Análisis de Dragon Ball Fusions. Una fusión de fantasía

Análisis de Dragon Ball Fusions. Una fusión de fantasía
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Cuando todo está inventado, hay que probar con cosas diferentes. Sobre Dragon Ball creíamos haberlo visto todo, pero aquí los desarrolladores de Ganbarion nos demuestran que estábamos equivocados. Necesitábamos una fusión como la que han dado a este nuevo videojuego para Nintendo 3DS. Análisis DB:Fusions.

A veces tengo la sensación de que ya hay demasiado videojuego de Dragon Ball, y que lejos de mejorar la fórmula, lo que se consigue es cierto hastío que no lleva a ninguna parte. Ni a la marca, ni a los fans. Por suerte, con Xenoverse ya vimos un intento por cambiar la dinámica. Darnos la posibilidad de crear nuestro propio personaje para controlarlo en una trama estrambótica, basada en saltos temporales, pero fresca y efectiva.

No me sorprende que Dragon Ball Fusions se haya inspirado en dicho planteamiento, esta vez en un RPG que aporta su propio giro de tuerca con el protagonismo de las fusiones. El resultado es más que notable, con muy buenas ideas, una decente ejecución y un acabado que respeta a la enorme base de usuarios del manganime creado por Akira Toriyama.

En los siguientes párrafos os hablaré de todo lo que trae el juego: una mezcla entre acción, exploración y rol realmente interesante. Pero si tengo que resumir el juego en una palabra, esa es "valentía". Su tono no es el habitual, con una trama circunstancial que no se toma en serio a sí misma. Contiene mucha personalización, siendo nosotros los auténticos héroes de la partida. Los combates son por turnos, pero resultan más efectivos a nivel de diversión que en muchos juegos de la licencia. No obstante, lo mejor es que a pesar del batiburrillo de situaciones, personajes y fusiones (que podría desconcentar a los fans más acérrimos) para mí es de lo mejor que hemos recibido últimamente sobre Goku y sus amigos.


Deseo de fusión

Desde el primer minuto, el videojuego para Nintendo 3DS muestra a pecho descubierto sus intenciones. Lo primero que vemos es un editor. Escoger sexo y una de las cinco razas disponibles (humano, namekiano, saiyan, alienígenas y monstruos). Lo demás es ornamental, pero lo mejor es que a medida que avanzas en la aventura, tu apariencia sigue cambiando, y de forma muy notoria. Si creíais haber visto ya todo sobre el estilo Toriyama, este título puede llegar a hacerte cambiar de opinión… y reconozco que era difícil.

Los escenarios de batalla son "tatamis" circulares en los que una línea inferior va corriendo para indicar nuestro turno. Se entiende fácilmente y arroja grandes posibilidades tácticas.
Los escenarios de batalla son "tatamis" circulares en los que una línea inferior va corriendo para indicar nuestro turno. Se entiende fácilmente y arroja grandes posibilidades tácticas.


Todos los enemigos que ves en el juego son distintos entre sí. Para más señas, existen un poco más de 1.000 personajes, que se dice pronto. Y luego está el tema de que muchos de ellos pueden reclutarse y fusionarse en batallas, dando lugar a seres con mejor o menor suerte, pero siempre impactantes.

¿De dónde viene todo esto? Pues del argumento, muy fácil de resumir. Dos luchadores llaman al dragón Shenron y le piden crear un torneo para encontrar al mejor combatiente de la historia. Y claro, el lío está servido. Se genera un limbo temporal que absorbe a nuestros protagonistas, llevándolos a una dimensión con forma de orgía "dragonbolera", la cual mezcla escenarios y personajes del fantástico universo Dragon Ball. Es una fusión de contenidos rocambolesca (también conocida como auténtica ida de olla).

Una fusión de fantasía


Si tengo que resumir el juego en una palabra, esa es ''valentía''

Pero me ha gustado el atrevimiento. Ves a villanos en otro tono, de cachondeo, sin la seriedad del manganime. Los diálogos se contagian de este tono más distendido. Lo curioso es que no por ello surge una trama menos interesante, y yo en particular he acabado conectando con las intenciones. Evidentemente, aquí cada jugador es un mundo, pero en cualquier caso debes saber que este Dragon Ball huye de la seriedad que se aplica a otras entregas.

A pesar de ser por turnos, los combates son altamente dinámicos, con escenas que ilustran nuestros movimientos. La palma se la llevan las fusiones, realmente espectaculares.
A pesar de ser por turnos, los combates son altamente dinámicos, con escenas que ilustran nuestros movimientos. La palma se la llevan las fusiones, realmente espectaculares.


Esto es más como un punto y aparte, o el sueño húmedo de los desarrolladores, viendo fusionados a personajes que se llevan a muerte. La forma que adquiere este experimento es un RPG de exploración y combates. Hay varios mundos, y vas por ahí volando en busca de peleas, pero también dialogando, encontrando nuevas "quests", subiendo de nivel y, en definitiva, haciendo lo que se hace en este tipo de aventuras.

