Justo en 2023 cumplo 20 años jugando a Football Manager. No es que todos los años lo hiciera, pero sí de forma constante durante la última década. Aunque en este tiempo el juego ha evolucionado bastante, y he dado con retos como subir a Premier un equipo desde última división inglesa, restaurar el honor perdido de un Kaiserlautern venido a menos en Alemania, o llevarme la complicada liga china sin volverme loco con sus locos sistemas de inscripción de plantilla, ahora quería una experiencia distinta.
Sin embargo, para conmemorar estas dos décadas jugando al simulador deportivo más completo, quería el más difícil todavía. Por eso, empecé partida con el Niigata Unicorn de Singapur. Quizá no os parezca gran cosa más allá del reto de entrenar en un país tan lejano y oscuro, futbolísticamente hablando. Pero la realidad es que tiene mucho que ver con un equipo que todos conocemos en España como es el Athletic Club.
El Niigata Unicorn de Singapur es un equipo afiliado del verdadero Niigata Unicorn, que este sí que compite en la liga japonesa de fútbol. Pero además de compartir nombre, lo que hace distintivo al club elegido para mi partida en Football Manager 23 es que tiene unas reglas muy particulares para los fichajes: sólo puedo firmar a jugadores japoneses.
De igual forma que el Athletic sólo puede firmar a jugadores procedentes de Euskal Herria, una región que comprende País Vasco, pero también Navarra y el País Vasco francés, Niigata Unicorn sólo permite firmar a jugadores japoneses. El reto era llevarme la liga de Singapur a pesar de esta limitación y de contar con un escaso margen económico.
Sólo puedo fichar japoneses jugando en la liga de Singapur
Las directivas de los jefes del Niigata Unicorn de Singapur
Tal fue mi implicación que me tomé dos licencias para hacer la partida aún más inmersiva. La primera fue borrar de mi plantilla con el editor del juego a todo jugador singapurense, los cuales pueden estar en el club si proceden de la cantera del Niigata Unicorn. La segunda fue descargar a través de la workshop de Steam una base de datos creada por la comunidad que habilitara las ligas japonesas, y con ellas, una cantidad razonable de jugadores de ese país. Esto es importante, porque Japón no es una región jugable en Football Manager.
Con estos asuntos previos solventados, me dispuse a empezar a mejorar mi cortísima plantilla después de liberar a una importante parte de ella para cumplir con las reglas autoimpuestas. Sabía que no tenía demasiado margen de maniobra económico, y que tampoco existirían legiones de futbolistas japoneses dispuestos a firmar por mi club. Empecé buscando cedidos, y tampoco es que encontrara demasiado.
Todos conocéis la teoría del efecto mariposa, que cuenta que un aleteo de este insecto en un lugar, puede acabar desembocando en un huracán en otra zona del planeta. Pues esto es un poco lo que sucedió: al activar las ligas japonesas, un montón de jugadores libres creados por el juego tuvieron que aparecer para llenar todas las necesidades de esos clubes.
Sato, Okino, Wakamatsu y otros quinceañeros futbolistas
Sato ha sido titular todos los partidos en los que ha estado disponible.
Muchos de ellos no querían ir a mi club, pero sí un pequeño grupo de ellos. En concreto, el de los jugadores de entre 15 y 16 años con un gran potencial. Alguno de ellos incluso con la capacidad de ser titulares, pero la mayoría podrían servirme para rellenar los huecos disponibles en mi maltrecha plantilla. Alegre por el escaso dinero que me va a costar firmarlos, me pongo a ofrecerles contrato.
Okino, Sato, Igarashi... Todos ellos van aceptando mis ofertas y yo empiezo a hacer mis cuentas de la lechera; ya sabéis esa mujer que iba tan distraída pensando en el dinero que iba a sacar al vender ese cántaro lleno de leche que se tropieza y se le rompe. ¿Cómo se rompió mi cántaro? Pues dándome cuenta de que no vendrían a mi equipo hasta que cumplan 18 años; tres años de espera para completar mi plantilla.
Devastado, me encuentro con un hilo de esperanza; uno que dudo que sea legal bajo las leyes de muchos países. Al confirmar el fichaje de estos jóvenes japoneses, mi segundo entrenador me recomienda hacer algo: traer en prueba a los jugadores hasta que el fichaje pueda ser completado. Puede parecer poca cosa, pero la liga de Singapur es tan amateur que sus reglas de inscripción permiten jugar a los jugadores a prueba y sin contrato.
Una plantilla equilibrada... Pero que seguramente incumple la Convención sobre los Derechos del Niño
Esta ha acabado siendo mi plantilla.
De esta forma, mi plantilla empezó a estar formada por una docena de jugadores profesionales con contrato y un puñado de chavales de 15 años que no cobrarán nada hasta dentro de 3 temporadas. Un negocio tan redondo, como limítrofe con la explotación infantil deportiva.
La temporada fue complicada, especialmente porque hay un par de equipos en la competición que tienen firmados a 3 extranjeros realmente potables, de nivel de liga europea. Aunque su plantilla en conjunto es similar, la realidad es que esos pocas estrellas son un incordio a la hora de defenderles.
Para ello, usé una táctica centrada en defender la zona central del campo y que los pases de mi equipo no tengan que ser excesivamente complejos. Usé al inicio un esquema con cinco defensas, pero pronto vi que lo mejor era usar cuatro mediocampistas al estilo de Xavi en el Barcelona, pero renunciando a las bandas.
Así ha jugado mi equipo.
La temporada transcurrió con bastante tranquilidad una vez comprobé que contaba con una gran estrella. Tadanari Lee, de 36 años de edad, ha sido el máximo goleador de la competición con 30 goles en 28 partidos. En una división con tan poco talento defensivo, un goleador de este calibre ha sido mi pasaporte al título.
"Una de las experiencias más frescas que he vivido nunca en Football Manager"
Los jugadores de 15 años demostraron ser fundamentales, y algunos de ellos como Okino o Sato acabaron encumbrados como estrellas de la competición. El futuro es brillante para el Niigata Unicorn, ya que estos chicos seguirán creciendo como futbolistas durante las próximas temporadas.
Mi temporada con el Niigata Unicorn de Singapur ha sido una de las experiencias más frescas que he vivido nunca en Football Manager. Además, es una demostración más de que el valor de este juego ya no es tanto como simulador deportivo, como de título de rol en el que la película que nos montamos acaba siendo un vehículo para la diversión.
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