Gratis no es sinónimo de baja calidad: así nacieron juegos míticos como DOOM y esta es su historia

Gratis no es sinónimo de baja calidad: así nacieron juegos míticos como DOOM y esta es su historia
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Desde los años 80, los desarrolladores se han unido para crear ideas locas, arriesgadas y honestas. Su única meta era compartir proyectos y conocimiento. El paso de los años no ha hecho mella en su pasión. Ahora, usando plataformas como itch.io, tanto el freeware como el shareware siguen siendo el hogar para la creatividad

Una de mis anécdotas favoritas de la historia del videojuego es la de la creación de Colossal Cave Adventure, conocida en España como La Aventura Original. Se trata de la primera aventura conversacional. El jugador lee líneas de texto que describen una situación, y luego escribe lo que quiere hacer: ir al norte, abrir la caja, saltar... Si acierta, el juego avanza y sigue contando su historia. Si falla, una voz le dice que lo ha escrito no tiene sentido y que vuelva a probar. Este juego lo creó Willie Crowther a mediados de los 70, y no lo hizo por dinero ni fama. Él era padre de dos hijas, pero su matrimonio fracasó. El divorcio le obligó a vivir lejos de sus pequeñas, por lo que ya no podía leerles los cuentos que siempre les leía por las noches. Pero cuando ellas jugasen a Colossal Cave Adventure, de alguna forma, su padre seguiría a su lado, porque esas líneas de texto eran los cuentos que su padre les contaba, y la voz que les decía que habían fallado, que ese no era el camino a seguir, era la de él. La de Crowther.

Pero esta bonita historia no acaba aquí. Colossal Cave Adventure se filtró y pasó de ordenador en ordenador. Llegó a manos de otros desarrolladores como Don Woods y Dave Platt. Le añadieron nuevas líneas de texto, más decisiones, ilustraciones y retos. Ellos tampoco lo hicieron ni por dinero ni por fama, sino por la misma razón por la que Crowther creó el juego originalmente. Y por la misma razón por la que, 50 años después, desarrolladores de todo el mundo siguen haciendo juegos gratis, compartiendo el código con otros y diseñando sin ánimo de lucro en busca de ideas nuevas con las que jugar: por pasión. Con el paso del tiempo se le puso nombre a estas formas de crear videojuegos: software libre, freeware y shareware. Este artículo trata sobre cómo ese espíritu sigue más vivo que nunca en pleno 2022.

"Por lo general, el público que consume freeware suele tener una mentalidad más abierta y receptiva ante ideas extrañas, cosas experimentales y que no responden a la moda (...). Y además suele ser más sensible con el trabajo que hay detrás de cada proyecto". Locomalito, autor de Maldita Castilla, Verminefest o Hydorah me responde esto cuando le pregunto por qué decidió iniciarse como creador con un modelo freeware. "Nos gustan este tipo de juegos, tanto jugarlos como hacerlos. Vemos belleza y valores en ellos, y nos gusta investigar, experimentar y perdernos dentro. No sé, ¡Qué te voy a contar! Cosas de enamorados". Si te metes a día de hoy en itch.io y buscas "free games" podrás encontrar un montón de propuestas jugables gratis muy interesantes. Por ejemplo, una de ellas es 'Friday Night Funkin', un videojuego de ritmo que ha arrasado entre creadores de contenido de medio mundo. Y es totalmente gratis. También está el famoso Doki Doki Literature Club o Deltarune entre muchos otros.

El desarrollo de videojuegos freeware es pura pasión

Friday Night Funkin
Friday Night Funkin

El modelo de creación de videojuegos freeware no es lo mismo que el free to play ni que el early access. "En el freeware", me sigue contando Locomalito, "tienes acceso a la totalidad del juego sin ningún coste. A mí me gusta explicarlo como que el juego tiene un valor, pero invita la casa". Y parece un modelo muy interesante para creadores inquietos: "puedes publicar un juego y olvidarte de su existencia a los 5 minutos para poner el foco en otra cosa". Pero, ¿cuándo empezó todo esto del freeware y el shareware? Pues lo cierto es que su nacimiento está ligado a la propia creación de software y de Internet. Hemos de viajar a los años 50 y al MIT, al Instituto Tecnológico de Massachusetts.

