Destruction Derby o Carmageddon fueron auténticos bombazos en una época en la que esta clase de juegos locos estaban a la orden del día, pero cayeron en el olvido, quedándose como un grato recuerdo para quienes los disfrutamos. Destruction AllStars es una fórmula distinta, pero consigue dejarme con esas sensaciones de hace más de 20 años. Análisis del nuevo exclusivo de PS5.
Desde que se anunciara su retraso para convertirse en un juego gratis de PS Plus por tiempo limitado durante su estreno, Destruction AllStars ha estado en el punto de mira de muchos. Y visto lo visto ha sido una decisión acertada teniendo en cuenta que es un juego divertido que no se libra de ciertas limitaciones. No quiero decir que no me lo haya pasado bien con su acción, sin duda es el mejor desestresante que he probado en los últimos tiempos, y ciertamente es un placer recuperar sensaciones olvidadas jugando por el simple placer del espectáculo y la fascinación que sentimos por la destrucción. Es difícil encontrar una explicación coherente de por qué nos gusta tanto ver cualquier objeto deshacerse en añicos. Supongo que se trata de una renuncia a la adaptación y aceptación social, evidenciándose que aquello que está en contra de las normas establecidas pueden implicar diversión y satisfacción. Sea como fuere, esto es lo que Destruction AllStars pone sobre la mesa, disfrute y entretenimiento sin complicaciones en un marco competitivo y social que, como veremos, no termina de funcionar del todo bien en esta última faceta.
La propuesta de Destruction AllStars es sencilla. Una parrilla con 16 estrellas (prefiero llamarlos héroes en adelante), cada una de ellas con una habilidad especial que usar mientras está fuera del vehículo, y un coche único a su disposición con su propia habilidad especial. Esta es la parte que bebe de juegos como Overwatch o Valorant y tras jugar con todos ellos, considero que, al final de la jornada, la parrilla está bien equilibrada. Estas habilidades no son capaces por sí solas de desbalancear el juego, aunque lo cierto es que un servidor, y otra mucha gente, tiene sus favoritos. Me quedo con Último Barricado y Blue Fang que cuentan con habilidades de demolición y choque especialmente efectivas si se saben utilizar.
Destruir o robar en Destruction AllStars
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Las bases de juego son muy sencillas: acelerar, frenar, freno de mano y lo que lo hace distinto de otros juegos de conducción, el poder embestir con R3 tanto frontal como lateralmente. Saber aprovechar esta embestida y usarla en el momento justo es determinante ya que, a pesar de contar con un tiempo de refresco relativamente corto, no se pueden usar de manera indiscriminada. Y es realmente satisfactorio activar esta embestida en el momento oportuno para chocar contra un rival a toda velocidad haciéndole la mayor cantidad de daño posible.
De partida disputamos con los demás jugadores, rivales o compañeros, por coger alguno de los coches que hay repartidos por los escenarios. Estos pueden ser usados por cualquiera y abren la ventana a una mecánica muy explotable jugando solo, pero tremendamente desbalanceada en el modo multijugador. Porque mientras vamos a pie o salimos eyectados de nuestro vehículo podemos encaramarnos a otros coches, en caso de ser del mismo equipo, y usarlos para movernos rápidamente de un punto a otro del escenario. En caso de los rivales, se puede optar por intentar robarles el coche y usarlo en nuestro favor o tratar de destruirlos de manera manual. Para conseguirlo hay que ejecutar con éxito un sencillo QTE. El mayor problema que he advertido aquí es que el primer minijuego es mucho más sencillo que el otro, por lo que conseguir hacerse con un vehículo rival por este medio es bastante más difícil de lo que parece a priori jugando contra la IA.
El uso de las habilidades está condicionado a que se llene un medidor. Para acelerar este proceso se encuentran repartidos por el escenario unos fragmentos que hay que recoger a pie. Entra en juego el factor plataformas, ya que debemos saltar y deslizarnos por las paredes al más puro estilo Titanfall para conseguirlos. Pero ojo, porque fuera del coche somos carne de cañón y quedar KO es más que posible en cualquier momento, así que cada héroe cuenta con su propia habilidad, así como un movimiento de embestida y de esquiva para zafarse tanto de otros viandantes como de los vehículos que circulan a toda velocidad y que no van a tener ningún tipo de reparo en dejarnos tan planos como al coyote.
4 modos de juego para Destruction AllStars
El núcleo de la experiencia se centra en sus opciones en línea
Si bien Destruction AllStars tiene modos para un solo jugador, el núcleo de su experiencia se centra en sus opciones en línea. Ahí tenemos dos modalidades en solitario y dos en equipo. Particularmente la que más he disfrutado es la modalidad en equipo Carnado. Aquí tienes que inflarte a golpazos con otros coches para conseguir cuantos más engranajes (puntos) mejor, pero hay que tener en cuenta que si nuestro vehículo es destruido antes de llevarlos al centro de la pista lo perderemos todo. Esta propuesta es interesante ya que te hace poner en la balanza el riesgo por conseguir más engranajes, pues nuestro vehículo se destruye en el momento que lo acercamos al centro de ese gran tornado y toca volver a buscarse la vida.
En Stockpile la apuesta es algo distinta y se han de controlar zonas llevando fragmentos a determinados puntos del mapa con la complicación de que para ello tenemos que salir del coche. Realmente son dos modos divertidos, pero he de reconocer que, pasado un tiempo, acaban por agotar la oferta. Además, he intentado sincronizarme con amigos para seguir una táctica, establecer un orden o crear algún tipo de estrategia usando las habilidades de los coches. Sin embargo, lo caótico de la propuesta y la ausencia de una sinergia real entre habilidades hace que el aspecto social del juego se vea deslucido. La destrucción y conducción a toda velocidad no encajan con una táctica que se pueda seguir de manera coherente a tiempo real, porque, a pesar de la existencia de un radar en la esquina inferior derecha de la interfaz, es muy difícil ubicar a nuestros compañeros en tiempo real.
