Escuchar a los usuarios es muy importante, y esto es algo que Mad Dog Software conoce a la perfección. Tanto es así, que para su nueva entrega de Empire Earth ha apostado claramente por una mayor simplificación de los contenidos. Nosotros hemos podido probar la beta del título y os podemos asegurar que pocas veces había resultado tan sencillo conquistar la Tierra.
Colonizar nuevos territorios y conquistar el mundo siempre ha sido una de las principales motivaciones que han movido a las más hegemónicas civilizaciones humanas. Los desarrolladores estadounidenses de Mad Dog Software lo saben, y tal vez por ello nos volverán a traer una nueva entrega de su videojuego de estrategia en tiempo real más popular: Empire Earth.
Responsables de otros títulos que tienen que ver con la serie de televisión Star Trek e incluso con el famoso Dungeon Siege, los programadores, grafistas y artistas de esta nueva obra esta vez han arrancado desde una premisa muy importante: escuchar a los videojugadores. Después de semanas paseándose por foros y recibiendo las impresiones directas se sus seguidores, Mad Dog Software se ha decidido esta vez a aplicar una única pero certera palabra a su diccionario videojueguil: la “simplificación”.
Los imperios se simplifican
Muchos eran los que se quejaban de que los anteriores títulos de la serie pecaban de una complejidad que, en lugar de dar lugar a más opciones y posibilidades estratégicas, lo que hacía era entorpecer al usuario con decenas de opciones abrumadoras. Esto, a primera vista, se ha solventado. Ahora la presentación resulta más ordenada en la medida de que ya no hay tantos recursos que manejar y períodos que visitar.
Concretamente, en “Empire Earth III” gozaremos de dos recursos de energía principales, los cuales podremos obtener además a través de unos edificios específicos con sus propias unidades incorporadas. En este sentido, hay que añadir que cada construcción tendrá sus opciones internas una vez que pulsemos sobre ellas, abriéndose así muchas posibilidades de cara a aumentar y mejorar la producción, ya sea contratando más mano de obra o investigando en nuevas fuentes de energía.
No te quedes en la Edad de Piedra
En cualquiera de los casos, resultará una inversión que nos traerá riqueza (uno de los principales valores del videojuego) y, por tanto, mayor poder tecnológico, elemento clave para pasar de una civilización antigua a otra más moderna. En total, serán cinco las etapas recogidas en este título, las cuales podremos disfrutar en el papel de hasta tres facciones que van desde el lejano Oriente hasta el conocido Occidente.
Tanto las etapas históricas como las facciones controlables añadirán un toque de distinción a este videojuego de estrategia. Por una parte, los distintos períodos irán modificando la estética del entorno a medida que vayamos avanzando, obteniendo como resultado unos edificios y unidades con nuevos diseños. Unos cambios que variarán en función de la “raza” que escojamos, la cual podrá evolucionar hasta darnos criaturas tan particulares como unos adorables monstruos modificados genéticamente o unos soldados-robot altamente efectivos.
Diplomacia o guerra: tú decides
Todas estas evoluciones nos permitirán adentrarnos en territorio hostil con mayores garantías de éxito, aunque no todo consistirá en aniquilar a todo lo que se mueva. De nosotros también dependerá el formar alianzas con pueblos que se encuentren en zonas neutrales. Si lo hacemos bien, podemos incluso conseguir que se pongan de nuestro lado para beneficiarnos económicamente a la vez que nos echan una mano en caso de que los tambores de guerra comiencen a sonar.
Es en este momento cuando entrarán en juego los diferentes estilos de ataque. Para la ocasión, se ha prefijado una determinada manera de actuar en base a cada una de las tres “razas”: una apostará por la fuerza bruta, otra se volcará en ataques rápidos y una última hará mayor hincapié en la técnica del sigilo y la emboscada.
Gráficos que conquistan
Para mover todo esto se usará el potente motor Gamebryo, que a través de nuestra experiencia con la versión beta pudimos comprobar que hace acopio de una serie de técnicas que dan como resultado un entorno muy colorido y vivo, donde la ambientación queda reflejada en unos cambios climáticos y meteorológicos que se reflejan en cada uno de los modelados y texturas.
El sistema de sombras e iluminación es dinámico, con cambios de orientación dependiendo de la fase del día en que nos encontremos. Asimismo, habrá un aura especial del que se impregnará cada uno de los diseños, resultado de un trabajo artístico excelente que ha abogado por una fusión entre realismo y fantasía, queriéndose parecer unos ratos a Age of Empires y otros a Warcraft.
Escuchando a los usuarios
Todo ello sin perder la seña de identidad dentro de la serie, la cual creemos que ha experimentado una clara mejora con respecto a su anterior entrega. Tanto es así, que incluso los nuevos videojugadores que se adentren en este “Empire Earth III” descubrirán un título asequible y muy adictivo. No obstante, tendremos que esperar hasta finales de año para ver el producto final. Un videojuego que, habiendo partido de la directriz de escuchar a los usuarios, puede mejorar todavía más su posición dentro del género de la estrategia en tiempo real.