, es evidente que FIFA está concentrando más recursos que Madden, con múltiples innovaciones en el frente Ultimate Team, año con año.

Ventaja de local

El acarreo de balón sigue viviendo un buen momento.
El acarreo de balón sigue viviendo un buen momento.

Es así como llegamos a la acción sobre el campo de juego, un elemento capaz de estropear o rescatar a cualquier juego deportivo, como se ha visto en casos como el de NBA 2K, cuyos elementos extracancha son controvertidos pero pasan a segundo plano ante la calidad del diseño en la duela. Con Madden ese no es el caso, desafortunadamente. La gran novedad en Madden NFL 22 es la función Dynamic Gameday, una forma elegante de describir una serie de ventajas pasivas o M-Factors, que se activa cuando un equipo ejecuta jugadas importantes, representando el cambio en la inercia emocional que afecta cada partido o momentum en inglés. Hablamos de intercepciones, recuperaciones de balones sueltos y, por supuesto, anotaciones. Esta novedad viene señalizada por una barra de poder, situada encima del marcador, cuya operación no es muy diferente de la de un tira y afloja o tug of war, donde conforme un equipo va encadenando acciones trascendentes, inclina cada vez más la balanza a su favor, activando estos "poderes".

Cada equipo local tiene tres factores específicos, pero los visitantes también pueden activar un par si logran ponerse en ventaja a domicilio. Entre los poderes están el de distorsionar los diagramas de ruta que aparecen antes de cada jugada, desaparecer los íconos de receptor antes del snap, mejorar las coberturas de pase, disminuir la probabilidad de fumble, mayor o menor fatiga, patadas de despeje más cortas, audibles que no funcionan por el ruido de los aficionados, etcétera. Es una idea interesante y congruente con lo que ocurre en un partido real, tanto de fútbol americano, como de otros deportes profesionales. De hecho, PES y NCAA -también de EA- alguna vez experimentaron con esto mismo. Pero hay dos aspectos que no nos convencen del todo.

Las asignaturas de bloqueo también son algo digno de análisis.
Las asignaturas de bloqueo también son algo digno de análisis.

Por ejemplo, si estás jugando contra otra persona aquello de distorsionar elementos gráficos o hacer la interfaz de gol de campo más difícil de controlar, tiene sentido, pero cómo afectan ese tipo de obstáculos a la inteligencia artificial, es algo que jamás diagnosticamos. Y otro elemento que nos dejó insatisfechos fue la incapacidad para modificar estas ventajas. Después de todo, ¿de qué sirve que el equipo rival tenga problemas con los goles de campo, si no están en una situación de gol de campo? Tener menor probabilidad de fumble está bien, pero no es algo que vayas a notar. La función es interesante, pero se percibe arbitraria y si las condiciones específicas no se prestan, puede pasar desapercibida. Aún así, nos gustaría verla mejorar en entregas posteriores. Como aderezo, esta nueva característica viene con nuevas cinemáticas que pretenden ilustrar el impacto de los aficionados. Es un detalle cosmético que, como los demás en el juego, termina por convertirse en un distractor desgastado.

Hoy se percibe como un simulador deportivo predecible y envejecido

Más útil que el Dynamic Gameday, nos pareció la opción de hacer ajustes a la estrategia de juego al medio tiempo, una mecánica que es consistente con la realidad del fútbol americano, y que como la preparación semanal de los partidos, resulta sumamente intuitiva. Si consideras que el equipo rival te está dominando con carreras por el centro, puedes concentrarte en ello, si percibes que los pases largos no están funcionando, es posible abonar ciertos boosts a tus pases cortos. Puedes hacer un ajuste al ataque y otro en defensa, y todos ellos vienen con un sacrificio. Si, por ejemplo, te enfocas más en detener las carreras por el centro, estarás más expuesto a carreras por fuera de la línea de golpeo, por ejemplo. Es gratificante hacer estos ajustes -sobre todo cuando funcionan- y redondean la ilusión de ser el head coach de un equipo.

Como todas las cinemáticas, las de los aficionados terminan por volverse repetitivas.
Como todas las cinemáticas, las de los aficionados terminan por volverse repetitivas.

Fuera de eso, Madden NFL 22 es el mismo juego de todos los años, con mejoras visuales moderadas, entre las que figuran las típicas cinemáticas nuevas que pierden frescura después de pocos partidos, el clásico cambio de color en el paquete gráfico de televisión, la misma ambientación acartonada en las bandas, y un medio tiempo apático que sigue sin estar al nivel de aquellos con la licencia de Sports Center. Si jugaste Madden NFL en PS4 o antes, notarás un incremento en la fidelidad de las imágenes y las texturas, pero increíblemente, los problemas de tasa de cuadros, permanecen en las cinemáticas, lo cual no tiene ningún sentido, considerando que el trabajo visual debería ser muy poco demandante.

A estas alturas, hablar acerca del tackleo o placaje en Madden es reiterativo e inútil, considerando que prácticamente no hay cambios año tras año. Madden NFL es una saga que pide a gritos un rediseño completo de la física y las animaciones, sin el cual, hoy se percibe como un simulador deportivo predecible y envejecido.

