Parece una afirmación un poco desconcertante e incluso con un punto de provocación, pero no hay nada más lejos de la realidad. La saga Football Manager lleva muchos años entre nosotros, con cambios de nombre incluidos es una de las marcas más veteranas de la industria, y lleva décadas entreteniendo a los aficionados que les gusta el fútbol, que les gusta la gestión o que, simplemente, quieren una experiencia adictiva e inmersiva que les entretenga cientos de horas. Con el paso de los años han ido cogiendo cada vez más elementos del género RPG, hasta convertirse en una experiencia rolera de cinco estrellas. ¿Por qué? Te lo cuento en estos puntos.
La progresión en clave RPG
La progresión de los futbolistas se muestra con flechas que suben y bajan sus valores
El tema de la progresión del personaje es tan obvia en el género rolero que muchas veces se etiqueta como juegos RPG a títulos que nada tienen que ver con el "role playing game" por el mero hecho de haber una progresión basada en niveles en sus personajes. Aquí no es tanto el personaje principal, es decir tú: el entrenador, quien sube y baja de nivel (aunque también hay un elemento netamente de rol en tu avatar que contaré más adelante). Son los jugadores los que tienen ese aspecto muy desarrollado.
Cada jugador tiene más de 35 parámetros que están sujetos a evolución durante su carrera
Los futbolistas, como en la vida real, tienen en la serie FM una progresión que es más o menos acusada en función de su edad. En los primeros años de su carrera deportiva su crecimiento es constante en todos los sentidos: aprenden a jugar y, por lo tanto, mejoran su técnica pero, al mismo tiempo, también desarrollan sus cualidades físicas. Más de 35 parámetros tiene cada miembro de nuestro equipo que están sujetos a cambios y que, además, nos permiten cierto control sobre ellos a la hora de potenciarlos. Pero así mismo hay muchos otros que están ocultos y que determinan la capacidad del jugador para generar un ambiente armonioso en el vestuario, su tendencia a las lesiones o a meterse en líos, entre muchas otras cosas... Hay cosas que no admiten cambio, eso sí, como por ejemplo que hacia los 32 años comienza el declive físico de un jugador y ahí empezaremos a ver cómo irremediablemente bajan sus valores de velocidad, resistencia, fuerza y demás, claro. Pero hay otras cosas en las que podemos participar activamente, pero hace falta mucho trabajo.
¿Recuerdas cómo funcionaba tu evolución como personaje en los juegos de The Elder Scrolls? Cuanto más hacías una determinada cosa, más bueno eras en ella. Algo parecido pasa en los Football Manager. Los miembros de nuestra plantilla que juegan mucho se desarrollan más, así mismo podemos entrenar determinados aspectos en los que creamos que flojean con preparaciones individuales (por ejemplo, un centrocampista que no es muy bueno en el pase en corto se puede trabajar y mejorar con un programa específico, aunque también hay un sacrificio puesto que eso puede hacer que tenga menos tiempo para otras cosas o incluso que se sobrecargue de trabajo y tenga más posibilidad de lesionarse), y todos los valores mentales también admiten trabajo con las sesiones de tutelaje a los jóvenes a cargo de jugadores veteranos que son todo un arte, y que permiten cambiar el temperamento de nuestros jugadores más díscolos.
Un vistazo general al panel de entrenamiento general de Football Manager
Hay usuarios de Football Manager que han conseguido auténticas maravillas desarrollando futbolistas en edad juvenil que eran meras promesas y que han acabado convirtiéndolos en algunos de los mejores deportistas del planeta, así que hay toda una parcela enorme en la que entretenerse a la hora de configurar las plantillas. Lo ideal es un equilibrio entre un puñado de jugadores veteranos , otros en su edad idónea para dar el máximo rendimiento deportivo y, por último, algunos jóvenes que se empapen de lo que puedan aprender del resto de la plantilla.
Atención, además, porque no sólo evolucionan nuestros futbolistas sino también los miembros del cuerpo técnico, ojeadores, científicos, personal médico... Aquí no sólo en base a los conocimientos que van obteniendo a lo largo de su carrera sino también con los diferentes cursos.
