Análisis de Fire Emblem Echoes Shadows of Valentia. Un remake de libro

Análisis de Fire Emblem Echoes Shadows of Valentia. Un remake de libro
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Hemos visto muchos remakes, pero pocas veces con un salto tan brutal como el de este Fire Emblem. Han pasado 25 años… y se nota. En su análisis os contamos lo que ha salido de combinar esencia clásica con las últimas tendencias en la saga en este Fire Emblem Echoes: Shadows of Valentia. Pero aquí va un adelanto: lo que ha hecho Intelligent Systems tiene capacidad para entusiasmar a los fans.

Sorprendente. Ha llegado sin hacer demasiado ruido, pero los seguidores de Fire Emblem pueden estar más que satisfechos. Estamos ante algo más que un remake. Es un extraordinario ejercicio de talento al rescatar un clásico perdido en el tiempo. Hablamos del año 1992, hablamos de Famicom y hablamos de Fire Emblem Gaiden, título que se llevó un 28/40 de puntuación en Famitsu. Sobre él dijeron en su día que no era tan brillante como su predecesor, que presentaba picos de dificultad y que sus elementos estratégicos flojeaban.

Todos los puntos débiles han sido literalmente masacrados, introduciendo de paso la experiencia acumulada en los más recientes juegos de la saga. Es una reparación y a la vez un remake. Una aventura táctica-estratégica RPG que saca además mucho sabor añejo, con la dificultad y narrativa clásicas de esta franquicia. Si los últimos exponentes en la saga estaban orientados a todos los públicos, Fire Emblem Echoes: Shadows of Valentia pone en su retícula a los usuarios más tradicionales.

Posee todos los ingredientes que cualquier fan de Fire Emblem podría esperar: una potente narrativa, personajes bien desarrollados, tono épico, jugabilidad muy estratégica, muchas horas de juego y el inconfundible toque de Intelligent Systems. Si alguien esperaba que este remake no daría mucho de sí, verá sus expectativas ampliamente superadas. Es volver a las raíces pero sin olvidar el presente. Es recuperar el pasado, aplicándole el espejo de la novedad. Es un imprescindible si te gusta el género y tienes una Nintendo 3DS.


Turno de expertos

No es que Fire Emblem Echoes: Shadows of Valentia sea imposible para novatos, pero se nota el afán de esta producción. La narrativa cobra muchísima importancia, hasta el punto de que saltársela da al traste con un alto porcentaje del interés del título. Es paradójico, puesto que Fire Emblem Gaiden no es que destacara especialmente por ello en su día. Pero es que lo mejor de este remake es que coge su base y la dota de profundidad.

El aspecto narrativo es uno de los más importantes del juego. Las conversaciones son largas, trascendentes y frecuentes. Para disfrutar más del juego, hay que leer.
El aspecto narrativo es uno de los más importantes del juego. Las conversaciones son largas, trascendentes y frecuentes. Para disfrutar más del juego, hay que leer.


El resultado es una trama fiel a la original, con personajes añadidos, más acontecimientos y nuevos diálogos que esta vez sí explican bien la historia de Alm y Celica, marcados por la guerra. El tema es interesante, con giros y un carácter emotivo, a la par que personal. Las motivaciones de los protagonistas están perfectamente explicadas y esto nos da aliento para avanzar, recorrer los mapeados y practicar turnos de combate. Todo entremezclándose con escenas cinemáticas de bella factura, de naturaleza anime, muy en la línea de lo que vimos en Fates.

Lo que no es tan similar es la estructura de juego, que se convierte en uno de los aspectos más brillantes. Se sucede en capítulos, pero cada uno tiene su protagonista, y a cada protagonista se le ha imprimido una personalidad: formada por escenarios, batallas y enemigos con que se enfrenta. Aquí ya es cuestión de gustos. Cada usuario encontrará tramos más interesantes que otros, pero en global la aventura es equilibrada, repleta de experiencias, y eso que las misiones se repiten demasiado, sin grandes variantes.

Un remake de libro


Es un clásico bañado en la estética de exponentes más actuales

Esto es debido a que se recuperan muchos mapas originales, y claro, tienen lo bueno y lo malo de poseer 25 años de antigüedad: por un lado está su sabor a clásico, pero por el otro a veces resultan poco dinámicos... algo simplones. Luego hay que tener en cuenta que en este juego se caen todas las innovaciones posteriores, como el triángulo de armas, la agrupación de unidades o las relaciones que se establecen entre ellas, aquí bastante limitadas. Fire Emblem Echoes Shadows of Valentia es una experiencia más clásica.

Los amiibos sirven para invocar héroes durante el combate durante un tiempo limitado. Pueden resultar de gran ayuda en un juego de dificultad nada sencilla.
Los amiibos sirven para invocar héroes durante el combate durante un tiempo limitado. Pueden resultar de gran ayuda en un juego de dificultad nada sencilla.


Esto no quita que tengamos novedades. La más importante es la rueda de Mila, que es ingrediente fundamental. Sirve para retroceder turnos y solventar situaciones que se nos han puesto cuesta arriba por un movimiento no demasiado certero por nuestra parte. El número de usos es limitado, y es completamente opcional usarlo, significando un auténtico salvavidas para los menos curtidos en Fire Emblem. Luego están las estatuas de Mila, importantes porque permiten promocionar unidades y pasarlas de una clase a otra, algo que tienes que vigilar a conciencia para salir ganando.

Hay un par de ingredientes adicionales, como la introducción de la fatiga como mecánica. Al lado de cada personaje aparece una cara que simboliza su estado. Empeora a medida que batalla, con una repercusión negativa en los puntos de vida. Y luego están los amiibos, que sirven para invocar a un aliado espectral durante un turno.

