Tanto Bloodborne como el resto de juegos de From Software destacan por exigir habilidad, paciencia y mucha concentración. El Huérfano de Kos es uno de esos jefes que ponen todo eso a prueba, y más aún teniendo en cuenta que es el jefe final del DLC Antiguos Cazadores, conocido por ofrecer un reto considerablemente más duro que el juego base.
Cómo derrotar al Huérfano de Kos
No existe una forma sencilla de derrotar a este jefe. El combate se divide en dos fases muy agresivas en las que atacar sin pensar es prácticamente una sentencia de muerte. La clave está en mantener la calma, gestionar bien la resistencia y ser preciso con cada movimiento.
Conviene permanecer relativamente cerca de él para provocar ataques predecibles y poder esquivarlos con mayor control. Como ocurre en muchos jefes del juego, esquivar hacia la izquierda suele ser la opción más segura. Es mejor realizar un único movimiento bien calculado que gastar toda la barra de resistencia rodando sin parar.
Fase 1
Durante la primera fase, el Huérfano de Kos es muy agresivo pero relativamente predecible. Sus combos son largos, pero dejan pequeños huecos si sabes cuándo esquivar y cuándo contraatacar.
Aquí es fundamental aprender el timing de sus ataques y no precipitarse. Tras esquivar correctamente, podrás castigarle con uno o dos golpes antes de volver a ponerte en guardia. El parry funciona especialmente bien en esta fase si consigues medir bien el momento del disparo.
Para curarte, lo ideal es hacerlo rápido y cerca de él, preferiblemente tras esquivar un ataque y colocarte a su espalda. El sonido también es un buen aliado: el Huérfano suele emitir gritos muy característicos justo antes de atacar, lo que te ayudará a anticiparte.
Fase 2
Al llegar a la segunda fase, el Huérfano desarrolla una especie de alas y el combate se vuelve mucho más frenético. Sus ataques son más caóticos, pero también aparecen ventanas claras para atacar.Uno de los mejores momentos para castigarle es cuando, tras ejecutar su combo de tres ataques, se queda unos segundos en el suelo completamente quieto. Ahí podrás infligir daño sin demasiado riesgo.
Ten mucho cuidado cuando salta, ya que lo perderás de vista durante un instante. En ese momento, lo más recomendable es rodar lo más lejos posible, ya que no solo caerá sobre tu posición, sino que además lanzará un reguero de sangre al aterrizar.
Aunque no es un jefe especialmente rápido, sí es extremadamente potente. Alterna ataques muy agresivos con breves pausas que debes aprovechar para ir reduciendo su vida poco a poco. Usar objetos como el Papel de Rayo puede ayudarte a acortar esta fase final y aumentar tus opciones de victoria.
En 3DJuegos | Todos los orígenes de Bloodborne y cuál es el mejor para crear tu personaje
En 3DJuegos | Guía de Bloodborne: Descubre cómo conseguir todos los finales para completar el juego al 100%