Repasando con Rubén durante uno de los GG de esta semana lo que nos queda de aquí a final de año en el mundo del videojuego, pasamos por Avatar, el último cartucho para 2023 de una Ubisoft que se ha acostumbrado a mostrar dos caras. Por un lado tenemos el éxito de Assassin's Creed Mirage o las expectativas por Star Wars Outlaws y el mismo Avatar: Frontiers of Pandora; y por otro la del retraso indefinido de XDefiant o la irrelevancia de proyectos como Roller Champions.
Aunque, si tenemos que poner nombre a los dos juegos que más se le han enquistado a la compañía francesa, esos son Skull and Bones y Beyond Good & Evil 2. El primero fue anunciado en 2017, originalmente tenía planeado salir en 2018, años después llegué a verlo en la Gamescom de 2022, pero seguimos sin información sobre su lanzamiento definitivo. Y aún así no le llega ni a la suela de los zapatos a Beyond Good and Evil 2 en lo que a dificultad en su desarrollo se refiere.
Para hacernos una idea, hasta el pasado año el récord de años en desarrollo por parte de un videojuego triple A era del infame Duke Nukem Forever. Desde 2022, ese deshonroso hito pertenece al videojuego de Ubisoft. No es para menos, porque aunque los rumores de secuela comenzaron tras el lanzamiento del original en 2003, no fue hasta 2008 cuando tuvimos noticias. Según comentó el creativo Michel Ancel en una entrevista a JeuxVideo, ahora sí, la secuela llevaba un año en desarrollo.
Su anuncio oficial a bombo y platillo se produciría un mes después, en los Ubidays y confirmando que Ancel y Ubisoft Montpellier estaban a cargo del proyecto. Tras ese metraje en el que parecíamos ver al carismático cerdo Pey'j, sólo se produjo una filtración ya en mayo de 2009 en la que se podía apreciar a Jade recorriendo una calle repleta de gente. Desde entonces y hasta 2016, silencio de radio.
Es verdad que Ubisoft Montpellier lanzó el genial Rayman Legends en 2013, y que Ancel comenzó a repartir su tiempo entre estos proyectos y otro videojuego eternamente retrasado como es Wild. Pero fue en 2016 cuando Ubisoft anunció de forma oficial el desarrollo, afirmando que los tráilers de casi una década en el pasado representaban una secuela, y que ahora se habían decantado por una precuela a pesar de lo que indicaba el número 2 después del título. Y ya en el E3 2017, tuvimos un tráiler exhaustivo del proyecto.
La promesa de explorar un sistema solar
Beyond Good & Evil 2 prometía ser todo lo que esperábamos y más
Exploración espacial, movilidad sin cargas, perfecto equilibrio entre contenido procedural y creado a mano... Beyond Good & Evil 2 prometía ser todo lo que esperábamos y más. Sobre todo porque la primera entrega no dejaba de ser un plataformas con buenas ideas y una historia realmente interesante sobre corrupción en un mundo de ciencia ficción bastante peculiar.
Lo último que tenemos del juego, además de la salida de Ancel de la compañía en 2020 y la muerte repentina del Director Creativo del proyecto Emile Morel el pasado mes de julio, es algo que hila con el inicio del artículo. Hablando con Rubén recordé que, aunque mucha gente pueda creer que Beyond Good & Evil 2 nunca existió, hace cerca de 5 años se lanzó un vídeo gameplay de cuatro minutos de duración en el que podíamos ver muchas de sus características prometidas.
"Beyond Good & Evil 2 es enorme y viajar por su sistema solar abierto no tiene costuras, ya lo hagas a pie, en vehículo o en el espacio", empezaba diciendo la voz en off del vídeo. Y eso es precisamente lo que se nos muestra, un planeta (aparentemente) sin cargas, y la posibilidad de jugar en cooperativo, salir al espacio con nuestra nave y viajar por el sistema solar sin ataduras.
Merece la pena recordar otra vez más la fecha, diciembre de 2018, casi dos años antes del lanzamiento de las consolas de última generación, y lo que eso implica a nivel de inexistencia de cargas instantáneas con anterioridad a los discos duros SSD de PS5 y Xbox Series. Nuestro pirata espacial podía explorar catacumbas, ciudades enormes y tremendamente verticales, o combatir contra enemigos incluso con amigos al lado.
Combate y exploración se dan la mano
Por otro lado, nuestro personaje tendría como habilidades básicas el uso de una espada y una pistola, pero también un jetpack con el que desplazarnos. De igual forma, se comenta que tendríamos acceso a mejoras en todos estos aspectos, aunque no se habla de forma directa de un sistema de looteo, sino que se da a sobreentender que hablamos de upgrades concretos.
Además, llegado cierto punto, se hace insistencia en el uso de un catalejo tecnológico que nos permite tanto identificar ciudades durante nuestra exploración en la nave, como hacer lo propio con los enemigos. De hecho, se muestra cómo al usar este objeto sobre un médico, aparece en pantalla su capacidad para curar enemigos. Si me preguntáis a mi, el HUD parece demasiado intrusivo y poco refinado, casi como de RPG de consolas de hace un par de generaciones.
Tras esto, se nos muestra Ganesha City, una ciudad vertical por la que nuestra protagonista se desplaza en moto voladora, y que está inspirada en la India. "Es rica en detalles y es sólo una pequeña esquina de una luna llamada Soma, que a su vez es una pequeña parte del mundo abierto gigante de Beyond Good & Evil 2", nos explican.
Por si esto fuera poco, se nos cuenta que cada vehículo que veamos puede ser pilotado, algo que se sustenta con un motor de personalización de piezas potente que también se nos muestra. Tanto es así, que para demostrarlo se nos pone frente a un combate aéreo encima de la ciudad que llega a alertar a la autoridades.
Aunque partes como el combate se antojan algo flojas a nivel de animaciones y demasiado trilladas en cuanto a las habilidades sugeridas, el conjunto presentado era lo suficientemente sugerente. Eso sí, fans del juego original encontraron esto poco similar a lo que les apeló del primero: un juego basado en personajes y en la historia, no en un título de exploración espacial.
A día de hoy, Ubisoft Montpellier no ha dicho nada más sobre el desarrollo, y sus últimos créditos pertenecen al videojuego de 2019 Ghost Recon Breakpoint. Pero este viaje a hace cinco años nos sirve para comprobar que algo de visión había en el proyecto, pero que estaba muy verde.
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