Como el nuevo Assassin's Creed, Ghost of Tsushima estuvo lleno de incoherencias históricas, pero se salvó de la quema porque se centró en la diversión

Los videojuegos, al igual que el cine, no necesitan ser históricamente precisos, sino centrarse en el entretenimiento propio del medio al que se adaptan. Sin embargo, el realismo histórico —o la ausencia de este— ha dado pie a todo tipo de debates en redes sociales, siendo el caso más reciente Assassin's Creed: Shadows. Para el analista japonés Kensaku Namera, Ghost of Tsushima también se lanzó con grandes incoherencias históricas y una representación del Japón feudal inexacta en algunos momentos, pero no protagonizó polémicas, ya que Sucker Punch supo equilibrar la fantasía y la autenticidad cultural.

A diferencia de otras representaciones extranjeras de Japón, que suelen ser criticadas por inexactitudes o malentendidos culturales, el enfoque de entretenimiento y no impositivo de este juego ha sido clave para ganar la simpatía de los jugadores japoneses. En su análisis para ITmedia Business, Namera señaló que Ghost of Tsushima es un ejemplo excepcional de un título bien aceptado a pesar de las modificaciones y añadidos anacrónicos, como la armadura de samurái del protagonista Jin Sakai o la inclusión de la poesía haiku, que data del 1600.

El entretenimiento es la clave de un juego histórico

Una de las razones, según Namera, es que el juego evita ciertas perspectivas ajenas sobre la historia y cultura japonesa, algo que podría haber sido percibido negativamente en el mercado japonés. "Si un juego presenta una visión que parece forzar la idea de que la historia japonesa fue influida o guiada por Occidente, puede generar una reacción negativa", explica el analista.

No obstante, y a pesar de su enfoque en el entretenimiento, los desarrolladores de Sucker Punch hicieron un esfuerzo significativo por comprender la cultura japonesa. Según Namera, la creación del juego implicó investigaciones detalladas, visitas a Japón y consultas con historiadores japoneses. Además, tomaron la decisión de no representar figuras históricas reales en la narrativa del juego, una recomendación de los consultores para evitar imprecisiones en la recreación de la historia.

Esta comprensión y respeto por la cultura japonesa ha permitido que Ghost of Tsushima se convierta en una obra querida por los japoneses, quienes valoran tanto su jugabilidad como su ambientación. Según Namera, "lo importante en los juegos históricos no es la precisión, sino una comprensión profunda de la cultura y una prioridad en el entretenimiento", algo que se espera mantenga vigente con Ghost of Yotei, aunque el juego ha sido objeto de críticas hacia ciertos sectores ideológicos.

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