El que es el gran juego RPG tradicional basado en Dungeons & Dragons, Baldur's Gate 3, ya está por fin entre nosotros y disponible en su versión conpleta, con sus más de 70 horas de contenido (y sólo de la campaña y la trama principal) para disfrutarlo. Pero este juego de Larian Studios no se parece a ninguno del género que hayas podido probar antes... bueno un poco sí, pero pocos títulos consiguen una recreación tan fiel a lo que es jugar una partida a un juego de rol tradicional. De ahí que queramos ofreceros ocho consejos que consideramos esenciales antes de que empecéis vuestra aventura en los Reinos Olvidados.
Los juegos de rol tradicionales, de esos que se juegan con fichas de papel (y en los casos de los aficionados más ''hardcore'' con mapas y figuritas que representan las batallas), llevan formando parte de la cultura popular desde hace casi medio siglo. El gran atractivo de estos juegos es que los que participan en ellos, que suelen ser los jugadores y el director de juego o Game Master, tienen que usar su imaginación ya no sólo para diseñar las campañas y ver a sus personajes llevar a cabo lo que intentan en el juego: han de tener en cuenta sus atributos, capacidades, inventario, equipo, lo que es el enemigo etc.
En pocas palabras, estamos hablando de un ejercicio de memoria, raciocinio y creatividad elevado; no se trata de avanzar a lo loco machacando todo lo que se nos pone por delante... o sí, en realidad depende de cómo queráis llevar la partida. En el caso que nos ocupa de Baldur's Gate 3, Larian Studios ha querido que podamos disfrutar de una verdadera campaña de rol ambientada en el universo en el que transcurre la saga de Baldur's Gate, y con las reglas de Quinta Edición de Dragones y Mazmorras. El resultado es un juego que contiene casi todas las mecánicas y reglas de una partida de D&D, pero agilizado para tener el ritmo de jugabilidad propio de un videojuego. Es abrumador, lo sé. Pero estas ocho pautas os pueden ayudar y mucho a introduciros no sólo en el título, sino también en el género si es que sois noveles en él.
7 consejos para empezar en Baldur's Gate 3
Leed bien las descripciones que hay en el juego
Este primer consejo puede parecer una obviedad pero es por donde más novatos suelen caer en sus ansias de querer hacer algo. Los juegos de rol son muy descriptivos. Tienen que serlo en realidad, porque pocas cosas se dejan al azar a la hora de plantear las situaciones que nos encontramos en el (los dados ya aportan la aleatoriedad propia de cada partida). Traducido a Baldur's Gate 3, esto significa que antes de realizar una acción en combate, tratar de interactuar con un objeto o utilizar un hechizo, debéis leer muy bien lo que hace cada habilidad que podéis hacer.
Esto es importante porque a veces un hechizo o habilidad puede sonar muy interesante para utilizarse, pero quizás no sea la más apropiada en una situación determinada. También lo es porque muchas de las acciones que podéis realizar con vuestros personajes depende de alguna condición para que tenga éxito. A veces, sencillamente, el juego os dirá que no podéis hacerla, pero otras resultará que aunque la llevéis acabo, o bien no surtirá efecto o no alcanzará todo su potencial porque no leimos bién lo que necesitaba hacerse en ese momento. Así que si tenéis que perder un poco de tiempo para entender bien qué hace cada acción o hechizo de vuestra clase o personaje, tomaos vuestro tiempo. Por alguna razón se juega por turnos.
Estudiad bien el terreno para moveros y atacar
Ese caprichito de leer bien lo que hace cada acción deberías aplicarlo también a observar con detenimiento qué elementos hay alrededor vuestro cuando combatáis o tengáis que atravesar parte del terreno para ir a atacar a un enemigo. A diferencia de otros juegos RPG por turnos (principalmente los JRPG clásicos) el combate no tiene lugar en una explanada sin nada que se interponga entre el grupo y los enemigos.