Pero si hay algo que me parece que destaca del resto, es la sensación de recompensa. Obtienes premios por completar misiones, por librar combates… lo típico, pero también por "logros" (al estilo de hacer cierto número de fusiones) y hasta por responder correctamente las preguntas diarias sobre Dragon Ball que nos propone el juego. Puede parecer una estupidez, pero esto es muy importante para mantenerte pegado al juego, para sentir satisfacción a cada nuevo paso que das. Lo mismo ocurre con las subidas de nivel y el aprendizaje de nuevos movimientos: todo es muy reconfortante.

Una fusión de fantasía


A todos los niveles nos encontramos con un videojuego bien terminado

Sin embargo, hay algo que se lleva la palma: los combates. Aparte de darte experiencia, sirven para conseguir energía con la que desbloquear nuevas zonas. A veces se vuelve algo pesado, pero también puedes evitarlos. En cualquier caso, lo que es el sistema combativo, es como para enmarcarlo y mirar cómo se podría pulir aún más de cara al futuro, porque se convierte en toda una gozada. Lo mejor de Dragon Ball Fusions, sin duda.

Una fusión de fantasía


Arriba, otra posibilidad táctica: escoger el ángulo de ataque o de defensa. Abajo, una fusión de cinco personajes, la gran locura de esta entrega. Pero es genial.
Arriba, otra posibilidad táctica: escoger el ángulo de ataque o de defensa. Abajo, una fusión de cinco personajes, la gran locura de esta entrega. Pero es genial.


Tiene mucha estrategia, y puede llegar a convertirse en una pequeña partida de ajedrez. Existe un triángulo de clases (potencia, velocidad y técnica), muy al estilo Fire Emblem. Luego va por turnos, y para realizar ofensiva cuentas con varias alternativas. Puedes optar por golpes físicos, ráfagas ki o movimientos especiales. Escojas lo que escojas, todo tiene su táctica.

Si haces un golpe, tienes que escoger el ángulo desde el que lo haces, con el riesgo de que el enemigo lo adivine y te lo bloquee. Si empleas una ráfaga, debes determinar la línea de ataque, algo que puedes aprovechar para acertar a varios enemigos. La cosa no se queda aquí, y también puedes echar a los rivales del círculo de combate, estrellándolos contra montañas, incrementando así el daño. Hay tantas posibilidades que me podría quedar aquí escribiendo líneas y líneas, pero basta deciros que hay un gran ingenio en la forma de abordar las mecánicas combativas.

Las batallas son de 5 contra 5 habitualmente, e incluyen por supuesto las fusiones como plato fuerte. Aquí viene la locura. Podemos fusionar a cinco personajes para dar lugar al engengro definitivo y así activar un ataque demoledor, con su propio minijuego en que lo más importante viene a ser… aporrear botones.

Una fusión de fantasía


A veces todo esto se hace cansado por las batallas, que por momentos se vuelven algo lentas, y por la propia estructura de juego, que no está del todo lograda. Hay partes más fluidas y otras con menor suerte. Sin embargo, a todos los niveles nos encontramos con un videojuego bien terminado. Gráficamente, sin ser lo mejor que hemos visto, es resultón y ofrece tanto personajes como escenarios coloridos, con gracia. En lo sonoro las melodías no son las del anime, pero acompañan a la perfección, especialmente en los combates.

Voces en japonés y textos en castellano, sin mucho más que reseñar. Bueno, que tal vez faltan más contenidos, pero el juego no es que dure poco, y además el intento por innovar creo que merece ser valorado. Por eso, Dragon Ball Fusions me resulta buena noticia. En una licencia que parecía que ya no podía dar mucho de sí, nos encontramos con un título que apuesta por desmarcarse… aunque sea fusionando cosas.

Muy Bueno

Sin sello
Una fusión de fantasía

Dragon Ball: Fusions

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Dragon Ball Fusions es un grito de esperanza dirigido al fan de Dragon Ball, demostrando que esta licencia aún tiene cosas que aportar al mundo del videojuego. Lo hace no tirando de casta, sino más bien aportando algo completamente nuevo… o bueno, mediante fusiones tanto de personajes como de elementos del universo manganime creado por Toriyama. Y es que, en realidad, es un videojuego en que se mezclan cosas conocidas, dentro de un RPG con elementos de exploración (también de acción) que posee toques de estrategia muy acertados y una sensación de recompensa de fondo que genera muy buenas sensaciones.

Comprar Dragon Ball: Fusions
  • Genial sistema combativo: dinámico, pero también muy estratégico
  • Cantidad de personajes, cerca de 1.000 diferentes
  • Sensación de recompensa: prácticamente todo tiene premio en el juego
  • Las fusiones, no sólo de personajes, sino de escenarios. Es un "mix" sorprendente dentro del universo Dragon Ball
  • Las dinámicas de exploración flojean con respecto al resto
  • Puede llegar a hacerse monótono en ciertos momentos
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en japonés
Duración: 20 horas (mínimo)
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