Todos los motivos por los que hemos tenido tan pocos grandes videojuegos de El Señor de los Anillos

Todos los motivos por los que hemos tenido tan pocos grandes videojuegos de El Señor de los Anillos
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La Tierra Media ha tenido un recorrido por los videojuegos con tantos éxitos como fracasos. Y es que no es fácil hacer un juego fiel al universo creado por J.R.R. Tolkien. Repasamos algunos de ellos para comprender qué valores tiene que tener un juego ambientado en este universo.

La serie de Los Anillos de Poder está a la vuelta de la esquina y, sin embargo, lo más parecido que vamos a recibir (al menos por el momento) en videojuegos es un título para móviles por parte de Electronic Arts que en absoluto despierta nuestras ansias de perdernos en la Tierra Media. Pero lo cierto es que crear un juego en el universo de J.R.R. Tolkien no es tan fácil como podría parecer a simple vista. ¿Cómo?, os preguntaréis. ¿Qué puede fallar en un mundo lleno de hermosos y tenebrosos parajes y de criaturas fantásticas? Pues puede fallar todo, lamentablemente.

Veréis, pese a que los videojuegos tienen una larga tradición con los universos de fantasía y El Señor de los Anillos es el precursor del género (al menos el precursor moderno), nuestro medio no se ha nutrido tanto de Tolkien como podría parecer. La Tierra Media es un lugar que tiene una mitología muy definida y, sobre todo, en la Tercera Edad los elementos más fantásticos de ella son muy menores. Pese a que en literatura sí se han explorado los conceptos de la fantasía tolkeniana de mil formas distintas, la verdadera inspiración de los videojuegos está más en los juegos de rol de lápiz y papel, como Dragones y Mazmorras, que en las novelas de fantasía.

Nuestro medio siempre se ha llevado mejor con las tablas de estadísticas, los puntos de ataque y de salud, la variedad de enemigos y hechizos que ofrecen estas reglas, que con historias que aprovechan los elementos mágicos de formas más sutiles. Y resulta que El Señor de los Anillos tiene una característica que mucha gente no piensa demasiado en ella hasta que no se la dicen: sí, la magia en la Tierra Media, y sobre todo en la Tercera Edad, es prácticamente inexistente. Puedes contar con los dedos de las manos las criaturas mágicas que quedan en este mundo.

¿Cuántos magos hay, en el fondo? Pues recordad las palabras de Gandalf: Saruman el blanco, Gandalf el Gris, Radagast el Pardo y los dos magos azules que viajaron al este y nunca volvieron. Hay que tener en cuenta que la Tercera Edad, en la que transcurre el Señor de los Anillos, es una época crepuscular, en la que la magia está abandonando el continente. Es mal combustible para un videojuego, sinceramente. Podría apostar a que, en las reuniones de diseño de los estudios que hayan creado una producción basada en la franquicia, este ha sido siempre el principal problema. Seguro que los desarrolladores querían tener esto en cuenta, pero ¿cómo iban a perder la oportunidad de crear espectaculares hechizos y criaturas?

Pueden ser buenos juegos, pero siempre tienden a exagerar las reglas que creó Tolkien

Este es uno de los problemas que he visto en muchos juegos basados en el universo. Pueden ser buenos juegos, pero siempre tienden a exagerar las reglas que creó el autor inglés porque necesitan crear muchas mecánicas y la magia es la forma más idónea para ello. Así, por ejemplo, tenemos a El Señor de los Anillos: La Tercera Edad. Un título muy interesante, de una Electronic Arts que nunca volverá, y muy inspirado en Final Fantasy X. Al no seguir las andanzas de la Comunidad del Anillo, sino de un grupo de héroes que se unen a ella (lol), tenemos una completa rotura canónica que pasa por crear personajes como Idrial, una elfa al servicio de Galadriel que hace las funciones de hechicera casi más poderosa que un mago de verdad. Ya en la portada la tenemos invocando rayos, vaya.

Todos los motivos por los que hemos tenido tan pocos grandes videojuegos de El Señor de los Anillos

Algo parecido sucede con La Tierra Media: Sombras de Mordor (y de Guerra). Es el clásico ejemplo de "buen juego, mala adaptación", porque a todas luces estamos hablando de una producción interesante, que incluso trajo el sistema Némesis como añadido, pero que creó una rocambolesca historia en la que un montaraz muerto en combate se fusiona con Celebrimbor (el hacedor de los anillos de poder) para luchar contra Sauron. De nuevo, esto le da a Monolith la excusa para plantear mecánicas interesantes, aunque poco canónicas.

Las Dos Torres y El Retorno del Rey son juegos nobles para tiempos más civilizados

Otro ejemplo sería el algo menos conocido Señor de los Anillos: La Guerra del Norte. Sin duda el ejemplo más curioso de todos porque se nota que sus creadores, Snowblind Studios, quisieron profundizar mucho en el lore de Tolkien. El juego, pese a tener un sistema muy enfocado a la acción, sabía encontrar sus pausas para hablar largo y tendido con los personajes (casi como un Mass Effect) en el que encontrarás a rostros conocidos de las películas que expanden muy bien las historias que no se cuentan en las películas, en especial de Númenor y la Segunda Edad. Y sí, las águilas hablan; un detalle canónico bien traído. ¿El problema? La magia, de nuevo. Otra vez tenemos a una elfa, Andriel, con capacidades mágicas imposibles e incluso un numenoreano oscuro lanzando rayos. ¡Incluso orcos magos!

Quizá sean los juegos de EA de PlayStation 2 basados en Las Dos Torres y El Retorno del Rey algunos de los que mejor fama tengan entre los aficionados. Y nos son malos juegos en absoluto, sobre todo para la época, pero son juegos nobles para tiempos más civilizados, como diría Obi-Wan. A día de hoy, el problema es que hacer hack and slash sencillos como estos títulos no funcionaría comercialmente.

Todos los motivos por los que hemos tenido tan pocos grandes videojuegos de El Señor de los Anillos

Creo que es posible hacer buenos juegos (y de corte comercial triple A) respetando el canon. Pero, para ello, habría que poner más los pies en la Tierra, nunca mejor dicho. Olvidarse de la tentación de incluir mil hechizos y multitud de enemigos monstruosos y centrarse en los valores del universo de Tolkien. Entender también que la magia en este mundo es extraña, misteriosa, a menudo sutil e infrecuente; y usar eso a tu favor.

Creo que es posible hacer buenos juegos (y de corte comercial triple A) respetando el canon

Creo que, dentro del videojuego moderno, se podría hacer un juego al estilo de Horizon, en el que el verdadero protagonista de la aventura sea la Tierra Media y el viaje por un universo vasto y espectacularmente recreado. A través de misiones secundarias, ser testigos del conflicto y los problemas entre las distintas razas y la amenaza incipiente de Morgoth o de Sauron. Creo que la Segunda Edad, como la futura serie, tiene más posibilidades de incluir criaturas fantásticas (y canónicas), un poco de magia (contenida) y espacio suficiente para trabajar las tramas y el universo. Y si de verdad los estudios tienen tantas ganas de desatar las posibilidades mágicas y estrambóticas del universo de El Señor de los Anillos, ningún problema: que hagan un juego con Tom Bombadil como protagonista.

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