Revive las aventuras de Marco Rossi y toda su cuadrilla, en esta recopilación del clásico de recreativa Metal Slug. El ejército rebelde y las mortíferas hordas alienígenas reaparecen en Wii sin muchas novedades, pero igual de peleonas que siempre.
Celebrando el décimo aniversario, SNK Playmore recopila sus siete entregas de recreativa de Metal Slug, incluyendo el aún inédito por estas tierras Metal Slug 6. Sin duda SNK no es una pionera en esto de los recopilatorios ya que a lo largo de estos años han ido apareciendo innumerables Nazco Musseum, antologías de Sega o recopilatorios de Capcom, eso sin contar con que SNK ya hizo una primera incursión en recopilatorios de Metal Slug (que comprendía 1,2, X y 3) que no salió de América.
Metal Slug Anthology se perfila como el recopilatorio definitivo, incluyendo desde el primer Metal Slug aparecido en 1996, seguido de Metal Slug 2 y su versión mejorada llamada Metal Slug X, y los Metal Slug 3, 4, 5 y 6, quedándose fuera del recopilatorio la versión 3D para PS2 que no ha aparecido en Europa.
Casi desde que apareció por primera vez en las recreativas, pasó a convertirse en el juego arcade preferido por muchos hasta la fecha, y para aquellos que no lo conozcan y se hagan la pregunta de cuál es el motivo de su éxito, comentar que Metal Slug es un bélico juego arcade de plataformas con scroll, donde se enfrentan un héroe de la resistencia (o dos en cooperativo), contra todo un ejército rebelde y malvado, pero siempre desde la perspectiva del humor absurdo y surrealismo. El concepto de Metal Slug se puede resumir en correr, esquivar y disparar, los tres procesos básicos y fundamentales para acabar cada una de las fases, cuya complicación va en aumento.
Una década de Metal Slug
Aunque el concepto de Metal Slug sea simple, dominarlo a la perfección no es moco de pavo. Y es que el trabajo de un soldado de élite del Ejército regular no es nada fácil. Nuestro soldado podrá correr, saltar y atacar cuerpo a cuerpo, ya sea con cuchillos, patadas o incluso con un guante de boxeo que sale de su mochila. Además, cada soldado dispone de una pistola con munición infinita con la que poder disparar, además de a los lados, tanto arriba como abajo mientras saltamos; y como no, unas granadas limitadas con mayor campo de explosión.
Además, a lo largo del juego encontraremos multitud de objetos en cajas o al rescatar prisioneros. Entre estos objetos hay un gran número de armas, como la famosa Heavy Machinegun (ametralladora), Rocket launcher (lanza cohetes), lanza misiles o la devastadora escopeta. Y por supuesto no podían faltar los vehículos y tanques que dan nombre al juego, los Metal Slug. Entre esos vehículos podemos encontrar el clásico Super Vehicle 001, el primer Metal Slug que aparece en todas las portadas con una potente ametralladora, un cañón, triple escudo y la capacidad de saltar; también encontraremos otros como el tanque bípedo, una araña robótica o incluso un camello y un burro armados hasta los dientes.
La evolución
No hay diferencia prácticamente entre cada Metal Slug, al menos aparentemente, pero cada nueva entrega aportaba curiosas novedades. Así, en el primer Metal Slug podemos controlar al teniente Marco Rossi y a Tarma Roving (el segundo jugador) en la lucha contra el ejército rebelde. Aparece el tanque oruga SV-001, y entre las armas disponibles tenemos, ametralladora, lanzallamas, lanzacohetes y escopeta.
En la segunda parte nos encontramos a dos personajes más a escoger, Eri Kasamoto y Fio Germi, además de poder transformarnos en momias y un cambio muy llamativo, la capacidad de engordar recogiendo comida, y aumentar el daño que producimos a los enemigos.
La versión mejorada del 2, aportaba diferentes enemigos finales y las superarmas (versiones más devastadoras) creando la que para muchos es la mejor de las siete entregas incluidas en el recopilatorio.
En las tres siguientes entregas de la saga (3,4,5) el abanico de posibilidades creció aún más ofreciendo caminos alternativos para aumentar la rejugabilidad, nuevas historias, dos personajes nuevos que hacen aparición en Metal Slug 4 (Trevor y Nadia), e incluso un movimiento de barrido exclusivo de la quinta parte. Finalmente llegamos hasta la última entrega, Metal Slug 6, en el que además de añadir dos personajes de King of Fighter para elegirlos como soldados (Ralf y Clark) con combos y habilidades especiales respecto al cuarteto habitual (Marco, Tarma, Eri y Fio), se añade la posibilidad de llevar dos armas a la vez, además de la pistola.
Adaptación a medias
Hasta ahora no hemos comentado nada nuevo, por ejemplo como se han visto afectados todos estos capítulos al ser trasladados a Nintendo Wii.
El primer y más llamativo aspecto es el control, muy bien adaptado y con multitud de modos de manejo. El principal (y más cómodo) es con el Wiimote en horizontal, realizando el movimiento del personaje con la cruceta, botones 1 y 2 para saltar y disparar, botón A para cambiar de arma en Metal Slug 6, botón B para practicar el ataque suicida del vehículo que llevemos, y por último un movimiento rapido del wiimote hacia delante para lanzar la granada.
Otro modo parecido al anterior es el “Tilt-Remote”, sólo que nos moveremos inclinando el mando, saltaremos pulsando la cruceta, y dispararemos y lanzaremos granada con 1 y 2.
Todavía hay más modos de control, pero ya con combinación de wiimote y nunchuck. Encontramos desde uno de corte más clásico en el que nos moveremos con el analógico y realizaremos el resto de acciones con el wiimote (incluido lanzar granada con un movimiento hacia delante); hasta otro en el que utilizaremo el wiimote como si de una palanca de máquina recreativa se tratara (al final poco práctico debido a su excesiva sensibilidad).
Ya por último comentar que aún hay otro modo cuyo control se reduce exclusivamente al nunchuck, y que también podremos jugar con el mando de Gamecube, aunque curiosamente no con el mando clásico de Wii.
Los aspectos gráficos y sonoros se mantienen invariables en la práctica totalidad de los juegos, con una clara mejoría de resolución palpable en Metal Slug 6, y con otros detalles como algunas ralentizaciones esporádicas al acumularse un gran número de enemigos y efectos en pantalla, y la mala conversión que ha sufrido Metal Slug 2, donde la bajada de cuadros por segundo será bastante frecuente. Por lo demás, la sangre ha llegado sin censurar (roja en vez de blanca en otras versiones), y las voces al coger un arma y escuchar “Heavy Machinegun” o “Lasergun”, siguen otorgando ese aire melancólico y retro al conjunto.
Metal Slug Anthology es una elección casi obligada para todo aquel fan de la saga y para el amante de los juegos de recreativa. No aporta nada nuevo a la serie y se echa en falta alguna novedad más como Metal Slug 3D. Diversión inmediata y decenas de horas de juego entre los siete títulos incluidos, lo mejor en cooperativo.
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