Ha sido como volver a mi adolescencia; a esos maravillosos años con Game Boy Advance, GameCube y toda esa generación de grandes videojuegos que no tenían miedo a romper moldes. Y sinceramente no se me ocurren mejores formas de ir despidiendo a Nintendo Switch que con un RPG de la talla de Mario & Luigi: Conexión Fraternal. Es un videojuego gigantesco con todo lo que podrías pedir a una aventura protagonizada por este dúo de fontaneros saltimbanquis. Y aunque tal vez no tenga esa capacidad de sorpresa de algunos de sus antecesores como el imprescindible Mario & Luigi: Viaje al Centro de Bowser, hablamos de un juego de rol increíblemente variado, con un divertido e inteligente diseño de mazmorras y, sobre todo, con un montonazo de combates por turnos que nunca dejan de sorprender. Y eso que el juego me ha durado cerca de 40 horas, haciendo eso sí bastantes misiones secundarias. Razones de sobra para no dejar escapar este nuevo exclusivo de Switch capaz de divertir a veteranos y nuevos jugadores a partes iguales.
Un RPG con el que es difícil no pasarlo bien
Abandonamos el Reino Champiñón para lanzarnos directamente a la aventura en un nuevo mundo llamado Concordia, que tras un cataclismo ha quedado fragmentado en un montón de islas dispersas por un gigantesco mar que podemos surcar a bordo de nuestro propio barco. ¿Te suena bien? Pues este no es más que el arranque de una aventura que va a más, combinando el tradicional plataformeo de los juegos de Super Mario, con mucha acción, con exploración y puzles, y hasta con escenas de sigilo que funcionan bastante bien.
Rara vez desaparece la sensación de estar descubriendo algo nuevo
Si nunca antes has jugado a Mario & Luigi, la gran particularidad de esta saga es que ambos héroes se mueven al unísono pero actúan por separado, lo que significa que puedes saltar o pegar martillazos con cada uno de ellos según el botón que pulses. En la práctica no es algo de lo que debas preocuparte más allá de los combates, pero hay momentos puntuales de la aventura en los que sus caminos se separan, generando situaciones que requieren de cierta coordinación y destreza para sortear obstáculos y resolver ingeniosos rompecabezas. Es de las cosas que más he disfrutado en un videojuego que destaca por la gran variedad de escenarios a los que te lleva.
Desde paisajes helados a zonas boscosas, pasando por aldeas en el desierto con arenas movedizas incluidas, grandes ciudades o hasta resort paradisíacos. Y lo que más me gusta es que rara vez desaparece la sensación de estar descubriendo algo nuevo; de saber que acabas de aterrizar (porque sí, te lanzas a cañonazos contra estas islas) en un lugar donde te esperan nuevos desafíos. Especialmente cuando te acercas a la mitad del viaje y las islas y mazmorras aumentan su escala con puzles, platafermo y combates mucho más grandes y elaborados. Todo ello acompañado además de una historia muy divertida con el tradicional humor inocentón de la saga Mario & Luigi. Vaya, que cuesta no jugar con una sonrisa en la cara. Y esta no se borra hasta el mismísimo final del viaje, aunque es verdad que no es una aventura especialmente original. Tiene sus momentos y personajes interesantes, pero sin destacar en exceso.
Hay además otros elementos que contribuyen a que explorar todas estas islas resulte si cabe más divertido. Los hermanos pueden hacer uso de varias habilidades únicas para sortear ciertas barreras, con algunos momentos que casi recuerdan a la genial saga Metroid. Y aunque de primeras puede parecer todo muy sencillo, como digo, a medida que juegas las cosas se complican más y más hasta el punto de que te va a costar superar ciertas zonas debido a la precisión que el juego exige de ti.
Un sistema de combate de alto nivel
Puede que en este punto lo único que te eche para atrás sean los combates por turnos, pero quítate de la cabeza la idea de participar en batallas estáticas, casi sin ritmo, porque en Mario & Luigi: Conexión Fraternal ocurre justo lo contrario. Cuando atacas tienes que pulsar los botones en el momento oportuno para provocar el máximo daño. Y ocurre lo mismo cuando te defiendes, con el añadido de que hay una auténtica barbaridad de enemigos con movimientos tan dispares entre sí que nunca desaparece la sensación de peligro. Que no te engañe todo ese colorido y los chistes bobalicones de sus protagonistas, porque hay alguna que otra batalla que te va a hacer sufrir más de la cuenta. Y no es para menos.
Que no te engañe todo ese colorido y los chistes bobalicones, porque hay alguna que otra batalla que te va a hacer sufrir
Tus rivales van a jugar al despiste; a hacerte creer que van a atacar para que saltes o golpees con tu martillo y entonces… ZAS, se lanzan a por ti justo cuando has bajado la guardia. Estos momentos son muy emocionantes y requieren de mucha agilidad mental para reaccionar constantemente a todos esos cambios y señales. Lo que se maximiza en las batallas contra jefes, que son bastante espectaculares y divertidas de superar. En ellas vas a encontrar una de las novedades del juego: el ingenio de Luigi, o lo que es lo mismo, la posibilidad de ejecutar un movimiento espectacular capaz de hacer mucho daño al rival, siempre y cuando lo uses en el momento oportuno y con toda la precisión exigida. Esto hace que cada batalla, a su modo, se sienta única; porque además en Mario & Luigi: Conexión Fraternal existen varios estados alterados que afectan de forma notable a la forma que tienes de responder a la acción.
