Si quieres crear un videojuego, aunque sea a un nivel muy básico, pero nunca has encontrado la oportunidad, Nintendo te lo pone fácil. Estudio de Videojuegos está orientado no solo a los más pequeños de la casa, sino a aquellos que quieran descubrir cómo funciona por dentro un videojuego. Te lo cuento en este análisis.
Cuando era un niño y jugaba con mi Spectrum, para mí era absoluta magia todo lo que salía de la pantalla. No tenía ni la más remota idea de cómo una cassette hacía desfilar personajes y situaciones interactivas en la pantalla. Por eso, hoy tengo envidia (sana) de todos aquellos jugadores que están creciendo en esta época, porque tienen al alcance toda una montaña de conocimientos y herramientas sobre creación de videojuegos a un simple clic. Y no solamente eso. Ahora también existen juegos que te ayudan a crear juegos, como el alucinante Dreams.
Como una de las desarrolladoras más míticas de todos los tiempos, Nintendo no podía quedarse atrás. Ya nos demostró su buen hacer en Super Mario Maker, y experimentó con los juguetes de Nintendo Labo mediante un taller de creación. Ahora da un paso más allá y nos sorprende con un particular estudio de creación de videojuegos que no pretende sentar cátedra, sino ofrecer un acercamiento ameno, entretenido y muy simpático al mundo de la programación visual (que no de código).
Estudio de Videojuegos se plantea así como una alternativa más, en este caso enfocada a los más pequeños de la casa, aunque no deje de resultar recomendable para usuarios de todas las edades. Lo único que te hace falta para disfrutarlo son ganas de aprender y algo de paciencia para crear tus propios diseños. Por lo demás, este programa te acompaña en todo lo que necesites, de forma progresiva, con claridad, sin agobios, asumiendo desde el principio que quien está al otro lado no tiene ni la más mínima noción sobre cómo se hace un videojuego. Esa es la premisa. La forma en que se aborda, con la gracia y colorido tan propios de Nintendo, es digno de elogio. Como digo, ojalá hubiese pillado este título cuando tenía 8 años… ¡aunque dicen que nunca es demasiado tarde!
¡Creando de la mano de Nintendo!
Estudio de Videojuegos consta de siete lecciones de complejidad progresiva, que te explican desde dar lugar a una escena de juego 2D hasta cómo hacer un juego de conducción o un plataformas tridimensional. Cada lección te acompaña en la creación de un determinado juego, y lo hace introduciendo cada vez nuevas funciones y técnicas que, en esencia, son iguales a las que se emplean en un estudio de desarrollo. Por supuesto, la diferencia es que aquí no tendrás que introducir ni una sola línea de comandos.
Para hacer esto posible, el juego se vale de la programación visual basada en diagramas. Apretando unos pocos botones, situarás un personaje en escena, crearás unas cuantas plataformas, orientarás la cámara… y a continuación podrás modificar parámetros o asociar acciones sin necesidad de consultar un complejo manual. Para que te hagas una idea, puedes modificar la velocidad de un objeto, colocar un suelo sobre el que caminar o activar las colisiones en menos de lo que te das cuenta.
En un par de tardes ya habrás obtenido los conocimientos necesarios
Las posibilidades, desde luego, no son pequeñas. Para que lo entiendas, es un editor que parte de las posibilidades de un motor profesional, pero obviamente simplificado para que en pocos minutos ya estés diseñando algo medianamente jugable. Esa es la clave, que haya cierta inmediatez. Las lecciones no son muy largas, de menos de una hora cada una, así que en un par de tardes ya habrás obtenido los conocimientos necesarios para poner en práctica todo lo que te propone Nintendo (y puede que más si le echas imaginación).
Lo que más me gusta de Estudio de Videojuegos es que cada herramienta de programación tiene su personalidad. En realidad, son los nodon, pequeños seres especializados en un determinado campo (personajes, control, sonidos, gravedad...). Lo único que debes hacer es seleccionar lo que quieres, colocarlo sobre la pantalla de creación y enlazarlos entre sí. Por ejemplo, puedes asignar una acción como saltar a un determinado botón. Las posibilidades son bastante elevadas, incluso a pesar de tratarse de la versión simplificada de un motor de juego.
¿Más cosas? Bastantes. Hay un nodon que sirve como temporizador para, por ejemplo, dejar unos segundos de margen entre acciones. Tenemos otro nodo que sirve como contador, y luego hay otro que añade efectos visuales. ¡Hasta hay uno que detecta la inclinación de los Joy-Con por si quieres hacer uso de ellos! Todo esto lo aprenderás en las siete lecciones incluidas, aunque en el modo programación libre puedes probar con total libertad todas estas posibilidades.
Solamente hay una cosa que no me ha gustado, y es que no puedes compartir tus creaciones con todos los usuarios, sino solamente con aquellos con los que compartas tu código de creador. Es comprensible que se quiera controlar lo que ven los más pequeños (es un juego orientado a niños especialmente), pero esto limita mucho el alcance del producto… aparte de que probablemente existían otras soluciones menos drásticas. En fin, que me he quedado con las ganas de ver lo que estaban haciendo otros jugadores, para obtener ideas y contemplar las posibilidades creativas de esta herramienta. Una lástima.
Pero lo dicho. Si buscabas un entorno de creación de videojuegos amigable, con la calidad que puede ofrecerte Nintendo, considero que es una muy buena opción. En particular, si partes absolutamente de cero, lo veo una manera estupenda de comprender las lógicas que existen detrás de la creación de cualquier juego. A partir de ahí, obviamente deberás saltar a cosas más serias si quieres profundizar en el tema, aunque ya habrás dado un primer paso bastante importante, porque la clave es animarse.
Cuando se habla de herramientas que te ayudan a crear juegos sin pocos conocimientos, es fácil desconfiar, porque hacer videojuegos es habitualmente difícil. Sin embargo, Estudio de Videojuegos hace exactamente lo que promete: introducirte en el apasionante mundo de la programación, con unas nociones muy básicas, pero que son las que sustentan la creación de esos juegos que tanto nos gustan. Quitando que no se puedan compartir las obras online, y que por tanto no exista una comunidad en torno al juego, me parece un título muy recomendable tanto si quieres regalárselo a un pequeño como si quieres jugarlo tú mismo.
- Una ejemplar introducción al diseño de juegos, tanto para niños como para adultos.
- Claridad y simpatía de los menús y opciones de diseño: ¡encantador y muy Nintendo!
- Las lecciones son variadas y explican cómo hacer juegos de distintos géneros.
- Bastantes posibilidades de creación, a pesar de que todo esté muy simplificado.
- Solo se pueden compartir creaciones con conocidos: comunidad de creadores ausente.