De los modos Mayhem y Gridfall me quedo con el primero, una suerte de Deathmatch en el que gana el coche que más puntos obtenga por chocar, destruir y coger fragmentos. Sin duda, este va a ser un modo al que volver de vez en cuando para echar una partida rápida que espante los fantasmas del trabajo, exámenes y otros quehaceres. Menos gracia me ha hecho Gridfall, traducido como Caída, en el que el escenario se va “agujereándose”, por lo que podemos caer al vacío en cualquier momento. Emulando a un battle royale, una vez caes desapareces para siempre y gana el último en pie. No es que esto me moleste particularmente, pero exige un estilo de conducción que aleja a Destruction AllStars del caos que lo hace brillar anteponiendo un estilo de conducción más precisa y meditada.
El matchmaking funciona de manera irregular. Prefiero acotar esta parte del análisis y establecerla como “sujeta a cambios” ya que, en un juego como servicio de este tipo, todo puede mejorar en pocos días. Pero, como digo, he tenido de todo. Partidas encontradas de manera casi instantánea y repletas de gente, otras con equipos en desigualdad numérica y hasta extrañas rupturas de equipo donde mis compañeros y yo hemos acabado en sesiones distintas. Sin embargo, algo que Lucid Games ha de solucionar de inmediato es el abandono de las partidas en equipo por parte de algunos usuarios que dan al traste con la experiencia y que son un peligro muy serio si no se le da una rápida respuesta.
Las formas de juego anteriormente descritas se pueden revisitar en el modo arcade, donde, sin necesidad de conexión, podemos acceder a las modalidades anteriormente mencionadas contra la IA en tres niveles distintos de dificultad, no siendo ninguno de ellos especialmente desafiante. A esto se une una original propuesta: la serie de desafíos. Enfocada también en el modo para un solo jugador, con un total de siete retos donde hay que cumplir con un total de tres requisitos que aportan algo más de variedad con propuestas como, por ejemplo, contrarreloj con puntos de control a lo Outrun. Además, parece que estos desafíos contienen a su vez pequeños extractos del trasfondo del juego contextualizando mínimamente a los héroes.
El tema controvertido sobre esta serie de desafíos es que solo uno de ellos se encuentra disponible en abierto, mientras que para acceder a otros hay que pasar por caja puesto que solo son desbloqueables mediante la moneda de pago del juego. Por supuesto existe otra divisa que se gana con tan solo jugar y da acceso a multitud de conjuntos de trajes y pinturas para nuestros coches y héroes, así como nuevos bailes de celebración, gestos e insignias en el camino que Fornite ha sabido mostrar al resto de juegos dentro del sistema free-to-play.
Destruction AllStars aprovecha el DualSense
El punto más destacable es el aprovechamiento del DualSense de PS5. Resulta muy satisfactorio conducir sintiendo la resistencia progresiva de los gatillos emulando a los pedales. Destruction AllStars saca un gran partido de la vibración háptica de este nuevo controlador, sintiéndose muy diferenciada según las partes de nuestro vehículo que vayan quedando dañadas, algo que reporta al jugador señales agregadas a los indicadores en pantalla de cuándo debemos de saltar del coche para no vernos abocados a la derrota.
Su estética desenfadada y colorida le va como anillo al dedo
Como contrapunto, se echa de menos la presencia de más variedad en los circuitos, pues tan solo hay tres, todos ellos son demasiado parecidos estéticamente y sus trazados acaban por conocerse al dedillo al poco tiempo de jugar, si bien, en cada uno de los distintos modos, estos muestran variaciones para adaptarse al estilo de juego.
Su estética desenfadada y colorida le va como anillo al dedo, apostando por la espectacularidad en todo momento con colores brillantes y explosiones a cámara lenta que lo hacen lucir bien a 4K y 60 imágenes por segundo con algunas pequeñas ralentizaciones que tienen más que ver con la estabilidad en la conexión y que, en contadas ocasiones, hacen aparecer y desaparecer vehículos. Traducido en textos y con voces en castellano, en lo sonoro destacan los distintos sonidos de motor de cada vehículo, así como los comentarios de los héroes y comentaristas que me han servido de guía para saber si estaba, o no, haciendo una buena partida.
Destruction AllStars es un título divertido que apuesta por el caos y la destrucción en una oferta desenfadada de consumo rápido. Su aprovechamiento del DualSense da una buena pista de lo que está por venir en el género de la conducción y cuenta con una considerable parrilla en la que perderse probando posibilidades y encontrando los héroes con los que sentirse más a gusto. Sin embargo, su propuesta es limitada y puede que pasado un tiempo no existan demasiados alicientes para mantenerse en el juego. Como consideración final debemos de tener en cuenta que, debido a sus características, se trata de un juego que se presta a ser ampliado y mejorado en el futuro por lo que debemos estar atentos a su progresión y aceptación entre los jugadores.
Comprar Destruction AllStars- Hace un buen uso del DualSense con resistencias progresivas en gatillos y vibración háptica.
- 4 modos de juego en el modo en línea bastante satisfactorios, pero que pueden acabar quedándose cortos.
- Faltan más cantidad y variedad de escenarios y algunos desafíos son de pago en la versión PS Plus.
- Tiene muchos personajes con habilidades únicas, pero debería haber mayor cohesión en los modos por equipos.
- Se puede disfrutar del juego fuera de línea gracias a su modo arcade y sus series de desafíos.
