A lo largo de los años, muchas han sido las compañías que han intentado quedarse con parte del pastel de la saga Grand Theft Auto apostando por títulos que tenían mucho que ver con las propuestas de Rockstar. Ubisoft ha experimentado esto más recientemente explorando el mundo abierto y el crimen de una forma más amplia con opciones como Watch Dogs; pero, ¿sabías que esta saga nace a partir de otra de menos nombre?
El Watch Dogs de 2014 se concibió como un reinicio de Driver que en realidad acabó resultando en una nueva IP que compitiera de forma todavía más directa con GTA. Los juegos de Driver guardan el cariño de muchos jugadores que, hace más de una década, disfrutaron de propuestas mucho más centradas en la acción a través de la conducción en mundos abiertos. Es cierto que el estar enfocado en el volante y no en la vida fuera del coche le limitaba frente a Grand Theft Auto pero, pese a no tener la libertad que ofrecía Rockstar, Driver permitía a los jugadores recorrer entornos urbanos abiertos con distintos vehículos, huir de la policía y conocer a personajes del mundo del crimen. Por esos y otros tantos motivos, GTA y Driver compartían cierto público.
La última entrega principal canónica de la serie es Driver: San Francisco, un juego estrenado en el año 2011 y desarrollado por Reflections Interactive en un proceso que llevó alrededor de cinco años que terminó llegando al mercado de la mano de Ubisoft. Hoy en día, es recordado por los fans como uno de los grandes infravalorados del catálogo de la editora francesa, que no parece tener en mente recuperar la saga pese a la insistencia de la comunidad que todavía tiene detrás.
Más allá de la conducción
Pese a la tibia recepción comercial, Driver: San Francisco fue la demostración de que los títulos de carreras o conducción no tenían por qué limitarse al mundo automovilístico. Sí, la entrega de Ubisoft Reflections basaba el centro de su propuesta en llevarnos al límite al volante por la ciudad de San Francisco, pero el telón de fondo era mucho más que solo conducción. Debíamos enfrentarnos al regreso de la terrible amenaza que suponía Charles Jericho, el señor del crimen que andaba suelto, y teníamos que hacerlo tomando el papel de John Tanner, el agente del FBI que había caído en un coma persiguiendo a su némesis en los eventos de Driv3r. Esta situación hacía que Tanner tuviera ensoñaciones y, como consecuencia de ello, los jugadores sabíamos casi todo lo que ocurría en la historia, pero íbamos atando cabos con el paso de las misiones y siendo sorprendidos por un tono psicológico oscuro raramente explorado y una narrativa muy cinematográfica.
La mecánica del cambio de vehículo fue todo un logro para la época
A nivel puramente jugable, Driver: San Francisco supuso el regreso a los orígenes de una de las sagas de velocidad más queridas por los fans con la incorporación de la mecánica del Cambio, que permitía pasar de un coche a otro de forma instantánea y sin restricciones, estando justificado por las extrañas capacidades del protagonista tras el coma sufrido. Fue un logro técnico y mecánico para la época, y surgió de que sus desarrolladores quisieron diferenciarse de las (entonces numerosas) propuestas que permitían salir de un coche y entrar en otro sin aportar realmente mucho más fuera de la conducción. Asimismo, no faltaba la posibilidad de comprar diferentes modelos, jugar al modo multijugador online o aventurarse en desafíos de distintos tipos para extender la experiencia, pero las físicas de sus vehículos y las trepidantes persecuciones eran el eje de todo lo jugable.
Siendo el único juego de la saga que contaba con licencias reales (Aston Martin, Cadillac, Dodge, McLaren, Lamborghini…), Driver: San Francisco ofrecía centenares de vehículos que podían ser dañados libremente en una red de carreteras de más de 500 kilómetros cuadrados. También existía la posibilidad de grabar las mejores persecuciones y trucos con el modo Director, y la banda sonora contaba con más de 60 canciones de artistas famosos, con el audio habiendo sido mezclado en Pinewood Studios, conocido por encargarse de la franquicia cinematográfica James Bond.
Poder jugarlo no es nada sencillo
Con todo esto, a muchos nos dan ganas de poder volver a Driver: San Francisco de vez en cuando, pero, lamentablemente, resulta mucho más complejo que eso. El título estuvo disponible en PC, PlayStation 3, Xbox 360 y Wii, siendo esta última versión la que recibió una peor valoración de la crítica por los numerosos cambios respecto a las otras, pero ya no puede adquirirse a través de las tiendas digitales al haber sido eliminado por Ubisoft.
Ubisoft no renovó las licencias y retiró el juego de la venta
Es posible que la compañía francesa no creyera que mereciera la pena renovar las licencias que hemos comentado para seguir comercializando el juego, pero esto nos deja con la opción de que, o bien debemos tenerlo en nuestra colección, o bien debemos encontrarlo en formato físico, una tarea nada sencilla. Afortunadamente, la retrocompatibilidad de Xbox One y Xbox Series nos deja poder disfrutar de Driver: San Francisco en las consolas actuales, siempre y cuando tengamos una copia del juego.
Existen campañas en Change.org pidiéndole a Ubisoft que vuelva a poner disponible Driver: San Francisco, y algunas de ellas llevan cientos de miles de firmas por parte de los usuarios. Pero, hasta la fecha, hay pocos indicadores de que Ubisoft pueda hacer regresar con versiones anteriores o nuevas entregas esta franquicia de acción y conducción; una que únicamente ha dado señales de vida como posible serie de televisión en los últimos años, pero que es recordada por muchos como una de esas tantas joyas infravaloradas que Ubisoft dejó ir.
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