Adrián Suárez
ColaboradorAntes de empezar a enumerar las bondades de Dragon Quest 1 & 2 HD-2D Remake, yo quiero y necesito postrarme con absoluta devoción ante Dragon Quest I. Como fan del JRPG, regresar a él me ha provocado una reacción tan potente como descubrir Clair Obscur: Expedition 33. Square-Enix, resulta que ya teníamos un JRPG fresco, interesante, con ideas formidables, buen combate, buena exploración y buen mundo, y era el JRPG que comenzó con la popularización del término JRPG hace la tira de años. Me apasiona Expedition 33 porque no ha hecho más que quitar toda la grasa que se le ha ido añadiendo al caldo del JRPG con el paso del tiempo, y me ha flipado reencontrarme con Dragon Quest I por lo mismo, porque es todo buenas ideas y puro magro. Es un título con las ideas clarísimas y que las presenta sin complejos. Es un JRPG alucinante, y lo es aún más en pleno 2025 porque lo necesitamos a él. Necesitamos estos JRPG incontestables que nos recuerden que nos encanta de este género.
Nos hemos vuelto locos con la libertad de Breath of the Wild, con aquel rumor de que en Red Dead Redemption 2 encontraríamos el objetivo a seguir sin marcadores, solo siguiendo rumores. Y nos encantó Hell is Us por lo mismo, porque nos desafiaba a explorar para hallar lo que buscábamos, sin ayudas. Todo eso está en Dragon Quest I, siempre ha estado ahí. ¿Lo de que en Expedition 33 no nos dan un mapa para encontrar la salida de las zonas? ¡Ya lo hizo Dragon Quest I con su narrativa! Somos un héroe solitario, un guerrero individual que ha de conversar con todos los aldeanos y vecinos con los que se encuentra, salir al mundo abierto, perderse y jugarse la vida para descubrir el camino correcto con el riesgo siempre presente de morir. No llevamos amigos a nuestro lado y la sensación de peligro constante es absoluta. Esto suena modernísimo, y Dragon Quest I ya lo hizo a mediados de los ochenta. Es una barbaridad, y lo vais a notar nada más empezarlo a jugar.
Sí, merece muchísimo la pena disfrutar de Dragon Quest I en 2025
Os cuento esto para responder a la primera pregunta que seguro tenéis con este remake. Sí, merece muchísimo la pena disfrutar de Dragon Quest I en 2025, y te parecerá más moderno que muchos JRPG que salen en pleno 2025. Es más, es mucho más interesante hoy en día Dragon Quest I que Dragon Quest II. La secuela sigue estando muy bien, pero es un juego que ya empieza a coquetear con una exploración mucho más guiada, que te entrega la información de forma más directa y con la construcción de una pandilla de guerreros. Es raro, porque seguro que en 1987 ocurrió al revés, que Dragon Quest I se vería viejo y Dragon Quest II sería el moderno. Hoy creo que es al contrario, y me parece que esto dice mucho de cómo estamos ahora y de cómo queremos estar con el JRPG.
Dragon Quest I se sigue sintiendo muy moderno
Dicho todo esto, este remake es una maravilla. Trata el material original con un mimo absoluto y hace lo más difícil: aplicar un nuevo estilo gráfico y aportar nuevas historias, matices la narración, animaciones y juegos con la cámara sin traicionar la base que adapta. Los juegos se siguen sintiendo clásicos, siguen siendo ellos mismos pero tanto las ciudades que recorremos como la propia exploración por el mapamundi son mejores, más interesantes.
Ahora el mapa que recorremos de pueblo en pueblo tiene una orografía clara, y el juego lo usa a su favor. Para saber cómo llegar a un sitio, un lugareño te dice que has de ir al este, buscar una montaña y mirar al norte. Caminas, te subes a la montaña y ves a lo lejos ese lugar al que querías llegar. ¡Y es genial porque ahora sí te subes a esa montaña! Es decir, el remake, el HD-2D y la revisión visual no es gratuita como a veces sí lo es, sirven para reforzar la esencia original del juego.
Hay muy buena mano en esta revisión, porque la cámara sigue limitando lo que podemos ver y lo que no hasta llegar a ello, y consigue que llegar (es increíble llegar a sitios en Dragon Quest) sea más interesante. Lo mismo puede decirse de los pueblos, que ahora son preciosos. Dragon Quest siempre ha jugado al contraste. Es luminoso e inocente en su aspecto pero luego introduce temas más oscuros y mata con mucha ligereza a quien quiere matar. Este juego no falla en ello, no estropea esa dinámica, sino que presume de ella.
Por supuesto, aunque os cuente todo esto, seguimos hablando de una aventura con una historia sencilla y que a veces se hace algo áspero. En el primero hay un malo muy malo que matar, y en el segundo… pues lo mismo. Pero ambos juegos saben ser mucho más que su historia. Su combate, su mundo, disfrutar de sus paisajes, su humor que ya es casposísimo (y adorable a la vez) y la manera en la que los dos juegos se relacionan entre sí, le acaba dando tanto a Dragon Quest I como al Dragon Quest II un poso especial que a primera vista parece que no tiene. Yo he notado mucha reescritura, ajustes en la manera de expresar ciertos momentos e historietas extra que hacen que el conjunto gane en profundidad.
Si en el primer juego su fuerte es la sensación de descubrimiento, diría que lo que prima en la segunda es la amistad
Esta fabulosa revisión gráfica no es exclusiva de Dragon Quest I, también está en la segunda parte. Si en el primer juego su fuerte es la sensación de descubrimiento, diría que lo que prima en la segunda es la amistad. Me ha encantado cómo se han añadido pequeñas animaciones para que los personajes expresen sus sentimientos cuando se conocen o se separan. Explico todo esto para que entendáis lo fino que hilan estas versiones en los pequeños detalles. No va de que todo sea más bonito porque sí, sino de que el nivel de expresión de los juegos originales sea mayor pero siga siendo puro.
