Yu-Gi-Oh! Master Duel es un sueño para el fan. Por primera vez, sale un videojuego de cartas de Yu-Gi-Oh! en el que las normas no se resumen ni se facilitan, en el que no importa parecerse al anime y sí ser una reproducción fiel del estupendo TCG. Fans de toda la vida, estáis de enhorabuena; los novatos, tened paciencia.
Antes de empezar con este análisis, quiero dejar una cosa clara. Yu-Gi-Oh! Master Duel ha salido hace apenas un puñado de días, y es un juego free to play. Lo que quiere decir que se ha lanzado con todavía muchísimo margen de mejora, y sin dejarse ver en el que será su terreno natural: las tablets de Android e iOS, así como con algunos problemillas de rendimiento y legibilidad. Es decir, es un producto al que le queda trabajo y que irá mejorando día a día. Eso lo tengo clarísimo. Empecé a jugar a Magic: The Gathering Arena cuando salió al mercado, y la aplicación no tiene nada que ver, hoy, con lo que era, afortunadamente. Y lo mismo le ocurrirá a Master Duel. Mañana será mejor de lo que es hoy. Dicho esto, ¿qué es Master Duel? ¿Qué diferencias tiene con Duel Links o con el reciente videojuego que salió para Nintendo Switch? Es fácil de explicar. Esta es la experiencia más pura, la más parecida posible a jugar al juego original en tu consola o PC. Esto es Yu-Gi-Oh!
Por eso lo he comparado con Magic Arena. Porque tras tanto tiempo teniendo que jugar a títulos que no se atrevían a desatar todo el potencial del juego de Wizards of the Coast, por fin se ha hecho. Eso convierte en Master Duel en una experiencia muy esperada, pero también en una con un alto peaje de esfuerzo, dedicación y atención para el novato. El videojuego de Konami se esfuerza en entregar tutoriales y más tutoriales. Tiene un atractivo y bastante largo modo de juego en solitario, así como retos y desafíos. Cuando te los haces todos, creerás que sabes jugar a Yu-Gi-Oh!, pero cuando compres tu primer sobre es posible que descubras que no entiendes qué hace esa carta que te acaba de aparecer. El motivo es que Yu-Gi-Oh!, y esta es la gracia que tiene, es un juego de cartas muy transgresor consigo mismo, con sus reglas y con lo que se supone que puedes o no hacer. Eso lo convierte en un juego apasionante, pero también en uno muy complejo. Así que si te planteas entrar en Yu-Gi-Oh! con Master Duel, un consejo: mira vídeos, sigue a creadores de contenido que hablen del juego y que te expliquen todo lo que necesitas saber, y no dudes en consultar guías de Yu-Gi-Oh! Master Duel . Me parece mucho más fácil entrar en Magic: The Gathering que en esto, por ejemplo.
Una de las alegrías que me he llevado con Master Duel tras jugar a ¡¡Yu-Gi-Oh! RUSH DUEL: Dawn of the Battle Royale!! en Switch es la agilidad de sus partidas. Aquí no hay nada más que el propio duelo, sin aderezos. En todo momento cuentas con la información de la carta que se está jugando a tu mano izquierda. Es muy cómodo seleccionar cartas, cambiar de fases de juego y entender qué cartones tienes y cómo jugarlos. No hay animaciones espectaculares, nada se mueve ni nada te pausa. Sí hay algún efecto agradable, pero no hay visual nada que entorpezca la acción. Y lo digo como algo positivo, porque se agradece un montón. Sin embargo, no todo es perfecto. Cada vez que se cambia de fase hay un instante en el que no puedes ejecutar ninguna acción, una especie de molesta pausa que no puedes saltarte. Y, jugando online, el juego tiene demasiados momentos de carga entre acción y acción. Tiene demasiados ratitos en los que el juego parece que se detiene. Tú crees que lo que pasa es que tu rival está pensando, pero no. Es el juego que está intentando procesar todas las reglas que se están sucediendo en la partida, y le hace falta su tiempo.
