El Caballero Oscuro extiende de nuevo su manto justiciero en consolas de sobremesa y PC, con la adaptación a la alta definición de la aventura portátil Blackgate. Mejoras gráficas y leves novedades a nivel jugable son los principales atractivos de esta Deluxe Edition. ¿Merece la pena?
En principio exclusivo de Nintendo 3DS y PS Vita, Batman: Arkham Origins Blackgate ha terminado dando el salto a las consolas de sobremesa y PC como parece ser la tónica habitual en la industria del videojuego. Y lo hace con una Deluxe Edition que mejora visiblemente el apartado audiovisual del título original, acompañando estos avances con algunos retoques en su apartado jugable y nuevos y llamativos trajes para Batman. ¿Suficiente como para mejorar lo visto en el original?
La respuesta corta es no, con matices, ya que a pesar de estos ajustes se mantiene intacta la base jugable de esta obra de Armature Studios, que ya en su día nos pareció buena pero lejos de las cotas de brillantez alcanzadas por la trilogía principal. Aunque lo cierto es que esta aventura de acción 2,5D tiene el encanto y la garra suficiente como para hacer pasar un buen rato a cualquier fan de la franquicia.
Gotham en 2,5D
Tras un inicio marcado por la siempre sugerente presencia de Catwoman, el grueso de la trama argumental de esta aventura tiene que ver con el centro penitenciario de Gotham City: Blackgate. Y es que durante los primeros compases del juego esta prisión experimenta una explosión y, como consecuencia, gran parte de los delincuentes de la misma quedan libres, capturando de paso y como rehenes a todas las fuerzas policiales de dicho recinto. Joker, el Pingüino y Black Mask han pasado a controlar las tres secciones principales de las que consta la prisión, así que nos toca asumir el papel de salvadores y poner las cosas en su sitio.
Con esta prometedora puesta en escena (apoyada por múltiples secuencias de talante cómic) da comienzo esta aventura que, ya os avisamos, va de más a menos en lo que se refiere a términos jugables. Y es que si bien al comienzo el título engancha de manera instantánea, poco a poco el juego va perdiendo parte de su magia y frescura.
Al contrario de lo que sucede con las entregas diseñadas para las plataformas de sobremesa, en esta ocasión los desarrolladores han querido que la jugabilidad sea en 2,5D en lugar de 3D. ¿Y con esto qué queremos decir? Pues que sólo podemos avanzar por los recovecos de Blackgate de manera lateral, si bien es cierto que algunos de los fondos poseen varios planos en los que podemos ir a parar, ganando así en profundidad.
La fórmula de juego se basa bastante en la disfrutada en juegos como Metroid o las recientes entregas 2D de la saga Castlevania. O sea, que es necesario recorrer varias veces los escenarios porque, a medida que vamos avanzando, vamos teniendo acceso a nuevas zonas previamente inaccesibles. Esta propuesta es bastante atractiva sobre el papel, y más cuando tenemos en cuenta que la aventura se compone de un buen número de elementos tales como los combates, el sigilo o la exploración. Con todo esto sobre la mesa, ¿qué podía salir mal? Pues dejad que os lo expliquemos…
El problema principal que arrastra el título es su diseño. Y es que aunque al comienzo todo resulta bastante interesante y anima a seguir jugando, las misiones que nos van encomendando a medida que avanzamos van haciéndose cada vez más tediosas. ¿Y por qué? Pues porque suelen mandarnos de una punta otra del mapeado. Y dado que éste es relativamente extenso, el ir y venir de un sitio para otro sin motivo aparente acaba haciéndose aburrido, ni más ni menos. Es cierto que por el camino podemos explorar a conciencia los fondos, ir haciendo un uso intensivo de los diferentes gadgets que posee el protagonista y pelear contra diversos enemigos. Pero aún así, el pateo indiscriminado de escenarios acaba siendo una tarea demasiado monótona.
Y es una pena, porque termina empañando un resultado final que podía haber sido muy notable. Sí, porque el sistema de combate integrado está bien resuelto, la ambientación es excepcional, el manejo adecuado y el sistema de progresión del personaje añade profundidad al juego.
Título que también destaca desde el punto de vista estético, que se ha visto favorecido por el salto a la alta definición. Obviamente se nota parte de su herencia portátil, y lógicamente no puede rivalizar con los títulos de la trilogía principal, pero aun así el acabado general de Arkham Origins Blackgate es bastante bueno. Sobre todo en PC, donde el programa alcanza una resolución de 1080p con una tasa de 60 imágenes por segundo totalmente fluida. Menos soltura muestra el juego en consolas, donde en ciertos aspectos cojea un poco, ya sea a nivel de rendimiento o por la poca definición de algunas texturas.
Algo similar se puede comentar acerca de su apartado sonoro, que alcanza un muy buen nivel con el salto al sonido envolvente 5.1 La banda sonora acompasa la acción sin molestar, mientras que los efectos de sonido no es que sean excesivamente profusos pero resultan convincentes. Y las voces de los protagonistas, en inglés con subtítulos en español, se aprecian con nitidez.
En suma y recalcándolo por enésima vez, nos duele en el alma comprobar cómo un título que podía haber sido realmente bueno se ha quedado a medio camino. Batman: Arkham Origins Blackgate no es una aventura desastrosa, ni muchísimo menos, de hecho resulta incluso recomendable para los fans del personaje. Pero debido a la falta de inspiración en la concepción de las misiones el desarrollo termina haciéndose monótono, algo que de haberse cuidado más podría haber sido brillante. Gozaba de los mimbres para conseguirlo.
Aunque lejos de la calidad vista en la trilogía principal de esta exitosa franquicia protagonizada por Batman, Arkham Origins Blackgate es un juego de acción 2,5D correcto en su base jugable, que se ve empeñado por ciertas decisiones de diseño. Es divertido, sí, pero menos de lo que lo podría haber sido con algo más de maestría en el diseño de su acció
- Su historia actúa como prólogo de Arkham Origins.
- Gran ambientación.
- Variedad de situaciones.
- La acción pierde interés a medio camino.
- Misiones poco sugerentes.
- Escasez de novedades con respecto a la versión para portátiles.