El avatar del juego de rol
Uno de los aspectos importantes, y a menudo olvidados en los últimos tiempos para un juego de rol, es el de elegir a nuestro avatar. En los videojuegos clásicos era prácticamente una religión el escoger quién íbamos a ser, cuáles iban a ser nuestras características y nuestro bagaje y, aunque progresivamente se ha ido perdiendo y cada vez hay más juegos que no prestan ninguna atención a esto y nos ofrecen personajes predeterminados o incluso un héroe directamente como la saga The Witcher, en Football Manager lleva ya unas cuantas entregas siendo algo realmente importante.
Por supuesto, hay modificación del aspecto físico y podemos elegir entre algunas opciones para nuestra proyección en el juego, aunque el fuerte de Sports Interactive nunca ha sido el apartado gráfico y las opciones son bastante tibias. Básicamente elegimos cambios de pelo, color de piel, estatura, peso y algunos detalles de la fisonomía entre varias opciones de unos modelados 3D que no dejan de ser monigotes bastante pobres en todos los sentidos.
La hoja básica para definir las habilidades de nuestro entrenador
Donde está la clave de la cuestión y lo que verdaderamente nos interesa es en el reparto de puntos y en nuestra historia como entrenador. Si en un Baldur's Gate, por ejemplo, podemos elegir la procedencia de nuestro personaje y su pasado, además de repartir un puñado de puntos para definir sus habilidades, en Football Manager es exactamente igual. Podemos elegir nuestro contexto como manager, y fijar no sólo de qué formación disponemos sino también cómo fue nuestro periplo deportivo. Todo ello (lo académico y la experiencia futbolística como profesionales... o no) nos ayudará a dar forma a nuestra forma de trabajar y, así mismo, a de cuántos puntos podemos disponer para repartir.
Aquí el número de características no es tan alta como en el caso de los futbolistas, pero hay más de 15 baremos con números del 0 al 20 que se dividen entre los atributos de habilidad como entrenador y los mentales. Ambos de gran importancia, los primeros por razones obvias, puesto que nos pueden ayudar, por ejemplo, en el desarrollo de nuestros jugadores, en el trato con los jóvenes o en cosas como el propio entrenamiento y no tener que usar a tanto preparador sino echar una mano nosotros, pero los mentales... esos merecen su apartado por separado.
La importancia del diálogo, las decisiones y la psicología
No es tan sencillo como alinear a los mejores futbolistas, también tenemos que vigilar su estado de ánimo
Decía Jorge Valdano que "el fútbol es un estado de ánimo", y esa afirmación es tan aplicable al fútbol real como al virtual de la serie Football Manager. Puedes tener al mejor equipo de estrellas que, si no cumplen con lo que necesitemos en clave de motivación, determinación y estado de ánimo, estamos perdidos. Así de claro, completamente perdidos.
Aquí entroncan varios aspectos que es importante comentar. Por un lado, los jugadores tienen unos atributos mentales que son tremendamente importantes como el de la determinación, que es probablemente el más clave de todos ellos y que es tan intangible como parece pero que mide la perseverancia, la capacidad de no rendirse y la fortaleza mental del jugador que le permita alcanzar sus objetivos. Por otro lado, y dentro de esos atributos ocultos que te mencionaba unos párrafos más arriba, hay también muchos aspectos que tienen que ver con su capacidad para la convivencia y para relacionarse con nosotros. Algunos son la anarquía personificada y llevan fatal que les pidamos tácticas que les aten en corto, otros tienen serios problemas con la autoridad y cuestionarán nuestras órdenes, otros son indisciplina en estado puro y tienen problemas hasta para asistir a los entrenamientos... Controlar todo eso es fundamental, tanto en el mano a mano individual con ellos como en las charlas en grupo, que tienen una dimensión descomunal y que pueden levantar el ánimo cada vez que las convocamos o hundirnos en función de lo que digamos y el tono que usemo.
En un Football Manager hay más opciones de conversación y tienen más relevancia que en un Mass Effect, por ejemplo
Las conversaciones en un RPG suelen ser un elemento capital si se toma a sí mismo como representante del género, e incluso los más inclinados hacia la acción como, por ejemplo, los títulos de la saga Mass Effect han dado una enorme relevancia a los diálogos con otros personajes y a la construcción de relaciones con ellos. Si os digo que aquí eso es incluso más importante que en los juegos de BioWare, y que hay pocos RPG que puedan competir con esta saga de fútbol en cuestión de profundidad, alternativas de conversación y variedad de interlocutores, ¿cómo os quedáis?