El público que consume freeware suele tener una mentalidad más abierta

En ese momento se encontraba Richard Stallman desarrollando, en colaboración con otros colegas, su propio sistema operativo. Stallman recuerda de aquella época: "la atmósfera de trabajo era de cooperación. Estábamos usando y desarrollando nuestro propio sistema operativo. Cualquier persona era bienvenida para ayudar y mejorarlo. Nos encantaba recibir ayuda de cualquiera. Por supuesto, y del mismo modo, nos gustaba compartir nuestro software con personas ajenas al MIT. Lo hacíamos por pensar que les sería de utilidad". El MIT estaba a rebosar de gente muy talentosa trabajando de forma colaborativa al amparo de la universidad. Sin embargo, con la llegada de los años 70 y 80, las empresas se dieron cuenta de que podían vender ese software que gente como Stallman estaba creando. Contrataron a los miembros de su equipo y todo cambió. Pero Stallman se negó a firmar ningún contrato, y creó un manifiesto del software libre o free software, el antecesor del freeware. Decía así: "tendrás la libertad de usar el programa para lo que quieras, de estudiar su código fuente y de cambiarlo, de hacer las copias que quieras, tanto del producto original como de las modificaciones que le hayas hecho"

0 A.D: Empires Ascendant
0 A.D: Empires Ascendant

Ese apasionado espíritu sigue vivo a día de hoy, y no solo en Locomalito. Un grupo de colaboradores apasionados llevan años creando el videojuego 0 A.D: Empires Ascendant. Se trata de un videojuego de estrategia militar histórica al estilo de Age of Empires. Es de código abierto y de libre circulación. "Estoy en el desarrollo de este juego porque significa estar creando algo más grande de lo que yo soy (...). Si haces un videojuego por dinero, tus metas son distintas. Cualquier cosa que hagas en él que no te vaya a generar ingresos es posible que te lo tomes como una pérdida de tiempo. En el caso de 0 A.D: Empires Ascendant, tenemos la oportunidad de explorar conceptos que jamás podrían hacerse en un juego tradicional precisamente por eso".

Freeware: una gran forma de empezar en videojuegos

Maldita Castilla
Maldita Castilla

La pasión y los motivos que se perciben en las palabras de Stanislas Dolcini, artista 3D del videojuego,son iguales que los de Locomalito. Pero Maldita Castilla es freeware mientras que 0 A.D. Empires es software libre o free software. La diferencia es que el primero no es un juego de código abierto mientras que el segundo sí que lo es. Maldita Castilla no acepta el manifiesto de Stallman. El juego de Stanislas Dolcini, sí. El término freeware data de principios de los años 80 y fue acuñado por Andrew Fluegelman. Él quería distribuir su software PC-Talk, y lo hizo bajo un modelo en el que adquirirlo era gratis, pero sin que su código se pudiera alterar. Tardó poco tiempo en darse cuenta de que, una vez que las personas lo tuvieran en sus casas, podría venderles ampliaciones del mismo programa. Y de ahí nació un término hermano a este: shareware, que se refiere a compartir una porción del programa de forma gratuita para luego tener que pagar por la totalidad del mismo. Entre muchas comillas, podríamos decir que sería algo así como una demo de la cual te tienes que comprar luego el juego completo.

Uno de los casos más famosos de shareware en videojuegos se vivió con Doom

Uno de los casos más famosos de shareware en videojuegos se vivió con Doom. Carmack y Romero distribuyeron de forma gratuita el primer capítulo de Doom, y la gente lo consumió con avidez. La estrategia de marketing tuvo éxito y el título se hizo tremendamente popular. Sin embargo, en el estupendo libro Maestros del Doom, Carmack explicó por qué no repitieron la jugada con Doom II: "mucha gente consideró que había terminado el juego Doom de forma íntegra al terminar el episodio de shareware". A día de hoy, esta confusión no se entiende, pero en unos años en los que Internet no estaba asentado en cada teléfono de cada persona, sí. Por eso fue una época tan rica en leyendas urbanas.