Muchos de los combates tendrán obstáculos que impidan una línea de visión directa entre el enemigo a golpear y el personaje seleccionado. En ocasiones será un árbol o una columna que simplemente nos obligue a movernos un poco, disparar, y volver a ocultarnos para no ofrecerle la posibilidad de que contraataque. Pero en otros el rival podría estar en una posición elevada o tras algún peligro de entorno (llamas, veneno o cualquier otro obstáculo). En esos casos, hay que saber primero si podemos llegar, y después si nos quedaremos muy expuestos a sus acciones, o si vamos a recibir daño del entorno al atravesar una zona concreta. Un ejemplo básico: no ataquéis y sencillamente os quedéis sin moveros después de hacerlo (salvo que estéis trabados en combate); aprovechad los puntos de movimiento siempre que podáis para poneros a resguardo y esconderos, o tratad de posicionaros de manera que sea el enemigo el que deba atravesar los peligros del entorno para llegar a vosotros debilitado.
Coged todo lo que podáis para conseguir ventaja
El síndrome del acaparador es uno muy común en los juegos de exploración o RPG. Si bien es cierto que no todo lo que recojamos nos va a ser de utilidad, en Baldur's Gate 3 hay pocos objetos que no podamos recoger o con los que no podamos interactuar. En la mayoría de los casos, esos objetos serán de utilidad para el campamento o bagatelas que podamos vender a algún NPC posteriormente, pues al principio no es que nos vaya a sobrar el oro. También es posible que encontremos algo de ropa con la que modificar la indumentaria de nuestros personajes cuando esten fuera del campamento.
Pero más importante que el acaparar objetos para sacarles rédito posteriormente (o encontrar equipo de mejor calidad que el que llevamos al inicio) es el hecho de que no sabes el efecto que puede tener posteriormente. Un caso que puede venir para bien: si veís esqueletos o cadáveres en el suelo, despojadlos de lo que lleven. Habrá trampas o hechizos en mazmorras que como medida contra ladrones de tumbas o exploradores, revivirán a esos cadáveres para que luchen contra vosotros, pero si les quitáis sus armas serán una amenaza mucho menor.
No os obsesionéis con lo que es correcto o no
Quizás el mayor atractivo de Baldur's Gate 3, y por extensión de los juegos de rol clásico, es el hecho de que realmente estamos interpretando un personaje. Esto no se limita a hacer decisiones de bien vs mal. No en vano, algo en lo que este juego se distancia y mucho del juego base de Dungeons & Dragons es el hecho de que ignora completamente los sistemas de alineamiento de personajes. No hay acciones que sean eminentemente benignas o malvadas, todo responde a cómo queráis que se desarrolle vuestra aventura y la de vuestros compañeros.
En el juego, esto se representa por la aprobación de vuestros acompañantes. Aunque sea una mecánica destinada a que ninguno quiera abandonar el grupo antes de acabar la aventura principal, también es lo que determinará si acabáis teniendo una relación con algún otro componente del grupo. Si es lo que perseguís, tomad nota de qué acciones suelen ser las que favorecen que su apoyo aumente o descienda. Alternativamente, podéis ser fieles a vuestro personaje y realizar acciones de conversación o tomar parte en algún conflicto entre facciones o misiones según lo que os pida el cuerpo. En ultima instancia es un incentivo para, cuando volváis a jugar otra partida, intentar decisiones distintas a las que tomasteis la última vez y sacarle todo el jugo a la re jugabilidad del título; algo que desde Larian Studios animan a hacer a todos los jugadores.
Explorad para ir preparados y subir de nivel
Pese a lo apremiante de la situación en la que se encuentran los protagonistas al principio de la aventura, no es necesario que os deis excesiva prisa en encontrar una solución al dilema en el que todos se encuentran. Primero porque eso os haría perderos mucho del contenido de la zona inicial del juego, y porque está pensada para que os familiaricéis con las mecánicas y situaciones que vais a tener que resolver a lo largo de las más de 70 horas que dura su trama principal.
Y segundo, porque como en todo juego RPG tradicional, tratar de apresurar el progreso de la trama puede hacer que os deis de bruces contra un muro insalvable de dificultad. Si no tenéis muy claro si estáis preparados para continuar, seguramente haya lugares de la zona en la que estáis que aún no habéis explorado; misiones secundarias que os proporcionarán experiencia y tesoros que os facilitarán el combate en el futuro; elementos de la historia que, aunque no sean vítales, sí que pueden ayudaros a entender mejor cómo proceder. Con respecto al ''problema'' de los protagonistas, igual que con no obsesionaros con lo que es correcto y lo que no, avanzad a vuestro ritmo. Puede que incluso le saquéis una ventaja que no diré aquí por no estropearos las sorpresas. Y por último, sirve para conseguir momentos de Inspiración, muy útiles en las tiradas de dados de conversaciones.
