Brenda Giacconi
EditoraLa historia de Rockstar como desarrolladora de videojuegos no está exenta de polémicas. A lo largo de su trayectoria, la filial de Take-Two se ha metido en más de un problema por los contenidos presentados en títulos de sagas como Grand Theft Auto y Manhunt. Sin embargo, y como es bien sabido a estas alturas, las críticas (muchas veces, vertidas por medios de comunicación y políticos con experiencia nula en nuestro sector) no solían tener mucho efecto en el trabajo de los desarrolladores de la compañía. De hecho, un artista recuerda que el equipo no se tomó muy en serio la controversia que se generó alrededor del icónico Bully.
Cuando el mundo supo que los autores de GTA estaban desarrollando una experiencia ambientada en una academia escolar que se conocería con el nombre de Bully, se desató una importante ola de críticas hacia Rockstar. Sin embargo, el equipo no se sintió precisamente atacado con la situación. Tal y como señala Andrew Wood, artista de entorno del juego, en una entrevista concedida a la revista Retro Gamer (vía GamesRadar+), "en el estudio, nos reímos de la controversia". A fin de cuentas, "todos le dieron mucha importancia al nombre, 'Bully', pero no sabían que, en última instancia, el juego era una declaración contra el acoso escolar".
Cualquiera que haya jugado a Bully sabrá que el título no era precisamente una campaña para incentivar el bullying en las escuelas; de hecho, su protagonista debía hacer frente a los abusones de su academia. Aún así, Rockstar cambió el nombre del juego en los mercados de Europa debido a la polémica generada en la prensa. De este modo, aquí recibimos Canis Canem Edit (aunque la Scholarship Edition mantuvo el nombre original de la entrega) y los desarrolladores tuvieron la oportunidad de copar titulares. "Nos encantaba la atención porque nos ayudaba a vender juegos", admite Wood en la charla. "Se estaban volviendo locos por algo de lo que realmente no sabían nada".
Bully fue un desarrollo infernal
Más allá de esta particularidad sobre Bully y la forma en la que Rockstar encaró toda su polémica, Wood también ha desvelado en la conversación con Retro Gamer que el desarrollo del título fue un auténtico infierno. Entre otras cosas, hubo conflictos internos constantes por el estrés de estar siempre en el trabajo, jornadas de 18 horas de media y "un par de personas sufrieron crisis nerviosas". No obstante, el artista decidió quedarse en el estudio de Grand Theft Auto porque estaba seguro de que sacarían algo verdaderamente especial. Y no iba desencaminado: casi 20 años después, los jugadores siguen guardando un cariño inmenso por Bully.
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