Hay mundos abiertos para todos los gustos. Just Cause siempre ha sido para los que quieren pura descarga adrenalina. Para ese tipo de usuario, nos llega una cuarta entrega que realiza importantes reformas e incorporaciones a la fórmula. El resultado es Just Cause 4, y la primera conclusión no decepciona: es una explosión de diversión.
Pensarás que con tanto videojuego de mundo abierto ya en el mercado, Just Cause 4 lo tiene difícil para hacerse un hueco. Yo creo más bien lo contrario, porque esta licencia demuestra que lo suyo no es proponer altas dosis de realismo, y ni tan siquiera un argumento elaborado. Estamos ante un sandbox diseñado para jugar desde el primer minuto y hacerlo volar todo por los aires. Sin esperas. Sin largos tutoriales. Sin complicaciones. Ahí es donde va a encontrar su hueco: en el de un mundo abierto de desbordante acción… y con cantidad de explosiones a cada minuto de juego.
Obviamente, estamos hablando de una cuarta entrega… y se requieren novedades. Lo cierto es que vemos que lejos de acomodarse, los desarrolladores de Avalanche Studios realizan un considerable esfuerzo para superarse a sí mismos, e incluso apostar por claves que ya han puesto en marcha otros reconocidos títulos dentro del género. Así, Just Cause 4 quiere que su mundo resulte más variado, con mejores físicas, un gancho con infinidad de posibilidades para experimentar mil locuras y el añadido de una curiosa novedad: los climas extremos.
Tras probarlo durante un par de horas, llegamos a la conclusión de que se han mejorado todos los sistemas, desde los disparos, pasando por la conducción, hasta llegar a las propias misiones e incluso la inteligencia artificial de los enemigos. Sorprende, y más cuando no se esperaba demasiado de esta entrega. Sin embargo, parece que cumple, haciendo que esperemos un contundente título "open world" para un jugador (no tendrá multijugador) cuando llegue el próximo 4 de diciembre a PlayStation 4, Xbox One y PC.
Más variado, más interesante
EL MUNDO
Just Cause es una serie que se ha caracterizado por presentar mundos enormes. De hecho, se descubrió que se requerían nueve horas para caminar de una punta a otra del mapa de Just Cause 3. Sin embargo, muchos usuarios se quejaron también de que fuese un entorno vacío. Para la ocasión, los desarrolladores no confían en proponer más kilómetros cuadrados, sino más variedad.
Esa es la razón por la que se han integrado cuatro entornos diferenciados: praderas, montañas, desiertos y paisajes tropicales, entre los cuales puedes moverte sin un orden establecido. El patrón es similar al de Zelda: Breath of the Wild. Hay partes de historia, pero la estructura no es completamente lineal. De hecho, se nos enseñó el punto central, que recordaba a la "Torre de Ganón", como nos contaba Robert Meyer (Senior Game Designer).
Por otro lado, los que quieran contenidos parece que no se van a sentir decepcionados. Se nos ha sentenciado que tendremos nuevos modos pasar incrementar las posibilidades de rejugabilidad. En palabras textuales, se nos comentó que los usuarios encontrarán razones para seguir jugando una vez se complete la campaña principal.
Pura jugabilidad sistémica
GANCHO CONFIGURABLE
El gancho sigue siendo el elemento de interacción principal de nuestro protagonista, ideal para desplazarnos rápido por el entorno, pero también para interactuar con un sinfín de objetos, vehículos y estructuras. A estos efectos, Just Cause 4 incrementa el potencial del gancho, con más habilidades, y la oportunidad de combinarlas para generar una gran variedad de situaciones.
En una demostración, Rico se montó en una moto, lanzó el gancho contra una farola y desde ahí salió completamente disparado, hasta caer en una azotea a decenas de metros de altura. También vimos cómo se podía hacer un tanque a reacción que volase por el entorno, aplicando diversos globos y aceleradores sobre su carrocería.
Más tarde pudimos probar las posibilidades por nosotros mismos, con la conclusión de que este es el elemento de jugabilidad sistémica tal vez más importante de todo el juego. Permite dinámicas emergentes que fluyen según las decisiones del usuario, y eso otorga una gran libertad de interacción.
Un mundo en lucha constante
SISTEMA DE FRONTERAS
Otro de los elementos que hace interesante a esta entrega es el sistema de fronteras. El mapa del juego se divide en varias regiones, dominadas por la Mano Negra. El usuario, en el papel de Rico Rodríguez, deberá apoyar al Ejército del Caos para ir recuperando territorios.
Es interesante, porque para lograrlo deberemos rescatar a tropas que nos ayuden, normalmente recluidas en bases enemigas. Así se levanta un sistema de juego que fomenta la exploración del mapa… y cómo no, hacer volar por los aires las infraestructuras enemigas.
A diferencia de otras entregas, aquí veremos los enfrentamientos fronterizos en tiempo real dentro del mapa, generando mayor inmersión. Y luego hay otro importante detalle: el enfrentamiento no tiene fin, suponiendo el sistema de fronteras un elemento de rejugabilidad importante para el endgame, según se nos ha comentado.
La gran novedad
CLIMA EXTREMO
La presencia de varios tipos de entorno dentro de la región de Solís sirve como origen para el clima extremo, una característica fundamental para comprender Just Cause 4. ¿En qué consiste? En que podríamos ver un tornado, una tormenta de arena o una eléctrica mientras recorremos el mapa.
Hay misiones de historia que ceden mucho protagonismo a este tipo de eventos climáticos, porque forman parte de la trama, pero según los desarrolladores también forman parte del mundo abierto que han creado.
Podemos usarlos en nuestro beneficio, y también veremos cómo los enemigos reaccionan de forma dinámica a su presencia. En definitiva, una característica que posee un impacto sobre el escenario y la propia jugabilidad. Imaginaros un huracán llevándose toda una base enemiga por los aires. Pues eso ocurre en el juego.
Físicas y destrucción
APEX ENGINE
El equipo de desarrollo nos ha comentado que para ellos las físicas lo son todo en este videojuego. Nada de eventos predefinidos: todo está generado en absoluto tiempo real. El Apex Engine ha sido evolucionado en Just Cause 4 para permitir que, por ejemplo, los eventos de clima extremos tengan una incidencia sobre todos los elementos del escenario.
En el pasado E3, por ejemplo, vimos cómo un avión comercial se hacía trizas. Contemplabas cómo cada parte del artefacto reaccionaba de forma independiente al sistema de físicas y destrucción.
En este sentido, los desarrolladores hablan de destrucción sistémica, ya que los objetos se destruyen dependiendo del ángulo y dirección desde el que inciden las físicas. Por supuesto, todo esto viene acompañado de un mayor detalle en los modelados, para que todo adquiera sentido.