Id con personajes con mucha percepción y no dejéis de pulsar la tecla ALT
Este punto tiene que ver indirectamente con el anterior. La característica o competencia más importante para explorar cualquier entorno en Baldur's Gate 3 es la percepción. Aunque vosotros no hagáis otra cosa más que moveros por el terreno, el juego está continuamente planteando chequeos de percepción a vuestro grupo. Cuando hay algún objeto o interacción importante en el entorno, ese chequeo se os notifica mediante un icono sobre las cabezas de los personajes que hay en el grupo. Si tienen éxito, una narración o un dialogo vuestro o de laguien del grupo (según quien haya superado el chequeo de percepción) os dará una pista de los que se ha detectado.
Si los falláis, puede que caigáis en algún peligro o trampa, o sencillamente que no os percatéis de algo con lo que interactuar. Pero hay una forma de predecir por dónde se podría realizar algún chequeo. Si mantenéis pulsada la tecla ALT, en la pantalla aparecerán los nombres de todos los objetos que podéis percibir o ver para recogerlos o interactuar con ellos. Para detectar el mayor número de estos objetos (o potenciales objetos si necesitan que superéis una tirada de percepción), os recomiendo que llevéis siempre en el grupo a los personajes que tienen el valor de percepción más alto.
Reclutad rápidamente a los personajes principales
A pesar de que el juego nos lleve un poco ''de la mano'' en este punto, es muy importante que lo sigáis a rajatabla, en especial si habéis elegido una clase que se juega mejor con un grupo de acompañantes que en solitario (por ejemplo un Bardo, un Mago o un Pícaro). El inicio del juego puede contener algunas misiones secundarias o mazmorras en las que es fácil verse superado en número por los enemigos, o que nos falta algún talento o competencia específicos para superar (por no hablar de los anteriormente mencionados chequeos de percepción).
Para maximizar vuestras opciones de supervivencia al principio de la partida, no es mala idea obviar un poco la exploración inicial de ciertas mazmorras o zonas con actividad para centraros en encontrar, por lo menos, a dos miembros del grupo. Generalmente, los primeros serán Astarion, Gale o Lae'zel, aunque si salváis a Corazón Sombrio durante el prólogo en el nautiloide, ella os acompañará desde el primer momento. Pensad que pueden acompañaros hasta tres personajes más, y parafraseando un poco libremente el viejo dicho: ocho ojos ven más y mejor que dos (en especial si vuestros personajes son elfos o enanos, que cuentan con una visión superior a muchas de las otras razas del juego.
Que no os de vergüenza hacer save scumming
Terminamos con un consejo que suele estar estigmatizado por los componentes más ''hardcore'' de la comunidad y que sólo se permitiría a jugadores casuales o novatos: salvad la partida a menudo para recargarla en caso de que ocurra una desgracia. Las pifias en algunas tiradas o determinados combates pueden ser insalvables, y es injusto que, pese a haber estado jugando correctamente y siguiendo las normas, a veces sea imposible evitar la muerte de nuestro personaje o del grupo, y con ello el fin de la partida.
En realidad, los propios desarrolladores aconsejan que guardemos la partida cada cierto tiempo nosotros mismos; hay una opción de guardado rápido que agiliza el proceso, y es muy útil puesto que los puntos de autoguardado están muy espaciados entre sí. Si teméis estar abusando de él siempre podéis generar un archivo nuevo de guardado manualmente y que no se sobre escriba para mayor seguridad.
No exagero cuando os digo que incluso en el nivel básico de dificultad es posible morir por una mala tirada de dados. En una partida de Rol con lapiz y papel, el director de juego se las ingeniaría para que nadie perdiese a su personaje (salvo que sea el combate final de una campaña), pero como aquí no o hay, considerad el recargar una partida como el recurso narrativo que emplearía para que todos pudiesen seguir jugando.
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