No sabemos si la nostalgia puede mover montañas, pero está claro que sí embarca a jugadores en la ilusión de recuperar a personajes tan emblemáticos como Crash. Si tenías una PlayStation, estás obligado a quedarte. Si no, también. Al fin y al cabo, hablamos de una parte importante de la historia de los videojuegos. Análisis de Crash Bandicoot N. Sane Trilogy.
Los propios autores dudan sobre la denominación que debería tener este videojuego. ¿Remasterización o remake? La eterna pregunta y que tantos debates suscita entre los usuarios. En Vicarous Visions siempre han mantenido que la respuesta no es simple. Para ellos, un remaster no habría sido posible en este caso porque el código original no estaba disponible. Por otra parte, un remake tampoco hubiese sido viable, dado que no querían rehacer algo que ya gustaba a los jugadores.
En la elaboración de Crash Bandicoot N. Sane Trilogy entran en juego sentimientos de nostalgia, que son al final los más poderosos. Cualquier cambio podría enfurecer a los más de 20 millones de jugadores (datos de VGChartz) que lo probaron en su día en PlayStation. Sin embargo, una falta de novedades sería igualmente percibido como algo negativo. La solución tiene nombre, y se lo han dado los mismos desarrolladores: "remaster plus". Es algo más que un remaster, pero sin llegar a convertirse en un remake.
No es bueno fiarse siempre de estos comentarios, pero lo cierto es que se ofrece justo lo que se promete. El videojuego, cuando lo pones en tu PS4, se siente como hace veinte años, y eso es lo sorprendente. La emulación del trabajo realizado originalmente por Naughty Dog a finales de los 90 es increíble, calcando no sólo las bases espirituales, sino también la jugabilidad… por supuesto con todos los cambios necesarios para convertirlo en un lanzamiento propio de 2017.
"Remaster plus"
Comentan los desarrolladores que intentaron ponerse en la situación de Naughty Dog allá por 1996. Vieron el material en que se inspiraron (Looney Tunes), y jugaron muchísimo. Estudiaron el control, los artes conceptuales y hasta el material promocional. Así es como empezaron, emulando la geometría de niveles original. A partir de ella, añadieron sus propios gráficos y melodías.
Entendiendo esto, es fácil concluir que Crash Bandicoot N. Sane Trilogy posee el esqueleto de los tres juegos originales, pero ahora posee órganos completamente nuevos. El principal es el que se refiere al apartado visual. Todos los elementos del escenario han sido diseñados desde cero, dando mayor detalle a cada caja, plataforma, enemigo… con texturas e iluminación adaptadas a los tiempos actuales.
El resultado es simplemente maravilloso, especialmente a medida que pasamos de una entrega a la siguiente. Aquellos títulos aparecieron en un margen de tiempo pequeño, pero aún así se notaba el salto. Puede resultar difícil de creer, pero te pones los tres en esta remasterización y dicha percepción se mantiene. Sigue existiendo ese punto de excelencia en Crash Bandicoot: Warped (el tercero de ellos) que no detectas en los demás. Por algo era el videojuego más destacado de todos, visión manifestada por cantidad de críticos, que llegaron a considerarlo como el punto cumbre de PlayStation.
Es un juego especialmente indicado para nostálgicos
Al final, aquellos que quieran redescubrir a Crash, harán con esta trilogía un análisis interesante. Por una parte, comprobareis que existe una profunda evolución jugable entre videojuegos. El primero sirve para ver las bases sobre las que se construyó todo. La segunda aventura os dirá cómo Naughty Dog intentó mejorar la fórmula plataformera, aunque sin innovar demasiado. La última es la constatación de cómo esta compañía dominó el género de las plataformas, con una exquisitez en el control y una variedad de situaciones que ya querrían muchos juegos en la actualidad.
Así visto, Crash Bandicoot N. Sane Trilogy es una auténtica clase de historia, al tiempo que permite realizar un ejercicio de nostalgia muy constructivo. Cuentan desde el equipo de desarrollo que lo primero que hicieron fue fijarse en los aspectos que se fueron introduciendo juego tras juego. Así se les ocurrió incorporar un sistema de guardado y de checkpoints unificado para las tres entregas, así como autoguardado y un menú de juego que incluye información sobre progreso y desbloqueables.
Es decir, básicamente se hace todo más accesible, pero sin disminuir la dificultad. Sigue siendo un juego terroríficamente desesperante cuando quiere, y tal vez es algo que debería haberse pulido de alguna manera. No ayuda que el control resulte algo impreciso, sobre todo en la primera entrega, con algo de "lag" en la respuesta de Crash. Pero claro, por algo no hablamos de un remake, sino de una remasterización en la que no se han querido tocar demasiadas cosas.
En cualquier caso, no hay nada como tirarte media hora con una fase macabra, y ese grito que sueltas cuando por fin la superas: una reacción old-school. Eso sí, se echan en falta más novedades. Tenemos el añadido en los tres videojuegos de los "time trial" para cada fase o la posibilidad de jugar como Coco (la hermana de Crash). No hay mucho más.
Lo más destacado, insistimos, es el apartado audiovisual. En el plano gráfico se apuesta por iluminación en tiempo real y texturas de mayor tamaño para recrear el sentido de los juegos originales, aunque sin dejar de lado la perspectiva que nos da el soporte de televisores 4K. Por su parte, el sonido está rehecho, porque desde el estudio pensaban que tenía que ir acorde a la renovación global que presenta el videojuego. En particular, hay voces que no estaban, como la de Carlos del Pino en el papel de Neo Cortex.
A Crash Bandicoot N. Sane Trilogy le faltan alicientes, novedades, y tal vez algo de remake. Pero no es un problema de desarrollo, sino que desde el principio el proyecto se perfiló desde esa perspectiva, como un proceso de recuperación, sin tratar de tocar demasiadas cosas. Por eso insisten tanto en que es un juego especialmente indicado para nostálgicos. Nosotros desde aquí lo reafirmamos. Si te gustó Crash en su día, te encantará esta trilogía.
Crash Bandicoot N. Sane Trilogy está definido por sus propios creadores como un remaster, y como tal debemos tomarlo. Recupera milimétricamente el sentir jugable del original, con sus muchas virtudes y pocas imperfecciones. Sin embargo, no hubiese estado de más haber metido algo más de remake (nuevas fases o reajustes en control) para haber culminado con broche de oro una recopilación que aún así encantará a los nostálgicos.
Comprar Crash Bandicoot: N. Sane Trilogy- Magnífico trabajo de renovación audiovisual: irreconocible en ocasiones
- Sigue siendo un plataformas destacado, incluso a pesar de los años transcurridos
- Aunque son pocas las mejoras introducidas (sistema de guardado), resultan acertadas
- Escasez de novedades
- Faltan reajustes en términos de control y dificultad