Dystopicon
Dystopicon

Charlo con Felipe Molina sobre Dystopicon. Felipe es desarrollador freelance. Trabaja para terceros y en sus ratos libres crea videojuegos freeware. Uno de ellos es Dystopicon. Este videojuego te sumerge en una sociedad pesadillesca en la que el gobierno te paga dinero por pasar todo tu tiempo viendo la televisión: "en el momento de su publicación me conformaba con 2000 descargas", me explica Felipe, "pero, a día de hoy, ha superado las 8000 así que estoy súper satisfecho con el resultado. ¡Y juro que cuando se me ocurrió lo de ver la tele y recibir dinero por ello, ni había pandemia ni se conocía el concepto de play to earn!" Dystopicon se puede encontrar en itch.io. A día de hoy, es la principal plataforma, junto con Gamejolt, para disfrutar de este tipo de videojuegos.

¿No conoces los videojuegos freeware? Apúntate los siguientes

Behind Every Great One
Behind Every Great One

¿Y por qué hacer juegos freeware es una buena forma para empezar a crear juegos? Él lo tiene claro: "se aprende mucho. Empezar y acabar un proyecto es muy difícil. Publicar freeware no te da la presión que tendrías en otras plataformas, pero te motiva lo suficiente como para ver tus juegos terminados. Es un campo perfecto para experimentar en todos los ámbitos. Tanto en mecánicas, como en arte o marketing, y llegas a un público más objetivo con lo que haces".

Felipe recomienda los siguientes a quienes quieran iniciarse en los videojuegos freeware: "Where the Goats Are porque me pareció un juego que en una hora contaba cosas muy interesantes. Marie's Room porque tiene un rollo entre Life is Strange y Gone Home bastante guay. The Things We Lost in the Flood es un juego sobre una inundación apocalíptica, y durante tu navegación vas encontrando objetos que puedes conservar y botellas con mensajes de otros jugadores. Once Upon a Night, en el que te pones en el papel de un operario de una central nuclear. Es una mezcla de Chernobyl y Los Simpson. Y, finalmente, Behind Every Great One. Es de Deconstructeam y hacen juegos de jam alucinantes"

Tienes que descubrir el mundo de los juegos freeware

Dystopicon
Dystopicon

Bienvenidas sean las ideas locas y los juegos que hacen que Willie Crowther siga vivo

A veces tendemos a pensar que gratis es igual a cutre, pero espero que este artículo te haya abierto los ojos. En software, lo gratis nació como sinónimo de libertad y de compartir. En la actualidad, crear gratis es una forma de probar, aprender y de reunir a apasionados desarrolladores que buscan esa nueva idea rompedora. Locomalito lo sabe pues, a día de hoy, publica con éxito juegos comerciales, Felipe está en pleno proceso de desarrollo para convertir su Dystopicon en un título para Steam con lo aprendido por su paso por itch.io, y Deconstructeam, que también tienen una larga trayectoria publicando freeware en itch.io, son un estudio muy exitoso. Así que si ahora mismo estás leyendo esto y estás aburrido, crees que ya lo has probado todo en materia de videojuegos y siempre has desconfiado de los videojuegos gratis, aquí tienes una buena lista de recomendaciones para iniciarte en este apasionante mundo.

Bienvenidas sean las ideas locas, las creaciones extrañas y los videojuegos que hacen que el espíritu de Willie Crowther siga vivo…porque a nosotros también nos gusta vivir nuestro ocio con toda la pasión de nuestros corazones, ¿verdad? Y ahora, en comentarios, si tienes algún videojuego freeware favorito que quieras recomendar, es el momento. Hagamos una lista con los mejores entre todos.

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