En cualquier caso, el viaje nunca se vuelve un paseo. La IA tiende a agrupar tropas, y siempre va a por las unidades más débiles (la CPU tiene un olfato mortal para eso). Como consecuencia de la dificultad, resulta crucial levear a nuestros personajes. Para tal fin, es muy satisfactorio poseer un mapa del mundo para movernos con cierta libertad y así protagonizar las luchas que deseemos. En particular, tenemos santuarios y mazmorras que se pueden explorar en tercera persona, esquivando o enfrentándonos a los enemigos que pululan. Esto fue algo que hizo de Fire Emblem Gaiden un juego muy especial por aquel entonces. Ahora se ha mantenido con resultados positivos.

Un remake de libro


Su estructura de juego es brillante

Vas avanzando por el mapa, libras batallas, sigues adelante, llegas al jefe final de capítulo, te acribilla y puedes volver atrás para seguir entrenando a tus tropas. Porque esto hay que decirlo: dependiendo de si juegas en normal o difícil obtendrás más o menos experiencia. Aquí no se regala nada, y menos el dinero. Resulta escaso, aunque conviene agenciarse unas monedas para mejorar equipo, puesto que es la única opción para hacerlo. Eso, o explorar hasta que encuentres equipamiento mejor.

El videojuego posee un mapa del mundo para movernos entre batallas, visitar poblados y entrar en santuarios/mazmorras. Da bastante sensación de libertad.
El videojuego posee un mapa del mundo para movernos entre batallas, visitar poblados y entrar en santuarios/mazmorras. Da bastante sensación de libertad.


La faceta de exploración está resuelta al modo de las aventuras conversacionales niponas. Pantallas estáticas en las que podemos conversar, movernos dentro de poblados o diversas localizaciones (como castillos), así como examinar decorados al estilo "point and click". Y es algo que tiene su recompensa, porque en cualquier momento podrías ver cómo alguien se une a tu ejército, u obtener algún objeto o arma con el que hacer menos dura tu progresión.

El juego sigue basándose en turnos RPG en su mayor proporción, pero tiene mecánicas adicionales que logran arrebatar protagonismo a los escenarios en cuadrícula. La presencia de un mapa del mundo da mucha vida al juego, así como los santuarios. Combinando estos ingredientes, Fire Emblem Echoes: Shadows of Valentia logra adquirir identidad propia, diferenciándose de otras entregas en la serie. El mejor resumen para el análisis es que es un clásico bañado en la estética de exponentes más actuales, como Fates.

Un remake de libro


El juego desborda carisma, y lo hace como cualquier otro Fire Emblem

La constatación está en el apartado artístico, visual y sonoro. El arte se deja ver en los retratos estáticos para las conversaciones, magníficos, pero también en las abundantes escenas animadas. El juego desborda carisma, y lo hace como cualquier otro Fire Emblem, con esos simpáticos sprites que movemos en el mapa, los cuales se transforman en modelados 3D de animaciones asombrosas cuando saltan las escenas de batalla. Ese contraste lo sigue manteniendo este videojuego, y no hace falta volver a decir lo bien que funciona.

La construcción de personajes es otro de los aspectos más llamativos de la aventura. Se han trabajado mucho sus trasfondos.
La construcción de personajes es otro de los aspectos más llamativos de la aventura. Se han trabajado mucho sus trasfondos.


A la potenciación de la personalidad de los protagonistas ayuda precisamente este apartado, pero también que existan voces (en inglés) para todas y cada una de las líneas de conversación. El juego está subtitulado en castellano y puede seguirse sin problemas. La banda sonora es simplemente ejemplar, aunque tal vez demasiado apoyada en lo que se hizo hace dos décadas. Es algo que acabas notando, más que nada por la monotonía de algunas composiciones, pero a nivel general es un más que notable trabajo.

Las partituras suenan orquestadas, con coros, acompañando a unos combates que ganan así en intensidad. Es un juego a veces oscuro, a veces dramático… pero siempre personal. Mi partida ha sido la de alguien que descubría algo nuevo, pero con el extraño sabor a añejo, que me acompañaba en cada hora de juego. No me esperaba gran cosa de Fire Emblem Echoes: Shadows of Valentia, pero la sorpresa ha sido mayúscula.

Magnífico

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Fire Emblem Echoes: Shadows of Valentia

Por: El equipo de 3DJuegos
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Convertir la oveja negra de la serie Fire Emblem en uno de los mejores que hemos jugado en la redacción. Así se resume el transcurso de estos 25 años hasta llegar a Fire Emblem Echoes: Shadows of Valentia, un videojuego que abre una senda de posibles remakes para la serie. Desde luego, este sería un gran estreno en caso de que se siguiera la senda de mantener el sabor de los clásicos pero sin renunciar a los nuevos tiempos en la franquicia. Trae novedades, pero al mismo tiempo cultiva aspectos como la narrativa o el apartado artístico, convirtiéndolo en un título ideal para todos los amantes de los RPG tácticos, pero especialmente indicado para los seguidores de la franquicia.

Comprar Fire Emblem Echoes: Shadows of Valentia
  • Uno de los mejores remakes que hemos jugado jamás
  • Excelente fusión entre clasicismo y novedad
  • Las novedades introducidas (como retroceder turnos) son acertadas
  • Dificultad y equilibrio combativo muy conseguido
  • Audiovisualmente destacado, con herencia de recientes Fire Emblem
  • Los mapas y sus diseños pueden hacerse repetitivos
  • Sin opciones multijugador
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 30-35 horas (mínimo)
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