Así lo consideran los analistas, quienes sin embargo sostienen que si Rockstar siguiera “a bordo” los resultados económicos serían mayores.
Las consecuencias a nivel de lanzamientos de la oferta de Electronic Arts sobre Take-Two no están pasando desapercibidas para nadie. Y es que con franquicias tan desequilibrantes como GTA, Take-Two es un caramelo muy apetecible para cualquier compañía.
El prestigioso analista de Wedbush Morgan, Michael Pachter, se ha pronunciado concretamente sobre la saga Grand Theft Auto, y es que considera que de consolidarse la adquisición, los derechos de explotación de ésta pasarían a ser propiedad de Electronic Arts. Sin embargo el problema podría derivarse del final del contrato de Rockstar con Take-Two -estipulado para febrero de 2009- y que, de no estar Rockstar de acuerdo con la compra por parte de EA, no tendrían ningún interés en renovar pudiendo marcharse libremente y firmar con cualquier otra compañía.
“Una nueva entrega de GTA podría lanzarse cada dos años con EA como distribuidor. Sin embargo su éxito de rentabilidad dependería de que el equipo creativo responsable se mantuviera”. Hasta tal punto considera Pachter la importancia de seguir contando con sus creadores que valora en 150 millones de dólares los beneficios si lanzaran un GTA sin Rockstar North detrás, y en hasta 600 de volver a ser desarrollado por el polémico estudio.