Mi relación con Endless Ocean arranca en el año 2007, cuando probé la entrega para Wii. Aquel videojuego recuerdo que me encandiló. No sé si fue su experiencia calmada, su capacidad de inmersión o su banda sonora interpretada por Hayley Westenra. Cuenta mucho la novedad, por supuesto, y es que pocos juegos te proponían descubrir el fondo oceánico sin objetivos más allá de la exploración libre de entornos submarinos. Nada de acción, ni pruebas de habilidad… solo relajación.
Endless Ocean Luminous para Nintendo Switch parte precisamente de la misma premisa, aunque esta vez cambia considerablemente el concepto original. Las inmersiones siguen existiendo, pero esta vez se presta un interés colosal al escaneo de especies, la representación de información y, sobre todo, a un online que permite la colaboración de hasta 30 personas de forma simultánea. Sobre el papel, todo esto suena muy bien, pero la realidad es que este juego no me ha convencido tanto como el original. De hecho, para mí ha sido una pequeña decepción. Te cuento por qué.
Exploración oceánica en compañía
Creo que el objetivo de la desarrolladora Arika, en esta ocasión, ha sido adentrarse en la experiencia multijugador de buceo. Me parece fenomenal y es una idea que funciona bien, tal vez es lo mejor del juego. Hasta 30 personas pueden unirse para bucear en un mismo espacio subacuático durante un tiempo limitado. Cada partida dura 60 minutos, marco temporal en que se premia que encuentres el mayor número de especies, tesoros y por supuesto explorar el máximo territorio posible.
La cooperación submarina existe, puesto que los hallazgos de todos los jugadores se suman y resulta la mejor forma de completar el juego al 100%. Además, existe una cierta componente competitiva, puesto que se nos puntúa y al final de cada partida podemos comprobar en qué puesto hemos quedado con respecto al resto de buzos. Las inmersiones en grupo suponen, en definitiva, la opción mejor resuelta del videojuego, simplemente porque el propio juego incentiva esta forma de jugar.
Ahora es cuando toca hablar de las malas noticias. La principal tiene que ver con algo que arrastran muchos juegos de Nintendo, y es que solo se permite jugar con personas que nos faciliten el código correspondiente. No hay emparejamiento automático, por así decirlo, y esto es algo que corta las alas a la que es supone la modalidad estrella del conjunto (si te lo preguntas, para jugar necesitas por supuesto una suscripción a Nintendo Switch Online). No tiene sentido. Además, haber dado prioridad al juego en compañía ha creado un efecto devastador sobre las inmersiones en solitario, que aunque son posibles, se nota mucho que no han sido pensadas para un único jugador, con lo cual se hacen aburridas.
Por ejemplo, jugando en compañía es factible conseguir muchos de los puntos con que se te premia por recorrer cierto porcentaje del mapeado, o incluso es muy posible cumplir una serie de misiones que te recompensan con el descubrimiento de animales acuáticos mitológicos. En compañía además surge un espíritu de cooperación muy satisfactorio, el cual da sentido a que uses el dinero obtenido en personalizar a tu personaje, desbloquear nuevos gestos para comunicarte con otros jugadores o incluso colocar iconos en el mapa para ayudar a que vean una determinada especie o tesoro que te ha llamado la atención.
En definitiva, el juego está claramente pensado para el multijugador, y aunque hay niveles de progresión (algo que puede darte un empujón para seguir jugando), hay muy pocas cosas que realmente atrapen al jugador solitario. Podría mencionar que hay un modo historia, pero desbloquear cada uno de los capítulos -algunos duran escasos minutos- es una auténtica odisea, porque se te pide un número de escaneos exagerado para avanzar. Vamos, que no está nada medido el asunto y echa al traste las buenas ideas que existen.
Escanear especies es algo muy satisfactorio, y hay más de 500 especies reales con abundante información sobre las mismas. Para usuarios con intereses biológicos está genial y supone una razón para jugarlo. Los modelados están realmente trabajados, y la sensación de encontrarte bajo el mar es estupenda, a veces hasta acongojante. La música tampoco está mal y acompaña al tono de exploración, pero esperaba mucho más, sobre todo considerando que el juego de Wii tenía una banda sonora con personalidad, e incluso la oportunidad de escuchar tus temas favoritos si querías (opción inexistente en este caso).
Luego faltan más alicientes para explorar. Está bien la dinámica de escaneo y la presencia de una tabla de misterios (99 en total), pero falta un hilo conductor, algo que articule las distintas partes del juego y te haga sentir un avance satisfactorio. Eso no existe. Todo son inmersiones (solo o en compañía) que acaban haciéndose tediosas por los aspectos que antes he mencionado.
Una pena, y todo se debe a que en este caso Arika ha tratado de priorizar la experiencia online, algo que indirectamente ha desequilibrado el sistema de juego en solitario. El problema es que ni siquiera el multijugador está bien resuelto… y no supone un ingrediente que justifique la adquisición del juego, siendo solamente recomendable para los apasionados del fondo marino, y siempre que tengan en cuenta los no pocos puntos negativos que existen.
Tenía un tan buen recuerdo del primer Endless Ocean que no esperaba un resultado tan irregular con esta nueva entrega para Nintendo Switch. Su mayor error está en haber priorizado la vertiente online (que además no tiene emparejamiento automático) sin cuidar la parte individual, haciendo que el avance se vuelva tedioso, con objetivos monótonos y desequilibrados que desaniman a seguir adelante. Solo lo salva que tiene un montón de especies reales a descubrir, que la ambientación está lograda y que gráficamente es resultón, siendo solamente recomendable si eres un verdadero apasionado de los fondos marinos. En el resto de casos, es un proyecto con demasiadas imperfecciones y fallos de concepto.
- Centrado en el online, que admite hasta 30 usuarios, aunque depende de compartir códigos.
- El juego individual se resiente mucho, con desequilibrios fuertes en la progresión.
- Tiene modo historia, pero no es nada interesante, con objetivos poco estimulantes.
- Muchas especies acuáticas, tratadas con fidelidad y atención al detalle.
- La ambientación del fondo marina es muy buena, tanto por el apartado gráfico como sonoro.
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