Ser campeón del mundo de Fórmula 1 es algo que no todo el mundo puede llegar a tener. Si bien las escuderías hacen que el coche sea más rápido que ningún otro, también hay que destacar el enorme trabajo de los pilotos para poder llevar un vehículo de estas características. Y si hay alguien que tiene talento para conducir y un equipo prácticamente perfecto detrás, ese es Max Verstappen.
El joven piloto de 23 años ha dado la vuelta al mundo por sus actuaciones en los circuitos de todo el mundo, pero ahora también lo ha hecho por su desempeño en carreras virtuales. El día de ayer, durante una retransmisión junto a otros creadores de contenido expertos en el simulador iRacing, Super Max demostró que su dominio con los coches no solo está en la Fórmula 1, sino también en los juegos de carreras.
En una carrera donde Max se encontraba en primera posición, los streamers y jugadores profesionales de iRacing intentaron una estrategia desesperada para quitarse a Verstappen de encima: tirarse a por él en la próxima curva cerrada para que, al menos, no ganase el piloto de Formula 1.
Como era de esperar, esta confabulación contra el holandés no sirvió de nada, ya que consiguió esquivar a la perfección todos los coches que iban lanzados a por él. La carrera acabó con un Max Verstappen muerto de risa y con los demás streamers recibiendo de su propia medicina. Desde luego, este tipo de momentos nos demuestra que los pilotos de Fórmula 1 están hechos de otra pasta totalmente distinta a lo que conducir se refiere.
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