1337-1453 es el intervalo que duró la mítica batalla de los cien años por las tierras de Francia entre galos e ingleses. Bajo este marco histórico tomaremos el control de un grupo de mercenarios para meternos de lleno en un título donde acción y estrategia son las principales premisas ideadas por Koei.
Koei cambia de un plumazo la ambientación oriental por esta otra mucho más europea, aunque manteniendo las características que hicieron grande a su otra saga Dinasty Warriors. Y así nos trasladamos a la medieval época de Juana de Arco, pero no será ni en el bando francés ni inglés, ni siquiera bajo el mando de los Aliados, sino que formaremos parte de una cuadrilla de mercenarios y, por supuesto, siempre al mejor postor.
Cuartel general: La Taberna
Y no es que ese sea el nombre del cuartel general, sino que más bien todo se decidirá en un lugar tal como ese. Ahí, tras haber creado nuestro personaje con un editor bastante completo, podremos realizar varias tareas antes de entrar a la acción.
Nada más llegar conoceremos al tabernero, hombre curtido en batallas y tuerto de un ojo, que no dudará en proponernos la primera misión. Habrá varios tipos de misiones, aunque a efectos prácticos la resolución será la misma, y como mercenarios, no siempre trabajaremos para la misma facción, sino que nos veremos obligados a escoger. También desde esa misma taberna, podremos entablar conversación con los parroquianos y contratar nuevo personal para alistarlos en nuestras filas. Y por último comerciaremos con armas y objetos para conseguir un ejército imparable.
Comienza la batalla
Tanto para el que no ha probado el género como para el veterano, Bladestorm comienza con una serie de tutoriales para conocer los rudimentos de su sencillo control. Antes de nada hay que saber que en este juego no eres simplemente un soldado raso, sino que eres el líder, y como tal tienes que dominar la cadena de mando y tener a cada soldado justo en el lugar y momento que desees (al contrario que en Dinasty Warriors).
Así, en la tarea de líder, tendremos que ir dando órdenes a cada compañero para lograr avanzar en orden y estrategia y, por supuesto, no separar ni a ningún soldado ni a ti mismo del grupo, ya que en ese aspecto la IA es infalible y no dudará en recortarnos hombres en cualquier momento de despiste.
Hablando un poco del manejo, el botón X nos servirá para tomar el control de un pelotón de los varios que podemos llegar a tener. Una vez hecho esto podremos mandarlos a la batalla con sólo pulsar “R1”, mientras que con el resto de botones frontales realizaremos distintos golpes con distinto efecto, los cuales además estarán limitados con un intervalo de tiempo de recarga.
Dispondremos desde el principio un pequeño pelotón de caballería, pero a medida que vayamos avanzando en el juego iremos desbloqueando a fuertes lanceros o hábiles arqueros que harán aumentar el interés del jugador. Conocer detalladamente a cada tipo de unidad y a qué se enfrenta, será fundamental si realmente queremos hacer algo. En todo momento estaremos informados sobre la posición del enemigo por lo que esa estrategia además de tenerla bien pensada, la iremos terminando de hilvanar sobre la marcha. Este es precisamente el punto donde la IA flojea, mucho peor implementada para nuestras unidades que para el enemigo, lo que hace que en muchas ocasiones les cueste más de la cuenta reaccionar a nuestras órdenes o a lo que se les viene ante sus ojos.
Además, como todo juego de Koei que se precie, es inevitable descubrir las pinceladas roleras que esconde Bladestorm. Así conoceremos un sistema de niveles con el que al usar un pelotón, éste ganará experiencia y subirá de nivel. De esta manera podremos ganar jugosos puntos de habilidad para personalizar dichos soldados y conseguir que se diferencien aún más del resto mejorando su habilidad en el campo de batalla. Precisamente en el campo de batalla es donde Bladestorm desata algunas de sus grandes virtudes, como por ejemplo el “ataque especial” que da nombre al juego y que conseguirá excitar a nuestros soldados por tiempo limitado para luchar con todas sus fuerzas durante el mismo.
Por desgracia, todo lo bueno se acaba, y no estoy hablando del final del juego, sino que a las pocas horas de juego, puede ser inevitable caer en una cierta monotonía. Si bien es cierto que hay diferentes tipos de misiones, la mayor parte de ellas se reduce a conquistar tal cosa o vencer a tal oficial.
Casi como en el Siglo 15
La presentación de Bladestorm es bastante notable, desde el video de introducción pasando por una historia que nos mantendrá en tensión, al menos al principio. El aspecto gráfico ya una vez comenzada la batalla cuenta con sus luces y sombras. Si bien la ambientación puede considerarse correcta y las batallas multitudinarias cuanto menos, logradas, es verdad que se aprecian bajadas de framerate puntuales en los momentos de más gentío y que el nivel de texturas es bastante pobre en genera, sobre todo en el suelo, aunque bien es cierto que todos los personajes gozan de un buen modelado, único atisbo de nueva generación.
En cuanto al apartado sonoro, una banda sonora que acompaña muy bien a la acción con subidas y bajadas de volumen en los momentos más tensos, o aumentos de ritmo cuando vamos llegando al glorioso final, es de lo mejorcito del juego, cumplimentándose con un considerable doblaje al inglés (subtitulado al castellano) y unos efectos sonoros de golpes y choques de armas, gritos de valor y de terror que se alternarán en la batalla.
Bladestorm es un título con buenas ideas y ambientación que resultará interesante para los amantes de los juegos de estrategia y acción que desean vivir grandes batallas en su PlasyStation 3. Todo guerrero tiene su punto flaco, y en este caso Bladestorm adolece de unos apartados técnicos muy justos y un comprometido control de unidades, que le hacen vulnerable frente a otras alternativas del género.
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