No negaré que en las primeras horas de juego sentí que las batallas eran excesivamente largas, porque hay bastantes y además los enemigos resisten mucho daño. Esto empieza a cambiar una vez desbloqueas otra de las novedades del exclusivo de Switch, la regleta y las clavijas que enchufas para añadir efectos extra a tus ataques y contras. Para que te hagas una idea, puedes provocar daño por fuego, hacer que un golpe afecte a varios enemigos de forma simultánea, conseguir que cuando estés bajo de salud tus héroes se tomen un champiñón de forma automática, o incrementar también el daño que provocas a cierto tipo de enemigos. Hay bastantes clavijas con las que jugar, pudiendo cambiarlas en todo momento justo antes de golpear, para evitar así malgastar este recurso limitado que se va regenerando a medida que peleas. Y claro, cuanto más avanzas, más clavijas puedes usar de forma simultánea.
Incluso así ha habido momentos en los que he suspirado de agotamiento al entrar en una nueva batalla porque estas van acompañadas de tiempos de carga que pueden volverse algo molestos. Es uno de esos puntos junto a varias ralentizaciones durante los momentos de exploración que te hacen pensar irremediablemente en la ansiada Nintendo Switch 2; en la necesidad de dar el salto a un nuevo hardware que nos brinde avances tan agradecidos como la ausencia de tiempo de carga. También habría estado genial que una vez superes por mucho el nivel de habilidad de un enemigo, que al entrar en contacto con ellos (o al golpearles sobre el escenario) la batalla se resolviera automáticamente, pues la experiencia que dan es prácticamente nula para el tiempo que pierdes.
Esto se nota especialmente si vas a hacer misiones secundarias que te obligan a visitar islas ya superadas. Dado que la recompensa son objetos y equipo, no experiencia, todos estos combates pierden la gracia y se convierten más en un obstáculo que en una excusa para seguir explorando. Y es una pena porque estas pequeñas historias están bien, son divertidas, y contribuyen a profundizar más en este curioso mundo de Concordia. Obviamente hay de todo, y verás mucha misión de recadero, pero a veces nunca está de más volver sobre tus pasos para comprobar qué tal van las cosas.
Mario & Luigi: Conexión Fraternal es un RPG muy divertido de jugar
Volviendo a los combates es inevitable hablar también de los ataques tándem, nuestros movimientos más espectaculares y destructivos, que son un derroche de imaginación. Cada vez que descubres uno nuevo es imposible no desear ponerlo a prueba una y otra vez, aunque ya te aviso que los últimos son duros de ejecutar y es fácil cometer un error que te impida ver esa última y sorprendente animación final. Con todo esto, Mario & Luigi: Conexión Fraternal se convierte en un RPG muy divertido de jugar al que, eso sí, le habría pedido algo más de gracia a la hora de dar importancia al equipo de los héroes. Existen ciertos elementos de personalización que aportan matices a la acción, como provocar más daño, aumentar tu salud o la velocidad a la que ganas experiencia, pero es bastante básico y la oferta de armas (botas y martillos) es algo limitada. Suben el daño o la defensa, pero poco más salvo casos puntuales. Y los guantes y amuletos tampoco es que sumen mucho a esta experiencia rolera.
Es posible que la exploración del mapamundi a bordo de tu barco también te resulte algo chocante porque te mueves a través de corrientes marítimas en las que poco puedes hacer. Marcas el rumbo y la Isla Nao avanza a su ritmo. Mientras tanto puedes visitar islas ya exploradas para cumplir tareas secundarias, pero no esa forma de viajar particularmente estimulante. Avanzada la aventura puedes activar un turbo que ayuda a llegar rápido a tu destino, pero le falta ese punto para realmente conquistarte. Y mira que hay cosas por ver en este gigantesco mundo de Concordia, pues el mar tiene islas pero también islotes, en los que te vas a encontrar con retos adicionales de puzles, plataformas y combates que ayudan a desconectar de la aventura principal. Vaya, que tienes horas de contenidos por delante.
Y da gusto explorarlo todo porque como ves, Mario & Luigi han vuelto a la vida con un nuevo estilo de arte pero la misma gracia y colorido que siempre les ha caracterizado. Lo que más he disfrutado son las animaciones de los héroes; el cómo se mueven y reaccionan a todo cuanto les rodea. Cuesta contener la risa en momentos puntuales de la acción, y si te fijas en los escenarios, sin ser un juego espectacular en lo técnico, sí resulta muy vistoso. Cada nivel se ha diseñado con una gran atención por el detalle, regalándonos algunas estampas que son dignas de ver. Lo mismo ocurre con la banda sonora, que es bastante animada y casa perfectamente con todo cuanto ves en pantalla. ¿La traducción al español? En la línea de lo que Nintendo lleva haciendo muchos años. ¡Es genial! Con juegos de palabras, nombres y expresiones que te van a hacer sonreír constantemente.
Otro RPG que merece la pena en Nintendo Switch
Mario & Luigi: Conexión Fraternal
Por: Alberto PastorMás de 20 años después la saga Mario & Luigi vuelve a la vida con otro gran RPG que nadie con Nintendo Switch debería dejar escapar. Su sentido del humor, la variedad de escenarios, su divertido sistema de combate y lo bien que combina acción, puzles y plataformas lo convierten en uno de los mejores títulos del catálogo de la consola en un año 2024 que no ha estado falto de grandes videojuegos.
Comprar Mario & Luigi: Conexión Fraternal- Son combates por turnos pero muy dinámicos. Nunca estás quieto y el juego te exige cierta agudeza mental para actuar rápido
- El juego combina muy bien la acción RPG con las plataformas, puzles y la exploración. El diseño de las islas y mazmorras es bueno e ingenioso
- Tiene algunos picos de dificultad bastante duros. Los enemigos van a por todas y te van a hacer sufrir
- Algunas batallas pueden volverse algo pesadas. Son largas y los tiempos de carga no ayudan
- La historia es tan divertida como podías esperar de la saga Mario & Luigi, pero se echa en falta algo más de originalidad
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