Si los dos originales eran una letra, estos remakes son esas mismas letras acentuadas, pero nunca una letra distinta. No tengo ninguna queja, sino todo lo contrario, en lo técnico y en lo audiovisual. Creo que lo disfrutaréis incluso si no sois fans de los primeros, sino si solo buscáis dos buenos JRPG que se entienden ambos como uno solo.
Estos remakes tienen el HD-2D más bonito que he visto
Si he de ser sincero, no me gustó que Square-Enix sacase primero Dragon Quest III antes que estos dos. Sin entrar en spoilers, esta trilogía guarda una relación muy íntima entre sí, de forma que el final del tercero está diseñado para volarle la cabeza a los que disfrutaron de los dos anteriores. Sin embargo, estos dos remakes han sabido jugar muy bien con la idea de que se hayan invertido los papeles. Dragon Quest I y Dragon Quest II integran en su historia una cierta nostalgia a los eventos de Dragon Quest III, y la reescritura para lograrlo va como un tiro. Me ha alucinado descubrir cómo funciona bien jugar a DQI, DQII y luego a DQIII y también empezar por el tercero, luego el primero y luego el segundo. Una cosa, no empecéis el segundo sin terminar el primero.
Como en Dragon Quest III, estos juegos introducen muchas opciones para facilitar la experiencia, aunque en mi opinión la acaban domesticando. Puedes elegir entre tres modos de dificultad y hay autoguardado. Puedes preferir que si te dejan a un punto de vida no te mueras, sino que el combate siga, activar una opción de autobatalla si los combates por turnos te rayan, y ahora también vemos las debilidades elementales de los enemigos. Todas estas opciones están bien, pero hay una que debería debatirse si está bien que exista o no. Puedes pedirle al juego que te marque en el mapa a dónde tienes que ir. En Dragon Quest II esto no es un problema mayor, pero sí que se carga bastante la experiencia en Dragon Quest I. El original se basa en que tú encuentres tu camino, pero esta facilitación lo hace por ti.
Esto es un tema que a algunos les parecerá fabuloso, pero a mí no tanto. Si una opción de calidad de vida, accesibilidad o como queráis llamarlo, se carga parte de la experiencia de un juego, ¿debería estar en ese juego? Creo que activando esto, Dragon Quest I pierde toda su magia. Del mismo modo que critico esto, tengo que alabar cómo está gestionado el modo de dificultad más sencillo. Me recuerda al de Lies of P o Khazam, porque aunque sea todo más fácil, te matan igualmente si lo activas y te descuidas. De este modo, incluso aunque bajes la dificultad, sigues sintiendo que juegas a Dragon Quest I, eso no ocurre con la forma en la que el mapa te señala tu siguiente paso. ¿Entendéis por donde voy? Si me preguntáis, yo le habría añadido una opción para regular la cantidad de combates aleatorios a los que te enfrentas. De esta forma, podrías explorar a gusto sin preocuparte de esta incomodidad.
A esto se le suman reescrituras de algunos diálogos, voces, localización al español muy simpática, pequeñas tramas nuevas y secciones que yo no recordaba haber disfrutado en el juego original. Alargan la duración del juego base, pero nunca se sienten como relleno. Son nuevos espacios narrativos que complementan y que son necesarios, y hay sorpresas muy bien integradas. Además, se han facilitado algunas tareas. Recuerdo algunas misiones algo más farragosas de lo que son ahora, y se han añadido más piezas de vídeo rodadas en tiempo de juego para que la historia se cuente mejor y tenga más sabor.
Con todo lo buenísimo y lo poquito que creo que debería pulirse (ni eso, solo debatirse), el trabajo que ha hecho Square-Enix me parece soberbio, todo un lujo. Es el HD-2D más bonito que yo he visto y adaptado fantásticamente al tono de Dragon Quest, y ambos juegos funcionan como un pack unitario para que la compra de este Dragon Quest I+II merezca la pena. Parece que vivimos en una época en la que está de moda criticar a Square-Enix o a comparar sus juegos con otros para quitarle la valor a su legado, pero yo los aplaudo por este remake. Bravo. Que sea el primer paso de muchos para traernos más y nuevos JRPG.
Uno de los mejores remakes para dos de los JRPG más míticos de la historia. Nuevo contenido que se disfruta, una mejor presentación de la historia, un HD-2D fabuloso y opciones de calidad de vida para todos los públicos. He disfrutado muchísimo de las novedades jugables y de ritmo de ambos juegos. Es un remake ejemplar que modernizan y acentúan las bondades de ambos Dragon Quest. Se sienten modernos y clásicos a la vez.
Comprar DRAGON QUEST I & II HD-2D Remake- Incluso aunque pongas el modo más fácil de juego, son dos JRPG duros y difíciles.
- Puedes saberte de memoria ambos juegos, pero los cambios jugables, el contenido que aparece por sorpresa y los ajustes en la narrativa te sorprenderán.
- La traducción al español está hecha con mucha gracia y humor.
- A nivel audiovisual te alucinará, es nostalgia bien llevada. Aunque cuenta con diseños de mazmorra desfasados, es todo tan bonito que te dará igual. Tiene escenas fantásticas.
- Me ha encantado cómo dialoga con Dragon Quest III. Hay mucha cabeza en este remake y en la trilogía en general.
Ver 8 comentarios