EA dedica seis párrafos a la descripción de novedades en placaje en la web oficial del juego, pero todo eso se va al traste la primera vez que te topas con el mismo zurcido de capturas de movimiento de todos los años, los placajes que caen a los pies de un corredor rival sin efecto alguno, las contorsiones de limbo, las animaciones de recepción en salto vertical que son indefendibles y, en pocas palabras, las misma sensación sobre rieles de siempre. Si acaso percibimos alguna diferencia, fue un mayor número de caídas hacia el frente, mejores recepciones sobre la punta de los piés en las orillas del campo y nuevas animaciones de los PNJs en la banda, quienes a veces detienen a los jugadores que se salen de la cancha. Eso es lo más notorio. Al margen de ello, se puede hablar muchísimo sobre Next Gen Stats, sobre tacleadas en pandilla, corrección de recepciones cuestionables de pases cortos, etcétera. Nada de eso cambia la esencia rígida de un juego que sigue sin ser orgánico y uno ya se lo sabe de memoria.

Bugs y otras imperfecciones en Madden NFL 22

¿Qué pasa con el torso de los árbitros?
¿Qué pasa con el torso de los árbitros?

Otro defecto que permanece año tras año en Madden NFL 22, es el de una experiencia de usuario lenta e imperfecta, donde transitar entre menús puede ser una experiencia algo torpe y pausada. Eso no ha cambiado este año. Arrancar el juego demora más de lo que uno esperaría, para tratarse de un juego de novena generación, y aunque el rendimiento sobre la cancha es bueno, hay algunas anomalías injustificadas, entre las que figuran problemas de texturas que provocan que los piés de los jugadores se estiren al infinito, uniformes de entrenadores incorrectos, animaciones trabadas, el mencionado clipping de las cinemáticas y un largo etcétera.

Las tomas panorámicas del SoFi Stadium de Los Ángeles suelen congelar el juego, obligando a reiniciar, The Yard sufre de errores inexplicables que no permiten arrancar la partida y, una vez dentro, es difícil poner pausa, incluso jugando contra la máquina; transitar los menús al final de un partido de este mismo modo, parece pesar a la consola, simular jugadas hasta llegar al desenlace de un encuentro de franquicia, te saca de la modalidad, comprometiendo tu respaldo y también hay crasheos de consola, de los cuales experimentamos 3 o 4 durante nuestras primeras horas de juego. Sobra decir que muchas de estas anomalías resultan ridículamente irritantes, pues un solo partido de Madden NFL demora, en promedio, una hora.

Dynamic Gameday trae consigo nuevas cinemáticas de la gente en las gradas.
Dynamic Gameday trae consigo nuevas cinemáticas de la gente en las gradas.

Echar un vistazo a YouTube es darse cuenta que Madden siempre ha tenido algunas rarezas, pero este fue un año especialmente accidentado, incluso para los viejos estándares de la saga, aunque es posible que, para cuando leas esto, algunos de los desperfectos hayan sido solucionados. Y para el último, dejamos el tema de las narraciones y la localización, que si no sabes inglés, es absolutamente intrascendente. Considerando la plétora de problemas que tiene el juego, esperar traducción al castellano es mucho pedir, pero incluso para quienes comprendemos los diálogos, Madden NFL 22 deja que desear. Tanto las ruedas de prensa como los diálogos entre jugadores -especialmente en Face of the Franchise- suelen carecer de actuaciones de voz, algo que para ser justos, también pasa en FIFA, pero incluso cuando hay locución, esta a veces se reproduce con extrema lentitud, como si al conversar, los personajes tuvieran problemas para entenderse.

Brandon Gaudin y Charles Davis regresan como cronistas, con las mismas líneas de todos los años, muy poco análisis y anécdota, y abundante descripción y repetición. Lo único verdaderamente nuevo que notamos, fueron líneas centradas en los mejores seleccionados del draft de este año, como por ejemplo, Zach Wilson y Trevor Lawrence. Pero, ganar un partido de temporada regular, implica escuchar a Brandon Goudin repetir 10 veces lo bien que jugó tu defensiva la jornada anterior. Es un trabajo congruente con la calidad del resto del paquete, pues. Y qué no se nos olvide el asunto del DualSense. Se usa poco en Madden NFL 22, pero sí se usa, sobre todo hay cambios de resistencia en los gatillos al correr y algunos efectos sonoros nuevos que provienen del mando. Nada especial y, de nuevo, por detrás de lo que EA Canada está haciendo con FIFA.

Tocando fondo

No recomendado
Un videojuego de fútbol americano que pide a gritos más novedades

Madden NFL 22

Por: El equipo de 3DJuegos
No recomendado

Para quienes somos fanáticos de la NFL, más que decepcionante o irritante, resulta triste ver que el único simulador de fútbol americano en el mercado atraviesa por una crisis que deja a los jugadores sin opciones, pero desafortunadamente, este es un año todavía peor para Madden NFL. Sí, el modo Franquicia por fin mejoró, pero el resto del juego necesita un trabajo de rediseño completo. Sólo podemos recomendarlo si jamás has jugado un juego de la NFL, e incluso así, quizá sería más aconsejable y barato irse por una entrega de años pasados.

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5 cosas que debes saber:
  • The Yard y Face of the Franchise están peor que nunca, como bajos estándares de producción y mucha monotonía.
  • El nuevo modo franquicia, la preparación de partidos y los ajustes de medio tiempo, vuelven al juego un poco más entretenido.
  • Dynamic Gameday es una idea con potencial, aunque necesita flexibilidad.
  • El rezago en materia de física y animaciones ya no es justificable ni divertido.
  • Múltiples imperfecciones técnicas y bugs.
Jugadores: 1-6
Idioma: Textos en inglés y voces en inglés
Duración: 10 horas + Multijugador
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