Construir una buena relación con otros NPC en Football Manager es realmente importante desde hace ya varias entregas. Si tenemos afinidad con nuestros jugadores y éstos se sienten implicados, sacaremos el máximo partido de ellos tanto en el campo como en el entrenamiento.
Un ejemplo de las numerosas opciones de conversación que hay con los jugadores
Además, en nuestras manos (o más bien en nuestra garganta) está también el gestionar las situaciones de crisis. Cuando el equipo está nervioso por resultados que no salen como deben, por la venta de un futbolista importante a nivel colectivo o porque hay cierta incertidumbre en cuanto a si el club va a ser vendido, debemos sacar nuestra mejor labia para tranquilizar los ánimos. Lo mismo en la relación con otros entrenadores en particular o con la prensa en general, situaciones en las que acertar con cómo nos desenvolvemos puede generar una buena relación que suavice la posición de un rival en el mercado de fichajes o que caliente adecuadamente los ánimos en la previa de un partido. Como veis, las opciones son tremendamente numerosas, y no podemos tratar a todos nuestros hombres igual: hay algunos miembros del vestuario que tienen una enorme descendencia sobre los demás y que pueden condicionar a grupos enteros... ¿Te acuerdas del clan de los brasileños en el Real Madrid o el de los holandeses en Barcelona? Pues ese mismo tipo de grupos se generan aquí
La exploración y la preparación antes del combate
Es cierto que hay videojuegos de rol que renuncian por completo a la exploración, y también que hay otros RPG que no tienen nada de combate como han demostrado recientemente Gamedec o el absolutamente extraordinario Disco Elysium, por mencionar sólo un par de ejemplos. Sin embargo, la saga de juegos que nos ocupa tiene también un importante cupo de alternativas para encajar en ambos ámbitos.
En cuanto al "campo de batalla" tenemos básicamente los partidos, que ofrecen un sistema de combate por el que ambos equipos se enfrentan en tiempo real y en el que podemos dar órdenes al vuelo, hacer ajustes tácticos o incluso animar o criticar a nuestros jugadores pero en el que, al mismo tiempo, podemos usar una pausa táctica para darnos un respiro, estudiar la situación y encargar una serie de acciones que se ejecuten todas al mismo tiempo a continuación.
Exploración, botín, análisis de las fortalezas y debilidades del rival... todos esos elementos tan RPG brillan en Football Manager
Claro que, como en cualquier buen juego de rol, tenemos que ser plenamente conscientes de qué nos hace fuertes y qué nos hace débiles, y aplicar lo mismo para nuestro rival. Ahí entra en juego la exploración, claro. Nuestro equipo de ojeadores no sólo sirve para inspeccionar países lejanos en busca de la próxima gran estrella juvenil a la que convertir en el nuevo Messi y que nos permite emparejar este procedimiento con la búsqueda de botín con la que equiparnos de tantos RPG... Especialmente en el caso de los jugadores que están libres o cuyos contratos expiran en sólo unos meses y ya lo podemos firmar. Auténtico oro en ambos casos, ríete de la satisfacción de obtener el botín de una raid en Destiny 2.
La exploración y nuestro cuerpo técnico de ojeadores también se utiliza para estudiar a fondo al próximo rival y conocer a fondo todos los entresijos sobre él. Con toda esa información sobre la mesa, y siendo lo suficientemente inteligentes para aplicarla bien en nuestro planteamiento prepartido y con un equipo física y mentalmente preparado, las opciones de ganar van mucho más allá de la calidad de los futbolistas.
Si hemos visto en el género del rol videojuegos ambientados en entornos postapocalípticos como Fallout, de fantasía épica como Pillars of Eternity, o futuristas como Cyberpunk, por mencionar sólo algunos ejemplos, ¿por qué no uno en un contexto deportivo? Eso es lo que ofrece Football Manager: RPG del bueno disfrazado de gestión y deportes. Una simulación rolera de ser entrenador que es tan endemoniadamente buena que no sólo la usan los profesionales sino que también ha provocado que algunos aficionados habituales de la serie den el salto a entrenar en el mundo real. Increíble, ¿eh?
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