La forma más pura de jugar a Yu-Gi-Oh! de forma digital
Creo que esta cuestión es la principal que el juego tiene que solucionar. No puede ser que estés tú emocionado con tus monstruos, trampas y tu estrategia, y esa acción que activaste al pulsar ese botón, el juego no la haya reconocido por estar cambiando de fase. Y aunque haya mazos que te ganan en un turno, una partida de Yu-Gi-Oh! convencional puede hacerse larga, por lo que esos momentos de lag y de carga tienen que ser eliminados. Con un sistema jugable que pese a esto funciona, hay que hablar de su sistema de monetización. He de reconocer que no me tiene tan contento. Necesito un sistema para copiar códigos de barajas, importar mazos y exportarlos. Yu-Gi-Oh! Master Duel te da acceso a una serie de barajas creadas por los jugadores para que las guardes, pero cuesta saber cuál es más interesante en el meta si no lo conoces.
Lo de sacrificar cartas para conseguir otras acaba pasando factura
Una vez te quedas con una de estas barajas, y quieres conseguir las cartas que te faltan, Yu-Gi-Oh! Master Duel no te manda a una sección en la que gastar comodines, sino que te lleva a la compra de uno de entre varios tipos de sobres. Porque no en todos los sobres están todas las cartas. Gastando 100 gemas, tienes que intentar que te salga la que quieres. Este juego está dividido en arquetipos. Poco a poco te irán saliendo los sobres de cada uno de ellos a medida que uses y te aparezcan cartas. De esa forma se intenta que el jugador novato no se líe con este tema. También puedes conseguir cartas de forma individual. Tienes que sacrificar cartas para conseguir monedas, pero hay un tipo distinto de moneda por la rareza de cada carta. Con ellas, podrás comprar esa que necesitas. Personalmente, no soy muy fan de este sistema. Lo sufrí en The Elder Scrolls: Legends. Lo de sacrificar cartas para conseguir otras acaba pasando factura. Además, obligar al jugador a tener en cuenta las rarezas te acaba condenando a comprar y comprar más sobres.
Pero si quieres conseguir un mazo bueno, te tocará pasar por este trago y pagar el pase de batalla, que te otorgará muchos más puntos y gemas para lograr las cartas que necesitas. Eso sí, Yu-Gi-Oh! es un juego muy estratégico y de sinergias. Tiene mecánicas muy complejas de entender cuando llegas al título. Por lo que lo mejor es que intentes jugar lo más posible con lo que el juego te da gratis hasta que aprendas. Afortunadamente, conseguirás un buen botín de gemas y varios decks gratuitos si te pasas la campaña del juego. Del mismo modo que veo al juego bastante aficionado a ir a por tu cartera a la hora de darte las cartas que necesitas, también es verdad que es generoso para el jugador que empieza. Eso sí, te será muy difícil solo con eso batirte con los decks de los jugadores más pro. Llevar en esto años es clave.
Las primeras partidas a Master Duel, un desafío
Salvo por cuestiones de rendimiento que son mucho peor en Nintendo Switch, por una forma de monetizar que no me acaba de enamorar o porque creo que el sistema de montaje de decks tendría que ser mejor, Yu-Gi-Oh! Master Duel es todo lo que se podía esperar de él: es el juego en su forma más pura para sus jugadores más hardcore. Te da acceso a todas las cartas de Yu-Gi-Oh!, te permite disfrutar de toda su historia de la manera más fiel y no se corta ni un pelo para ser un regalo para el fan. Además, viene traducido, tiene contenido para un solo jugador y promete la llegada de eventos. Por ello, pocas quejas se le pueden poner. Eso sí, cuidado con esa forma tan gacha que tiene de entregarte sus premios. Y si llegas de nuevas, ten muchísima paciencia, porque el juego no tendrá misericordia contigo.
Aunque la entrada a Yu-Gi-Oh! Master Duel sin tener ni idea de la franquicia sea dura, es el videojuego al que hay que jugar si esto te interesa. Sí es verdad que su sistema de monetización asusta a día de hoy, que tiene problemillas de rendimiento o de lag durante las partidas, pero son las típicas cosas de las que en un par de meses ni te acordarás. Merece mucho la pena descargarlo, jugar el modo solitario, ir luego a YouTube a ver a los creadores de contenido recomendado mazos y ponerse en serio con el juego.
- Es Yu-Gi-Oh! en su forma más pura
- Técnicamente es discreto para que todo fluya mejor
- Necesita mejoras en su construcción de mazos
- Tiene contenido de sobra para jugar solo
- Cuando le pilles el punto, te encantará
