El universo de Mass Effect ha vuelto a encender las expectativas con el anuncio del quinto juego de la franquicia. Este nuevo capítulo parece entrelazar su narrativa con Mass Effect Andromeda, un juego que generó polémica, memes y airadas publicaciones en redes sociales pero que, en mi opinión, merece ser reconocido por su valía como RPG de acción y exploración. Y es que el título "Mass Effect" ha sido tanto una bendición como una maldición para Andromeda. Algunos podrían argumentar que fue su mayor error, pero permitidme defender la idea de que este juego de BioWare se destaca por méritos propios, más allá de los problemas técnicos que enfrentó en su lanzamiento.
Andromeda, a pesar de sus problemas iniciales y aquellos ojos artificiales y dementes de sus personajes, es un sólido juego que mezcla acción, rol y exploración espacial pero que se ve eclipsado por el peso de las expectativas asociadas con la marca Mass Effect. No es para menos, si tenemos en cuenta la popularidad de la franquicia. No se puede ignorar la riqueza de elementos que presenta, las cosas que hizo bien y que podrían haber sostenido una IP independiente.
Un nuevo comienzo ofuscado por el pasado
Iniciar una nueva trama que conecte con Andromeda es un movimiento arriesgado por parte de BioWare. Andromeda no logró el éxito que se esperaba, o que merecía, como vengo a decir en este texto. Poco más del millón de copias en el momento de su lanzamiento me parecen pocas. Sin embargo, es esencial y justo reconocer que gran parte de la recepción negativa se debió al peso del nombre Mass Effect, y en concreto, a que muchos aficionados todavía andaban lamentando el final de Mass Effect 3.
Andromeda ofrecía una narrativa fresca y emocionante, alejándose de la historia del Comandante Shepard y explorando nuevos territorios en la galaxia de Andrómeda. La capacidad de crear su propia mitología sin las ataduras de los títulos anteriores permitía al juego brillar con luz propia. Ese nuevo escenario de Andromeda merece más reconocimiento del que recibió. Desde un sistema de combate fluido hasta los grandes y bonitos escenarios para explorar. Andromeda ofrecía una experiencia interesante y emocionante con identidad propia.
Es verdad que el juego hereda elementos de Mass Effect, como la interacción con diversas razas alienígenas y la posibilidad de forjar alianzas, el peso de las decisiones, o los momentos de acción y la gestión de los personajes. Pero tampoco podemos decir que no haya por ahí otros juegos que imitan a la saga Mass Effect, ¿verdad? Con esto quiero decir que Mass Effect Andromeda no necesitaba la pegatina de "Mass Effect" en la caja.
Desligarse de Sheppard
El mayor pecado de Andromeda fue llevar consigo el nombre Mass Effect. Al desligarse de Shepard y la trilogía original, el juego tenía la oportunidad de explorar su propia identidad sin verse limitado por las expectativas preexistentes. Pero muchos jugadores se sintieron traicionados, y les comprendo. ¿Cómo puede ser un juego de Mass Effect sin la tripulación de la Normandía? Y ahí también les comprendo y les doy la razón: tal vez no hacía falta que Andromeda fuera un Mass Effect.
¿Le vino bien ser un juego de una franquicia tan conocida? Bueno, cualquier respuesta no deja de ser mera especulación. Sin duda, el serlo aumentó su repercusión mediática y generó grandes expectativas antes de su lanzamiento. Una vez en la calle y con muchas expectativas defraudadas, la fama de saga lo convirtió en un juego notoriamente infame. La nueva entrega de la saga se enfrenta a un dilema similar. Los desarrolladores deben no solo crear un juego excepcional, sino también recuperar la confianza de los fans que, en muchos casos, aún arrastran la decepción del final de Mass Effect 3, como os decía antes. Casi os podría decir que Andromeda terminó de pagar los platos rotos de algunos seguidores de la serie que conozco.
Recuperando la confianza
Creo que actualmente, y ya con la polémica zanjada, Mass Effect Adromeda en completamente disfrutable. Le decía al compañero Alberto Pastor (que siempre anda con cierto retraso a la hora de disfrutar de algunos juegos y que tiene este pendiente) que es un título que le iba a gustar, especialmente si ignora que se trata de un Mass Effect. El consejo se lo puedo dar a cualquier aficionado al género que quiera ahora probar el juego, pero esta sugerencia me hace pensar en el próximo capítulo de Mass Effect: es crucial que BioWare aborde no solo la creación de un juego sólido (como deberían hacer todas las desarrolladoras), sino también la gestión de las expectativas de los fans. Lo que os digo tampoco es nada nuevo, en realidad, ya Álvaro Castellano comenzaba su videoanlaísis del juego diciendo algo similar. Pero con el paso de los años parece haberse hecho más claro que el peso de la marca puede convertirse en una carga.
Mass Effect - Andromeda
Pero también ofrece la oportunidad de redimirse. Los desarrolladores deben aprender de las lecciones de Andromeda y trabajar en ofrecer una experiencia que no solo cumpla como un nuevo lanzamiento, también deben reconciliarse con los seguidores de la franquicia, algo que resulta complicado, especialmente en el mundo de los videojuegos, en los que uno o dos tropiezos pueden suponer el funeral de franquicias establecidas y de éxito. Pero también hemos visto regresos triunfales de sagas que dábamos por enterradas. Con todo, no creo que Mass Effect Andromeda mereciera ser considerado un tropiezo, aunque sobre el papel lo fuera, claro. Es un juego que, más allá de su nombre, merece ser reconocido por sus logros. Al desligarlo de las etiquetas destaca por méritos propios. Con la nueva entrega en el horizonte, solo el tiempo dirá si BioWare (que atraviesa su propia crisis) logrará entregar un juego que se destaque por sí mismo, pero que a la vez revitalice la marca Mass Effect. Casi nada.
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