La que podría ser la adquisición del siglo en Hollywood ha dado un paso de gigante hacia un posible desenlace esta semana. Según se ha confirmado esta misma tarde, Netflix se ha adelantado a Paramount en su objetivo de hacerse con el control operativo de Warner Bros. Discovery y HBO Max. Un escenario que verdaderamente preocupa a diferentes personalidades de la industria, como James Cameron, por el miedo a que un estudio histórico deje de estrenar sus películas en cines, algo que ha hecho bien durante los últimos cien años.
No es un terror infundado. Al contrario de Apple y Amazon que, pese a hacer grandes apuestas por sus servicios de streaming, no han dejado de financiar superproducciones para la gran pantalla, como la exitosa F1: La película de Brad Pitt, Netflix lleva años resistiéndose a dar ese paso para crear un atractivo extra de suscripción en su plataforma. Se limitan a cumplir las reglas de la Academia para poder optar a algún Óscar, y nada más. Es decir, salvo casos muy, pero muy excepcionales, las películas de Netflix —y solo aquellas a las que les ven potencial para conseguir premios— se estrenan en unas pocas salas de cine de Estados Unidos, concretamente unas decenas en el Condado de Los Ángeles, y punto.
A directores como Nolan, Villeneuve o James Cameron les aterra el modelo Netflix. Imagen: Dune
El gigante del streaming no ve negocio en la gran pantalla, ni tampoco en la venta de Blu-ray y DVD de sus películas y series de televisión, por lo que todo lo que financia se hace con un claro objetivo: conseguir que más espectadores decidan unirse a su plataforma. Esto ha provocado que algunos cineastas de prestigio se nieguen a trabajar con Netflix y hayan criticado abiertamente a la empresa, como el mencionado James Cameron. Es por esto que, en cuanto se ha sabido la última hora sobre la venta de Warner Bros. Discovery, el Sindicato de Directores de Estados Unidos (DGA, por sus siglas en inglés) ha pedido una reunión de urgencia con los responsables de la compañía con sede en Los Gatos para abordar sus preocupaciones y conocer su visión de futuro para el sector.
Netflix ha prometido cambiar de opinión en cines
Pero ¿de verdad estamos ante un escenario donde la próxima de Superman no se vaya a ver en nuestro cine más cercano? Como decíamos antes, hay motivos para temer que esto pueda suceder. Pero también hay argumentos de sobra para la esperanza. Según han anunciado hoy, Netflix se ha comprometido con la dirección de Warner Bros. Discovery, y con el público, a seguir estrenando sus películas en cines, aunque con algunos cambios, apostando por una ventana teatral exclusiva mucho más corta de la ya de por sí reducida por los dueños de DC estos años.
“No es que nos opongamos a que las películas películas vayan a los cines. Mi principal objeción ha sido el hecho de las largas ventanas de exclusividad, que realmente no creemos que sean tan amigables para el consumidor, pero cuando hablamos de mantener HBO operando, en gran medida como está, eso también incluye su acuerdo de producción cinematográfica con Warner Bros., que incluye un ciclo de vida que comienza en la sala de cine, el cual seguiremos apoyando. Creo que, con el tiempo, las ventanas de exhibición evolucionarán para ser mucho más amigables para el consumidor, para poder encontrarse con el público donde está más rápidamente... Diría que ahora mismo, deben contar con que todo lo que está planeado para ir al cine a través de Warner Bros. seguirá yendo a los cines a través de Warner Bros., y las películas de Netflix darán los mismos pasos que han dado, que es que algunas de ellas tienen una corta exhibición en cines antes. Pero nuestro objetivo principal es llevar los estrenos a nuestros miembros, eso es lo que están buscando".
Dicho esto, también sabemos que Netflix ha empezado a dar su brazo a torcer en un par de producciones. Por un lado, vio con Las guerreras K-pop (KPop Demon Hunters) que se podían llenar las salas de cine y obtener muchos beneficios en la gran pantalla si se es capaz de crear un gran fenómeno de masas. Y por otro, hace unos meses supimos que Greta Gerwig, directora de Barbie, forzó a la compañía a garantizarle un estreno algo masivo a su reboot de Las Crónicas de Narnia en las salas IMAX. Dicho acuerdo fue algo controvertido también, pero deja claro que los cineastas de prestigio pueden forzar un cambio en Netflix.
Lo que nos enseña la industria del videojuego en esto
Sin embargo, hay una tercera razón que a todos nos debería, como mínimo, albergar un poco de esperanza de que Netflix empiece a estrenar sus películas, o al menos las de Warner Bros. Discovery, en cines. Y para ello, ya que estamos en 3DJuegos, he querido usar el ejemplo de lo que pasó con Microsoft y la compra de Activision que, como recordaréis, nos tuvo debatiendo acaloradamente durante meses sobre si esto podría implicar que muchos videojuegos de éxito, como Call of Duty, dejaran de lanzarse en las consolas de PlayStation, afectando así a la línea de flotación del lucrativo negocio de Sony. Algo que finalmente no pasó.
Es más, Microsoft anunció hace unas semanas que uno de los buques insignia de Xbox, Halo, llegaría a PS5, empezando con el lanzamiento del remake del shooter de Bungie original. Ha sido un cambio de estrategia radical que, aunque admite también muchas explicaciones y teorías, tiene una justificación en la búsqueda de rentabilizar la compra por 68.700 millones de dólares de Activision-Blizzard y otros movimientos similares (aunque más pequeños) como fue la adquisición de Bethesda. Microsoft necesitaba a los jugadores de PlayStation y Nintendo, como puede que ahora Netflix necesite a los usuarios de cines, les apetezca o no.
Con la compra de Activision, en Sony pensaron que se quedarían sin Call of Duty. Han acabado recibiendo a Halo.
Os pongo un dato. Netflix se ha comprometido a pagar algo más de 27,75 dólares cada acción de Warner Bros.; es decir: 82.700 millones de dólares. Os doy otra cifra: Netflix ingresó en 2024 "solo" 39.000 millones de dólares. Y por último, un porcentaje: el 31% del dinero generado por Warner Bros. (contando Discovery Global, que no entra dentro de esta operación) en 2024 vino desde su división de estudios, área donde se incluye la taquilla cinematográfica, así como la licencia de contenidos a plataformas y televisión o la venta de Blu-ray. Por supuesto, también incluye otras partidas como los videojuegos, DC Comics o el merchandising.
Hablamos de que Warner Bros. ingresa cada año miles de millones de dólares por la comercialización de sus pelis y series en cines y en plataformas, ¿realmente Netflix, tras gastarse una morterada de dinero, puede permitirse dinamitar una de las principales fuentes de ingresos de su adquisición? Microsoft nos enseñó que has de buscar a los jugadores y no esperar que todos ellos vengan a ti, y creo que Netflix descubrirá que el crecimiento no es ilimitado y que estrenar varias películas al año en los cines puede hacerle bastante beneficios, veremos.
Por supuesto, en las próximas semanas no faltarán analistas con estudios de la situación que nos permiten entender mejor qué es lo que busca Netflix y si todos esos directores están preocupados en demasía. Dicho lo cual, nunca es una gran noticia ver a una gran compañía absorvida por otra, por no hablar de que nos preocupa encontrarnos una subida de precios masiva en nuestros servicios de streaming (como si no la hubiéramos tenido ya sin compra). Pero con Warner Bros. en venta parece evidente que ese escenario se va a producir o con Netflix, o con Paramount o con Comcast (NBCUniversal). ¿Cuál de ellas te gusta más?
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