Final Fantasy le dio la gloria pero también uno de los peores momentos de su vida: ¿qué fue de Hironobu Sakaguchi?

Final Fantasy le dio la gloria pero también uno de los peores momentos de su vida: ¿qué fue de Hironobu Sakaguchi?

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Hironobu Sakaguchi

La vida da muchas vueltas, y si no que se lo digan a Hironobu Sakaguchi. Estoy convencido de que el creador de Final Fantasy jamás podría haberse imaginado lo que el destino le tenía preparado. Con solamente 20 añitos se incorporó a Square y allí, en unas oficinas muy modestas, se hizo la magia. Cuentan las malas lenguas que el nipón resultaba poco afable y no era precisamente popular en la empresa. Pocos querían trabajar a su lado… pero tenía algo especial: en su mente había grandes ideas.

Final Fantasy fue creado no con pocas reticencias por parte de sus compañeros, que no creían en el proyecto. Sin embargo, el RPG que nació con la intención de competir con Dragon Quest se convirtió en todo un éxito. Sakaguchi dirigió entregas sucesivas, fue nombrado vicepresidente de la compañía y estuvo involucrado de forma intensiva en títulos de la saga hasta Final Fantasy IX. Todo lo que tocaba se convertía en oro, tenía una intuición extraordinaria para hacer JRPG, pero cometió un gran error: hacer una película.

La película de Final Fantasy que cambió la vida a su creador

No me preguntéis por qué, pero en diversos momentos de la historia de los videojuegos a múltiples creativos y compañías les pareció buena idea hacer adaptaciones fílmicas… y con algo de mal gusto (por decirlo suavemente). Recordaréis la infame Super Mario Bros (1993), la mediocre Double Dragon (1994) o la esperpéntica Mortal Kombat: Annihilation (1997). Pues bien, el caso es que el bueno de Sakaguchi también quería su propia película, e incluso su propia productora: Square Pictures. Se invirtió muchísimo dinero, y el resultado fueron unas pérdidas de cerca de 50 millones de dólares.

Hironobu Sakaguchi Blue Dragon
Blue Dragon

Probablemente para la Square Enix de hoy habría sido un desastre asumible, pero por aquel entonces supuso un descalabro, que provocó el retraso de varios proyectos importantes. Final Fantasy: The Spirits Within fue una película de animación por ordenador que destacó por su impactante apartado visual, pero nada más. Sakaguchi fue consciente del fracaso, así como de que el cargo que tenía en Square no le estaba haciendo feliz. Dejó la compañia y pasó varios años naufragando en sus pensamientos hasta que decidió volver a la carga con Mistwalker, donde desde la independencia creativa dio lugar a joyas como Blue Dragon, Lost Odyssey o The Last Story.

Sakaguchi no estaba satisfecho, y decidió abrazar el espíritu indie y el auge de los juegos para móviles

Lo que ocurrió después tiene difícil explicación. Aunque gozara de toda la libertad del mundo con su propia empresa, Sakaguchi no estaba satisfecho, y decidió abrazar el espíritu indie y el auge de los juegos para móviles. Desde hace varios años vivía en Hawaii (su actual residencia) y es bien conocida su afición por el surf. Esto lo llevó a crear un simulador con el nombre de Party Wave, que a nadie sorprenderá que se convirtiera en un fracaso. No obstante, esta experiencia le sirvió para evaluar el mercado y volver a intentarlo.

Fantasian Hironobu Sakaguchi
Fantasian

Así llegamos a uno de sus últimos trabajos, Terra Battle, un desarrollo pequeño pero interesante, con la participación de artistas como Yoshitaka Amano o Nobuo Uematsu. Esto sí fue un éxito, y le dio fuerzas para crear la que se ha planteado como su última obra: Fantasian, un JRPG destinado también a dispositivos móviles que nace del amor del creativo japonés hacia una de sus producciones favoritas y que recientemente había rejugado: Final Fantasy VI.

Para el recuerdo se quedan juegos que Square Enix no ha conseguido superar en muchos aspectos

Después de todo, puede que la nostalgia haya golpeado a Sakaguchi en esta etapa de su carrera creativa, y eche tremendamente de menos a la saga Final Fantasy. Dudo que vuelva sorprendernos como antaño, pero para el recuerdo se quedaran una serie de juegos que la actual Square Enix no ha conseguido superar en muchos aspectos. A sus 59 años, me lo imagino ahora mismo en las playas de Honolulu con su tabla de surf, esperando a que llegue la próxima ola. Ojalá no se acaben y podamos ver pronto un nuevo juego suyo.

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